La lectora atribulada no se desanima cuando camina por los pabellones de la 42 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que termina mañana. A la Feria se la ama y se la odia, se la quiere y se la rechaza; produce sentimientos revueltos y encontrados. La fiesta del libro anda de capa caída, aunque algunas voces quieran subrayar el éxito y prefieran ocultar el desánimo y las preocupaciones debajo de la alfombra. Un afiche pegado sobre paredes y letreros de la avenida de Santa Fe, en el ingreso por Plaza Italia, resume el momento complicado que se vive en comparación con un pasado no tan lejano. “Más de 100.000.000 millones de ejemplares impresos en Argentina en el año 2014. ¡Récord histórico! La apertura indiscriminada de la importación es buen negocio para unas pocas editoriales, implica la destrucción de la industria gráfica nacional y la pérdida de miles de puestos de trabajo. Defendemos la producción y el trabajo argentino”, se lee en este texto firmado por la Federación Gráfica Bonaerense y la Federación Argentina de Trabajadores de la Imprenta, Diarios y Afines. Quedan todavía dos días para recorrer el predio de la Rural, dejarse asombrar por algunas ediciones especiales, rarezas más caras que baratas y descuentos del tipo “liquidación por cierre de temporada” que dependen de cada uno de los expositores.

Un lugar muy especial es el stand 1700 de Uruguay, en el Pabellón Amarillo. Lo atienden Mariela González y Ezequiel Figueredo, de inconfundible amabilidad y acentos uruguayos. Viven en Montevideo, pero hace varias ediciones de la Feria que vienen a trabajar a la Rural. Avisan que no les queda ningún ejemplar de las Obras completas de la poeta Idea Vilariño: trajeron unos 40 libros y los vendieron rápidamente la primera semana. Disponen todavía de varios de la Obra poética de la gran Circe Maia, edición de Rebeca Linke, a 340 pesos. De Mario Levrero se puede conseguir Los muertos y aguas salobres, publicado por Hum, a 170 pesos; y Espacio Libres, de editorial Irrupciones, con prólogo de Pablo Capanna, a 210 pesos. También están los Cuentos escogidos de Juan José Morosoli de Ediciones de la Banda Oriental, a 160 pesos; y Julio Cortázar y Cris, de Cristina Peri Rossi, publicado por Estuario, a 180 pesos. La rareza más exquisita: Cartas y partituras musicales de Felisberto Hernández, con introducción y notas de Daniel Morena, edición de autor a 475 pesos. “Teníamos fama de ser un stand caro, pero este año no. Una particularidad de esta edición es que subieron tantos los precios de los libros en Argentina que dejamos de ser un lugar con libros caros. Ahora nos quejamos nosotros de que los libros de ustedes están caros”, cuenta Figueredo a Página/12. Al stand trajeron unos 1600 libros y calculan que van a llevar de regreso a Montevideo “la mitad o un poco menos”, estima González. Como todos los stands de los países, la única opción de pago es efectivo. Si se compran un par de libros, se puede conseguir algún tipo de descuento.

Uno de los mejores espacios para “perder la cabeza por los libros” –la traducción de la letra del bolero a la cultura libresca– está en el Pabellón Azul, más precisamente en el stand 520. Ahí está Waldhuter con su tentador arsenal de libros importados de sellos españoles y latinoamericanos. Hay títulos que todavía no llegaron a las librerías, que sólo están acá, como el tercer tomo de los Cuentos completos de Anton Chéjov, de Páginas de Espuma, a 900 pesos; Londres noir. El libro negro del crimen, con prólogo de Charles Dickens, publicado por la editorial La Felguera, a 420 pesos; Todo el mundo adora nuestra ciudad. Una historia oral del grunge de Mark Yarm, del sello espop, a 570 pesos; dos títulos de la escritora japonesa Yoko Ogawa, El museo del silencio y Bailando con elefante y gato, editados por Funambulista, a 350 pesos cada uno; y El fin del “homo sovieticus” de Svetlana Aleksievich, la reciente Premio Nobel de Literatura, publicado por Acantilado, a 620 pesos. Aunque el bolsillo se puede resentir con solo elegir una de las opciones, lo tentador es que Waldhuter conserva el programa Ahora 12 que permite pagar la compra hasta en 12 cuotas sin interés. En el Pabellón Verde, el stand 817 del Fondo de Cultura Económica tiene algunos libros que recién llegaron de Chile, como Reconceptualización del desarrollo en la era global de la información, de Manuel Castells y Pekka Himanen, a 420 pesos; Bombas de intuición y otras herramientas del pensamiento de Daniel Dennett de 369 pesos, y Hablar al aire. Una historia de la idea de la comunicación de John D. Peters, a 373 pesos. De promoción hay varios títulos como Esplendores del Centenario. Relatos de la elite argentina desde Europa y los Estados Unidos en la serie Viajeros, a 188 pesos, La poesía completa del poeta mexicano Efraín Huerta a 207 pesos o Más allá de la economía, una antología de Albert Hirchsman a 255 pesos. En el mismo stand se consigue el último libro de Isol, premio Astrid Lindgren 2015, Abecedario a mano (194 pesos) y los Cuentos completos de Ezequiel Martínez Estrada, en la serie del Recienvenido que dirige Ricardo Piglia, a 389 pesos. En el stand 923, también del Pabellón Verde, Corregidor tiene La catedral de los negros del cubano Marcial Gala –que según Víctor Hugo Morales “lo hizo acordar a Juan Rulfo”, recuerda Norberto Gugliotella–, a 270 pesos; y varios libros de Clarice Lispector, entre novelas y cuentos como Un aprendizaje o el libro de los placeres (200 pesos), Un soplo de vida (200 pesos), La hora de la estrella (150 pesos) y La bella y la bestia (180 pesos), entre otros. Corregidor también tiene Ahora 12.

