Tres argentinos se hicieron acreedores del Premio Casa de las Américas. Susana Silvestre y Rafael Spregelburd, junto con autores de Uruguay, Cuba y Brasil, ganaron el jueves por la noche uno de los galardones más antiguos y respetados de los concursos literarios del continente, que este año distinguió en forma especial a Abelardo Castillo. La narradora y periodista argentina Susana Silvestre mereció el premio en la categoría Novela por su obra Mil y una, mientras que Rafael Spregelburd fue distinguido en Teatro por Heptaloqía de Hieronymus Bosch: 6. La paranoia. El premio en Ensayo recayó en el cubano Alberto Abreu por Los juegos de la escritura o la (re)escritura de la Historia. El de “Literatura testimonial” fue para la uruguaya Edda Fabbri (Oblivion) y el de Literatura brasileña para Ana María Gonçalvez (Un defeito de cor).

Dentro del rubro Novela recibieron menciones el argentino Ricardo Moura (Que el muerto venga en persona), el chileno Fernando Jerez (Ultima esperanza) y la cubana Lourdes González (El Amanuense). En la categoría “Ensayo de tema artístico-literario” fueron mencionados el boliviano Oscar Rivera-Rodas (El cosmopolitismo de las letras hispanoamericanas) y la mexicana Julieta Leo Almaguer (Las sagradas letras de Paradiso. Un estudio sobre el hermetismo de José Lezama Lima).

Dotado de 3000 dólares y una edición de la obra, el Premio Casa de las Américas es considerado uno de los más concurridos debido al prestigio con el que cuenta en el continente y la credibilidad de sus jurados. Este año se presentaron 493 obras de 18 países. Hace dos semanas, los jurados comenzaron la selección, que terminó con una ceremonia en la Sala Che Guevara de esa institución cultural.