El acto que todos los años se hace en el Centro Cultural de la Cooperación (CCC) para celebrar el Día Internacional de la Cooperativas esta vez tuvo un condimento especial: fue marco para la entrega de la primera edición del Premio Floreal, una distinción que cada dos años entregará esa casa en reconocimiento a la producción artística-literaria y de las ciencias sociales “comprometidas con su tiempo y su lugar”. Elegidos por la dirección general del centro cultural, los primeros premiados fueron la actriz Cristina Banegas, el escritor Leopoldo Brizuela, la antropóloga María Cristina Cravino y el filósofo y educador Eduardo Rinesi, que el lunes por la noche recibieron sus distinciones en un acto multitudinario en la sala Solidaridad.

El director del CCC y secretario del Partido Solidario, Juan Carlos Junio, abrió y cerró el acto, con palabras sobre el premio y su importancia en el contexto político actual. “Hace mucho que pensábamos en hacerlo pero nos parecía mejor dejar que el tiempo hiciera su trabajo y no es casualidad que se instale ahora con su valor simbólico en un momento de elogio a la apoliticidad”, comenzó el diputado nacional con mandato cumplido, que definió al premio como “cooperativo, de izquierda, democrático, anti imperialista y anti capitalista”.

Los premiados se refirieron al reconocimiento, todos con menciones a la coyuntura actual. Rinesi fue el primero y más extenso y dedicó el premio a la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), de la que es parte, con una mención al rol fundamental de las casas de altos estudios en la construcción de resistencia a la avanzada neoliberal. “Celebro que esta distinción se haga con el auspicio de darle una repolitización al arte y a las ciencias sociales”, destacó en referencia al discurso de Junio, y problematizó categorías como “académicos” e “intelectuales”, a la vez que señaló que “hoy el mundo se organiza en problemas y no en disciplinas”.

Una actitud similar tuvo su colega, Cristina Cravino (UNGS), quien arrancó diciendo que “el conocimiento es poder” y que el premio llega en un momento de reflexión “en el que hay preguntarse qué pasó que muchos de los derechos ampliados no fueron entendidos como tales por una parte grande de la sociedad”. “¿Quiénes son los actores que están construyendo el imperialismo y cuáles los que crean las macro y micro resistencias?”, se preguntó entre aplausos.

El anteúltimo fue Brizuela. Como Rinesi, el escritor señaló medio en serio medio en broma que no merecía el premio (“es una exageración”, sostuvo), pero celebró el haber sido distinguido por su profesión. “La enorme satisfacción es que se considere que la literatura y a la poesía tienen un valor político en sí mismo”, destacó, y dedicó su premio a Leda Valladares, María Elena Walsh y las Madres de Plaza de Mayo, “tres grupos de mujeres de la que no hay que dejar de aprender”.

Luego de una cálida presentación de su trayectoria y sus trabajos, Banegas confesó que ese premio era especial por su profunda vinculación, desde hace años, con ese centro cultural. La actriz cautivó al auditorio y se mostró preocupada por el “vaciamiento” que el neoliberalismo está llevando a cabo en el ámbito político cultural. “Es una situación en la que debemos estar muy convencidos de la solidaridad, la cooperación, el compromiso y la participación. Tenemos que llevar nuestras banderas adelante como nunca antes, porque nuestro compromiso es para siempre. Es ético, estético y político hasta que la muerte nos separe”, finalizó.

El acto continuó con la celebración del día de la cooperación. Antes del final Junio dijo, en referencia al premio: “Celebramos esta entrega como rechazo al poder mediático y la cultura del consumismo, del éxito, de lo individual que rechaza a lo colectivo y de la propia espectacularizacion de la cultura como un modo de pervertirla”, sentenció.