“JORNADAS OSVALDO BAYER” EN EL CCC
El pensamiento libertario reaviva el debate político en los encuentros organizados por el Centro Cultural de la Cooperación.
Al terminar una de las jornadas del ciclo Osvaldo Bayer que está organizando el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543), una señora levantó la mano y espetó: “Discúlpenme, a mí todo esto me suena un poco utópico, muy difícil de concretar”. Después giró la cabeza a ambos lados, buscando quien estuviera de acuerdo. Al final se encogió los hombros como diciendo “y bueno, che, qué quieren”. Entonces casi pudo sentirse el suspiro de alivio de los presentes. Porque si el anarquismo sigue oponiéndose a lo que usualmente se considera “posible”; si sigue teniendo una visión casi onírica del futuro, entonces los cimientos poéticos y revolucionarios del movimiento están firmes. Ese deseo de imaginar lo que vendrá en clave libre fue uno de los factores que reunieron a público y artistas en un conjuro de música, teatro y cine que la semana pasada puso en debate ideas y acciones de figuras como Mijail Bakunin, el Conde Kropotkin, Facón Grande, Kurt Gustav Wil- ckens y Severino Di Giovanni. El programa terminará mañana a las 19 en la Sala Tuñón, con la proyección de Anarquistas II: Mártires y vindicadores (1919-1931) (Leonardo Fernández, 2005). La entrada, como en todas las reuniones anteriores, será gratuita.
La serie de encuentros empezó el lunes pasado, cuando el intérprete y compositor Sergio Castro presentó su cantata Patagonia de Fuego. La creación del artista de Cutral-Có –que está a punto de llegar a las disquerías–, propone un recorrido cronológico por las huelgas de 1920-’21 y la posterior masacre perpetrada por el Regimiento 10 de Caballería. Durante la velada, la sucesión de imágenes, lecturas y canciones propiciaron una emoción compartida que tuvo puntos altos en temas como Viento del sur (que abrió la noche proponiendo “aprender algunas lecciones para amar la paz”); A Resistir (que contó con la participación de Rafael Amor); Yo pregunto y Antonio Soto. La alternancia de ritmos autóctonos con yeites de trovador, sumada a una contundencia emotiva sin grandes pretensiones técnicas, fue denominador común de más de una hora y media ininterrumpida de expresión libertaria. Sobre el final, un pequeño homenaje a las prostitutas que dijeron “no” a la soldadesca asesina quedó flotando en el aire, rememorando el valor de quienes fueron las primeras en manifestarse contra los fusilamientos masivos.
La segunda jornada contó con la participación del Grupo Rosarino de Teatro “La Comedia de hacer arte”, que visitó Buenos Aires con su obra Patagonia y olvido. En diálogo con Página/12, el director Pablo Felitti definió el colectivo al que pertenece como un “proyecto itinerante en el que las decisiones se toman por consenso, en reuniones semanales coordinadas por la psicóloga social Julieta Serrano”. En la puesta, dos actores se repartieron trece personajes, correspondientes a los distintos protagonistas de las huelgas que Bayer rescató en su libro La Patagonia rebelde. A partir del regreso de los espectros de dos obreros fusilados, la obra propuso un juicio en el que la comicidad y la búsqueda de justicia lograron una rara mixtura. “La risa era un punto que nos interesaba trabajar. Tenemos el plan de presentarnos en 1500 escuelas –una por cada fusilado–, y nos parece un medio útil para llegar a los chicos”, precisó Felitti. El grupo está integrado por el propio Felitti, Ramiro Lollo, Cielo Pignatta, Virginia Fdel y Lionel Nucci, todos actores y eventualmente también directores.
El tiempo del cine llegó el jueves con Anarquistas I: Hijos del Pueblo (1880-1919). El documental dirigido por el cineasta y psicólogo Leonardo Fernández paseó a los espectadores por el clima socio-cultural que se vivía a fines del siglo XIX y principios del XX, y rescató la riqueza de los debates entre marxistas, socialdemócratas y libertarios. A través de las entrevistas a viejos militantes que propone Fernández –aparecen hablando Jacobo Maguid, Vicente Francomano y Jesús Gil, entre otros– se abordó el tema de la violencia revolucionaria, el significado de ser anarquista enla actualidad y los inconvenientes que presenta el marxismo cuando intenta erigirse como única herramienta de lectura de la realidad.
Fernández anticipó que mañana, durante la proyección de Anarquistas II, podrá verse y escucharse una entrevista realizada a América Scarfó, la viuda de Severino Di Giova-nni. Además aseguró que está a punto de publicar dos producciones más, dedicadas a la Guerra Civil Española y a Los Vengadores de la Patagonia Trágica. Por último, hizo saber que está planeando nuevos trabajos abocados a documentar la actividad de los libertarios durante el peronismo y la convergencia del movimiento con corrientes de pensamiento afines como la ecología o la beat generation. “El gran mérito de las organizaciones anarquistas es haber sido guardianes de una tradición”, estimó. “Gracias a ese cuidado –concluyó– podemos proponer films históricos para meditar y para seguir discutiendo temas que corrían el riesgo de perderse.”
En este momento Osvaldo Bayer se encuentra en Alemania. No obstante, como no quiso estar ausente en el final del ciclo, dejó algunas palabras: “Para mí el pensamiento libertario siempre es el que más actualidad tiene, aunque se logren dos escalones. Porque son avances reales. El escalón más importante que tenemos en este momento es la burocracia sindical”.
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