La Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de Televisión (Bafta), premió ayer en su 69 edición a Relatos salvajes, de Damián Szifron, como Mejor Película de habla no inglesa. Así, la película argentina se impuso a la franco-mauritana Timbuktu, a la jordana Theeb, a la sueca Force Majeure y a la superproducción The Assassin, del taiwanés Hou Hsiao-Hsien. “Dedico este premio a mis hijas porque no se creían que fuera a recibirlo. También a Pedro Almodóvar y a su productora, El Deseo”, aseguró un emocionado Szifron tras recoger el galardón. “Comparto el premio con el fantástico grupo de actores y actrices. Y se lo dedico a mi padre, que es mi mejor amigo y mejor maestro”.

Szifrón recibió la máscara dorada de manos de la veterana actriz estadounidense Carrie Fisher –la célebre princesa Leia en la saga Star Wars– y del irlandés Domnhnall Gleeson. Relatos salvajes, que ya había ganado el Goya a mejor película iberoamericana, fue estrenada en Inglaterra en marzo del año pasado, por lo que entró en la competencia británica de este año, a pesar de haber participado en 2015 de los Premios Oscar, donde perdió el galardón de Mejor película extranjera a manos de la polaca Ida. En la ceremonia de entrega, que se realizó en el Royal Opera House de Londres, el director argentino se mostró junto a la actriz María Marull, el productor Hugo Sigman y su mujer Silvia Gold.

La gran ganadora de la noche fue la película El renacido, del mexicano Alejandro González Iñárritu, que se llevó cinco de los ocho premios por los que competía: Mejor película, Mejor director, Mejor actor principal (Leonodardo DiCaprio), Mejor dirección de fotografía y Mejor dirección de sonido. Basada en la novela de Michael Punke, El renacido sirvió a Iñárritu para reconciliarse con los Bafta después de haberse ido casi con las manos vacías el año pasado cuando compitió con su película Birdman. “Vivimos momentos muy duros filmando El renacido, pero todos esos momentos han sido recompensados ahora”, dijo el director.

Los Bafta –algo así como los Oscar británicos– dieron la espalda a las dos principales favoritas, Carol (Todd Haynes) y Puente de espías (Steven Spielberg), que llegaron con nueve nominaciones, de las que solo una se concretó. Distinta fue la historia de Mad Max: Fury Road, que se llevó cuatro de los siete a los que optaba: Mejor diseño de producción, Mejor vestuario, Mejor maquillaje y peluquería y Mejor montaje. En la categoría femenina, el premio a mejor actriz protagonista fue para la estadounidense Brie Larson por La habitación, un papel por el que también se llevó el Globo de Oro y por el que es la favorita para hacerse con el Oscar.