La marea de colores empuja nuevamente hacia el Pabellón Amarillo, el stand 1506 del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y la Red de Editoriales de Universidades Nacionales (REUN), un espacio que aglutina libros de 36 editoriales universitarias de todo el país. Hay varios títulos del cordobés Juan Filloy, las novelas Caterva, Sagesse, Ignitus y el libro de poemas Balumba, a un promedio de 200 pesos, publicados por la editorial de la Universidad de Río Cuarto. La editorial Eduvim de Villa María despliega una colección de ensayos Ideas Argentinas a 99 pesos cada título, que incluye China, el aliado inesperado de Néstor Restivo, Vidas en suspenso. Jóvenes y violencia institucional de María Florencia Alcaraz y El príncipe democrático Sudamericano de Mariano Fraschini y Nicolás Tereschuk, entre otros títulos. Facundo Fontanela, gerente del stand, recomienda especialmente los Textos reunidos de Agustín Tosco en dos tomos, de la editorial de la Universidad Nacional de Córdoba (el primer tomo a 153 pesos, el segundo a 173 pesos) y la reedición de Vivir con virus de Marta Dillon, coeditada por La Granada y Edulp (de la Plata), a 230 pesos. ¿Cómo suenan los sonetos de William Shakespeare en castellano rioplatense? Pase y vea Solo vos sos vos, una antología traducida por Miguel Angel Montezanti, editada por Eudem (el sello de la universidad de Mar del Plata), a 129 pesos. Hay tanto para revolver y no morir en el intento que se recomienda poner en remojo la impaciencia y la ansiedad. Hay un libro más a tener en cuenta: Yo nena, yo princesa. Luana, la niña que eligió su propio nombre, la historia de la nena trans que obtuvo un nuevo documento nacional de identidad contada por su mamá Gabriela Mansilla, editado por la Universidad General Nacional de Sarmiento, a 180 pesos. “Todos los que paguen en efectivo tendrán un descuento del 30 por ciento por ser el último fin de semana de la Feria”, afirma Fontanela.

En el Pabellón Azul está el colectivo de editoriales La Sensación (stand 428), integrado por Blatt & Ríos, Iván Rosado (Rosario), Mansalva y Caballo Negro (Córdoba). Acaban de ingresar novedades que por ahora sólo se consiguen acá: Correspondencia de Néstor Perlongher (Mansalva) a 328 pesos; Una poesía del futuro, el libro de conversaciones de Juan L. Ortiz compilado por Osvaldo Aguirre (Mansalva), a 280 pesos; Vivir en la salina. Cuentos completos de Elvio Gandolfo (Caballo Negro) a 400 pesos; Querido Nicolás de Pablo (Blatt & Ríos) a 225 pesos; Si te copás y curtís de Washington Cucurto (Iván Rosado), a 120 pesos; y Versos selectos de Max Cachimba (Iván Rosado), a 110 pesos. “Por ley no podemos ofrecer descuentos de más del 10 por ciento”, aclara el escritor y editor Damián Ríos. La lectora atribulada camina otra vez por el Pabellón Amarillo y cree leer de refilón “Libros al 50 por ciento”. Retrocede y comprueba que no fue una falsa impresión óptica. En el stand 1701 de Edición Filosofía y Letras se puede conseguir algunos títulos como Pensar la edición, que está 110 a 55 pesos con el descuento; Literaturas caribeñas: debates, reescrituras, tradiciones, compilado por María Fernanda Pampín y Guadalupe Silva, que está 180 a 90 pesos; Las empresas recuperadas. Autogestión obrera en Argentina y América Latina, compilado por Andrés Ruggeri, de 80 a 40 pesos; y en el centenario del poeta nicaragüense Rubén Darío. Crónicas viajeras. Derroteros de una poética, edición, prólogo y notas de Rodrigo Javier Ceresani, de 180 a 90 pesos. En el stand colectivo 1920 de Los Siete logos, que reúne a Adriana Hidalgo, Eterna Cadencia, Katz, Caja Negra, Mardulce, Entropía y Beatriz Viterbo, hay también promociones: si se llevan tres libros de Eterna Cadencia, por ejemplo, hay uno de regalo de la colección crónicas, entre los que se pueden elegir Charlatanes, Arriba las manos, Cosmópolis, Un final feliz y Cielo Dandi. Si se llevan Cine I y Cine II de Juan Martini a 215 pesos cada uno, Cine III, del mismo autor, va de regalo.