REPERCUSIONES DE LA REUNION OFICIAL POR LA REAPERTURA DEL CERVANTES
Frente a representantes de Actores, MATe, Celcit, ACE y Argentores, Alberto Fernández se comprometió a solucionar el conflicto. Las entidades apreciaron “la mirada hacia adelante”.
› Por Hilda Cabrera
La anunciada reunión de artistas y otras personalidades de la cultura, de trabajadores y delegados gremiales de Cultura de la Nación y del Teatro Nacional Cervantes con el jefe de Gabinete Alberto Fernández ha querido verse como un paso adelante en la solución de un conflicto que mantiene paralizado al único teatro nacional del país (ver edición del 31 de julio de Página/12). En el encuentro realizado el martes en Presidencia, Fernández aseveró –según informaron a este diario representantes de Actores, MATe, Celcit, ACE y Argentores– que resolvería el conflicto, dándose a sí mismo un plazo de 24 horas y manifestando haber mantenido conversaciones con dirigentes de UPCN y ATE (sindicatos entre los que se reparte la agremiación de los trabajadores de la Secretaría de Cultura y el Cervantes) para arribar a una solución inmediata. ¿Significa esto que el secretario de Cultura se desentiende del problema? En diálogo con Página/12, el licenciado Diego Marquis, jefe de prensa y comunicación de Cultura, afirmó –a propósito de esta reunión– que Fernández había respaldado lo declarado por el secretario en la sonada entrevista del jueves 26 otorgada al diario La Nación y que prometía un presupuesto para Cultura destinado a la refacción del teatro. También que los elencos podían continuar los ensayos con vistas al estreno de las obras en un par de meses y que el conflicto con los técnicos artísticos (el sector en situación de protesta) quedaría resuelto a la brevedad.
Los teatristas convocados a Presidencia dieron su propia versión del encuentro. En principio, los sorprendió la no comunicada asistencia de José Nun, que había dispuesto otra entrevista para el mismo día, pero con los elencos en su despacho. La delegación de las entidades que pujan por la reapertura del teatro en condiciones dignas observaron que Fernández centraba su discurso en el Cervantes y no en las intempestivas declaraciones del secretario del jueves 26. Por el contrario se mostró ecuánime, manifestando que la verdad es en ocasiones relativa.
Si bien la delegación objetó con firmeza ese juego de verdades relativas en hechos tan concretos como los que se vienen sucediendo en el transcurso de este conflicto, sus integrantes –entre otros los activos Roberto Cossa, Hugo Urquijo y el abogado Jorge Grinbaum– apreciaron “que se pusiera la mirada hacia delante”. En ese contexto, y con la presencia del subsecretario Juan Manuel Abal Medina (Gestión Pública) y el secretario Enrique Albistur (de Medios de Comunicación), Fernández se refirió a la necesidad de destrabar el conflicto que surge del pedido de los técnicos artísticos de un agrupamiento específico que contemple la singularidad de sus tareas, anunciando la creación para el 2008 de un Instituto del Teatro y de la Música, con estatutos semejantes a los del Incaa, que tenga en cuenta el status de los trabajadores ligados con lo artístico en las áreas de teatro y música. Según el jefe de Gabinete, esta propuesta partía de “Cristina apoyada por Néstor”.
De todas formas, quedaron algo confusas las alusiones a los agremiados a ATE, pues Fernández matizó su discurso manifestando que estaba dispuesto a resolver el conflicto siempre y cuando los técnicos agrupados en ATE no pretendieran negociar presionando desde el mantenimiento de sus medidas de fuerza. Cuando surgió el tema de acelerar los tiempos para hacer realidad el estreno de las obras Todo verde y un árbol lila, de Juan Carlos Gené, y Cremona, adaptación de Roberto Cossa de la obra de Armando Discépolo, la delegación de teatristas planteó que una vez resuelto el conflicto, los elencos podrían recomponer su trabajo pero con la ayuda de un presupuesto para la realización escenográfica de Cremona (pues faltan elementos) y la seguridad de que contarán con los talleres. Luego de estas consideraciones, quedó sin efecto la reunión convocada por el secretario de Cultura para ese mismo día y en su despacho.
Por otra parte, el defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, se dirigió al secretario de Cultura, a quien le pidió formalmente un detalle de las medidas adoptadas para permitir la reapertura de la sala; asimismo, pidió que, en el supuesto de existir un problema edilicio, se informe si existen impedimentos para realizar los trabajos necesarios. La intervención de Mondino llegó en respuesta al documento que el lunes pasado presentaron integrantes de las entidades MATe, Celcit, Actores, Argentores y ACE, ateniéndose a derechos que establece la Constitución frente a actos, hechos y omisiones de la Administración Pública Nacional.
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