El director de cine español Jesús Franco, reconocido como “el rey de la clase B”, falleció el lunes en la Clínica Pascual de Málaga, donde había ingresado el pasado miércoles por un accidente cerebrovascular isquémico. Franco, nacido el 12 de mayo de 1930 en Madrid pero afincado en Málaga, era director, actor, guionista, compositor, productor y montador y contaba con una extensa trayectoria por la que fue premiado con un Goya de Honor en la ceremonia de 2009. Señalado como el padre de la serie B española, desde su opera prima Tenemos 18 años (1959), Franco demostró un irreverente espíritu pop que se desplegó a lo largo de su extensa filmografía. Entre sus películas más destacadas se encuentran Gritos en la noche, El castillo de FuManchú y Orgasmo perverso, aunque la creación más celebrada de quien fuera colaborador de Orson Welles en Campanadas a medianoche fue Necromicon (1968).