Miércoles, 3 de abril de 2013 | Hoy
TELEVISION › APTRA IMPLEMENTARá CAMBIOS PARA LA PRóXIMA EDICIóN
Habrá una categoría “panelista y/o columnista” y otra en la que se reconocerá el trabajo de “cronista y/o movilero”. Otros rubros, ya existentes, se fusionarán. Aún se desconoce cuándo se realizará la ceremonia de entrega y qué emisora la transmitirá.
Por Emanuel Respighi
Los Martín Fierro, el premio más longevo y tradicional de la televisión argentina, tendrá este año varios cambios. Tal vez no serán todos los que buena parte de la comunidad televisiva quisiera, pero al menos los imprevisibles miembros de la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentina (Aptra) demuestran reflejos para adecuarse a las transformaciones que la pantalla chica viene sufriendo desde hace algunos años. Las modificaciones anunciadas por Carlos Sciacaluga, presidente de Aptra, responden a cambios en las categorías en las que se reconocerá a los profesionales y las producciones de 2012. Las más significativas son que en la próxima entrega se sumarán dos nuevos rubros que hace rato el medio pedía a gritos: habrá una categoría en la que se premiará a “panelista y/o columnista” y otra en la que se reconocerá el trabajo de “cronista y/o movilero”. Mientras tanto, aún se desconoce cuándo se realizará la ceremonia de entrega y qué emisora la transmitirá en vivo y en directo.
El anuncio de los cambios en el polémico premio puede mirarse de dos maneras. Por un lado, es posible analizarlo desde la óptica del vaso medio lleno: al fin y al cabo, está bien que se sumen estas dos nuevas categorías al galardón, en función de la importancia que ambas tareas tienen en la TV actual, cada vez más “en vivo” y “panelizada”. Por otro lado, la decisión no deja de tener un sabor amargo, a sabiendas de que parece tomada más en función de sumar profesionales y programas que se sumen a la polémica siempre a tiro del Martín Fierro que de imponer justicia catódica. De lo contrario, no se explica por qué se acuerda reconocer el trabajo de cronistas y panelistas sólo de la TV, dejando afuera a los profesionales de la radio, donde cumplen un rol tanto o más importante que en la pantalla chica.
Las contradicciones del premio que la comunidad televisiva avala, pero lejos está de prestigiar no terminan ahí. Entre las variantes, el presidente de la institución que no realiza ninguna otra actividad que no sea “vender” la transmisión televisiva al mejor postor y autofinanciarse también adelantó que otras categorías, ya existentes, se fusionarán de cara a la ceremonia de entrega que destacará a la producción televisiva 2012. Si hasta el año pasado, el Martín Fierro premiaba a la mejor telenovela y a la mejor telecomedia, la 43ª edición las unificará en la categoría “tira diaria”. Los unitarios y las miniseries volverán a estar englobados bajo la misma terna, como años atrás. Y, por último, los programas de interés general se unirán con los “magazines” bajo un mismo rubro.
No hace falta ser guionista, productor o actor de televisión para determinar con cierta lógica que no requiere de la misma estructura narrativa ni persigue el mismo fin una telenovela que una comedia. Mucho menos que el trabajo que demanda una miniserie de cuatro, ocho, diez o trece capítulos es el mismo que el que necesita un unitario de cuarenta emisiones, más allá de que se trata de géneros narrativamente diferentes (el unitario tiene elenco rotativo e historias que empiezan y terminan en un mismo capítulo; la miniserie cuenta historias semanales con el mismo elenco y personajes que se desarrollan en el tiempo). En el caso de los magazines y los ciclos de interés general, las fronteras entre ambos parecen ser más difusas. Tanto, que el año pasado Aptra nominó como programas de interés general a ciclos tan disímiles como Clase turista (Telefe), Cocineros argentinos (Canal 7), Este es el show (El Trece) y Sábado bus (Telefe).
Como si eso no alcanzara para ver el vaso medio lleno y creer que las nuevas categorías sólo apuntan a generar más repercusión mediática que justicia televisiva, basta señalar que en el orden de pensar actualizaciones para el premio, los alrededor de cien miembros de Aptra siguen dejando afuera a una gran cantidad de profesionales del medio, referidos al rubro técnico. Para Aptra, ni los iluminadores ni los sonidistas son importantes a la hora de poner en pantalla un programa. Tampoco los escenógrafos ni los vestuaristas. Mucho menos los encargados de buscar localizaciones ni aquellos que trabajan sobre el arte y la imagen de un programa (categoría que sí incluyen los premios Tato, que entrega la Cámara Argentina de Productores Independientes de Televisión, al igual que el de dirección en no ficción). Para los miembros de Aptra, la TV se hace únicamente con lo que está delante de cámaras. O, por el contrario, también los técnicos son indispensables, pero no interesan porque no arrastran audiencia para la ceremonia. En cualquier caso, se trata de un absurdo que desnuda desconocimiento de quienes votan o las verdaderas intenciones del premio.
La inclinación por creer que la segunda opción es la que condiciona el listado de nominados la da el interrogante que Sciacaluga dejó respecto de si en esta edición habrá nuevamente un Martín Fierro de Platino, tal cual Aptra viene entregando en los últimos años. Según el presidente, aún no se sabe si se continuará con dicho galardón, que es votado por los televidentes a través del teléfono, y que incluye a los que alguna vez ganaron la estatuilla de oro. Una duda inentendible, teniendo en cuenta que cada año se suman nuevos ganadores. Comprensible desde el punto de vista del show, considerando que casi todas las “figuras” mimadas por Aptra ya cuentan con la estatuilla de platino (Almorzando con Mirtha Legrand lo obtuvo en 2009, Hola Susana en 2010, El show de VideoMatch en 2011 y Antonio Gasalla en 2012. Quien quiera ver, que vea).
Mientras los Martín Fierro siguen alimentando su polémica trayectoria, aún se desconoce la fecha en que este año se celebrará la ceremonia. Y tampoco se sabe cuál será el canal que la transmitirá. Aunque es de público conocimiento que Telefe había iniciado negociaciones, la gestión nunca se cerró y desde hace unos meses hay una impasse. Por las dudas (¿o justamente por la dilación en las negociaciones?), Aptra ya empezó a generar la polémica alrededor del premio, aun sin haber anunciado a los nominados. No sea cosa de que el negocio deje de rodar. El show, siempre, debe continuar.
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