El nombre, Chancho a Cuerda, no es lo único original de este septeto que acaba de editar un nuevo disco y lo presenta hoy a las 21 en la Sala Siranush (Armenia 1353). “Amamos los discos y apostamos a ellos como unidad estética, como objeto. Nos sigue seduciendo la idea del ‘álbum’’”, dice Nahuel Carfi a Página/12. El pianista y compositor dice que, por eso, “a pesar de la crisis de la industria discográfica seguimos haciéndolos”. Como son conscientes de la situación actual hacen que “todo pueda ser escuchado gratis, en Internet” pero, también, se ocupan de que los discos sean inmensamente atractivos, estén diseñados con cuidado de orfebres y sean objetos valiosos en sí mismos. Pero los méritos no se acaban allí. “En el grupo no hay un líder –dice Carfi– y nos atrae esa sensación de que traer un tema al grupo o ver cómo esa información que allí se condensa, empieza a rebotar entre los otros y a transformarse”. Deconstrucción es su tercer álbum –el anterior estaba grabado en vivo en Vinilo– y presenta doce composiciones propias, que entran y salen por muy diversos territorios y siempre lo hacen con absoluta naturalidad. Y, también, una soprendente lectura de un tema de Daniel Viglietti, “Nocturno”. El grupo acaba de presentarse en los festivales Em Cena de Porto Alegre y Músicas del Sur de San Pablo. La presentación del disco estará precedida por una jam de dibujo con ilustradores porteños y recibirán como invitado, además, a Gustavo Nasuti. El grupo está integrado por Carfi en piano, sintetizador y voz, Nicolás Rallis en guitarras, ronroco y voz, Joaquín Chibán en violín y viola, Manuel Rodríguez Riva en clarinete, clarín y armónica, Lautaro Matute en guitarra, guitarra eléctrica, bandurria y voz, Julián Galay en bajo eléctrico y bajo acústico y Agustín Lumerman en batería y percusión.