El Chaqueño Palavecino: En Cosquín volvió a seducir a todos: las señoras maduras mueren por él, los hombres lo respetan y cantan sus canciones, los niños le piden autógrafos. La mística del músico que sigue subiéndose al escenario vestido de gaucho y se pasea por las peñas como si fuera uno más.