Si vinos, quesos y otras delicias tienen su “marca país”, ¿por qué no iba a tenerla el folklore, tan propio de una región, su cultura y su idiosincrasia? A eso apunta la marca Folklore Buenos Aires que ayer lanzó el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires en un auditorio atiborrado de la Casa provincial en Capital. La iniciativa apunta a dinamizar el folklore como generador de trabajo e ingresos y convertirlo en una industria cultural. El anuncio convocó a autoridades de la provincia, con el gobernador Daniel Scioli a la cabeza, de la Academia de Folklore, Capif, Sadaic y Aadi y a decenas de artistas, como Horacio Guarany, que agradeció al Ejecutivo provincial “por no olvidar la base fundamental de todo proyecto: la cultura y la educación junto a la economía”.

Según el texto difundido por la Instituto Cultural, Folklore Buenos Aires aspira a “construir una plaza de negocios” y a “generar espacios de encuentro” en la cadena productiva de la música provincial. El proyecto tiene varios ejes. El primero es la conformación de un circuito afincado en los festivales provinciales ya existentes, pero redefinido de acuerdo con la división en doce regiones que propone la provincia. Cada región destacará un festival según su peso cultural y la importancia que dé a la promoción de artistas e industria local. A corto plazo, la idea es establecer un calendario anual sobre el cual concentrarse y en ellos establecer espacios de intercambio profesional y de negocios. Además, a fin de año se realizará el Festival Internacional de Folklore Buenos Aires que será, según el proyecto, gratuito tanto en el apartado musical como en el de negocios, que aspira a atraer a sellos dedicados a la World Music y a programadores de festivales del mundo.

Otro eje tiene que ver con la difusión de música folklórica provincial. Una medida concreta e inmediata es la creación de un catálogo de artistas locales que serán “prioritarios” para la provincia y que considerará a los que participen activamente del circuito de festivales y tengan un potencial de inserción en el exterior. La otra parte del esfuerzo de difusión es vincular el catálogo con las discográficas, disquerías y radios. El Instituto Cultural apuesta a Internet y mantendrá una base de datos de los actores involucrados. Por último, la marca Folklore Buenos Aires viene con ayuda financiera: Scioli aseguró que el Estado no debe “producir” sino “facilitar la producción” y por eso la iniciativa establece subsidios para ediciones discográficas, emprendimientos asociativos y misiones al exterior. El gobernador destacó la importancia de las peñas como punto de interés turístico, además de tener una función de inclusión social y recuperador de espacios comunitarios. “Pienso en el tango del Abasto, el jazz de New Orleans, el blues de Chicago, y cómo la promoción cultural ayudó a paliar los problemas de violencia”, reflexionó. Antes de cerrar el acto con dos payadores, confió que “Yupanqui estaría feliz de que estemos hablando de estas cosas”.