Al cierre de esta edición, The Rolling Stones desataban una nueva fiesta en La Plata con su segunda presentación en el Estadio Unico. Tras los shows de La Beriso y Ciro y los Persas, puntualmente a las 21 y ante un estadio nuevamente repleto, la banda inglesa abrió la segunda cita de esta cuarta visita con “Jumpin’ Jack Flash” (en el primer show la canción de apertura había sido “Start me up”). “¡Hola Buenos Aires! ¡Hola Argentina! ¡Hola vieja!”, saludó Mick Jagger, haciendo rugir a la multitud con el giro aporteñado de su saludo (más tarde presentaría a Charlie Watts como “el Alfredo Di Stéfano del rock”). En una lista que tuvo algunas leves variaciones pero en general siguió el mismo camino de la primera noche, hubo grandes golpes como la referencia a “Don’t cry for me Argentina” en “Out of control”, la inclusión de “Can’t you hear me knocking” (del disco Sticky Fingers) y una emotiva versión de la inoxidable balda “Angie”, la canción ganadora en la encuesta impulsada en la web oficial del grupo. Los mayores cambios vinieron de la mano de Keith Richards, que tocó dos temas diferentes (“Slipping away” y “Before they make me run”, dejando fuera la clásica “Happy”), pero el sprint final encadenó la misma avalancha de hits capaz de encender a todo el estadio: “Miss you”, “Gimme shelter”, “Start me up”, “Sympathy for the devil”, “Brown sugar”, para encaminarse al cierre habitual en la gira con “You can’t always get what you want” (acompañados por el Estudio Coral de Buenos Aires) y “Satisfaction”. Lamentablemente, volvieron a registrarse incidentes en los alrededores del estadio, con un grupo de fans que intentó ingresar sin tickets y fue reprimido por la Policía lanzando gases lacrimógenos.