¿Cómo reactualizar un clásico de la literatura que fue películas musicales y hasta una serie de tevé? De hecho, esta última es la base de La Bella y La Bestia que emite Universal Channel (los lunes, a las 22, la semana pasada se vio el primer episodio de la segunda temporada). Y tan mal no le ha ido, ya que ha recibido más de un premio en los People’s Choice Awards. Esta versión, al igual que la realizada hace más de dos décadas, cuenta con el plus de situar aquel cuento tradicional europeo en un presente urbano, oscuro y vaporoso. Si bien hoy no suena tan descabellado, el cambio de escenario planteado por la serie en la que actuaba Linda “Sarah Connor” Hamilton fue un cambio de estructura novedoso en la ficción.

La bella es Catherine “Cat” Chandler (Kristin Kreuk), una detective de homicidios que en su adolescencia fue salvada por una figura mitad hombre mitad animal. Años después, cuando la mujer policía siga el rastro de un caso similar, bueno... Bella y Bestia son. El punto de partida para este año es que sus protagonistas ya están enamorados y por lo tanto más en peligro que nunca. ¿Por qué? La Bestia, Vincent Keller (Jay Ryan), fue parte de un experimento militar en Afganistán en el que se quisieron crear súper soldados. Salió mal y ahora lo quieren exterminar para no dejar rastro alguno del proyecto. En el combo de amor con figuras increíbles, hay hasta referencias al escenario post 11-S. Preparen los pañuelos y el pochoclo.