SERIES › OMAR “FOREMAN” EPPS Y LA SEGUNDA TEMPORADA DE RESURRECTION
Alejada del terror, y más cerca del drama sobrenatural, la ficción con muertos que retornan cuenta con Epps en uno de los protagónicos. “La gente se apasiona muchísimo con programas que los conmueven”, dice el actor aún recordado por su papel en Dr. House.
› Por Federico Lisica
Mientras que en Dr. House su Eric Foreman debía lidiar con los que querían seguir vivos, en Resurrection (martes a las 23 por AXN) Omar Epps –ahora a cargo de J. Martin Bellamy– tiene que hacerlo con los que quieren mantenerse de este lado pero están muertos. En la serie que acaba de estrenar su segunda temporada, las cuestiones temporales y vitales se ponen en tela de juicio, especialmente para su propio personaje. “Desde un principio me atrajo el planteo, no importa el credo o la raza porque en definitiva todos son seres humanos que en algún momento deberán transitar lo que se ve en la serie. Los guionistas lo han trabajado de manera muy interesante, casi que no se necesita de traducción”, le dice Epps a Página/12, que participó de una conferencia telefónica con medios latinos.
En Resurrection, los muertos retornan a Arcadia para visitar a quienes todavía no habían terminado el duelo. Los motivos de su vuelta se fueron develando de a poco, pero era claro que todos habían dejado cuentas pendientes en el “más acá”. Porque el gran asunto no es tanto la mortandad sino cómo se la atraviesa. El primero de los reaparecidos era Jacob (Landon Giménez) que había despertado en China a tres décadas de su muerte. El encargado de llevar al crío de ocho años de vuelta con su familia era el agente de aduana interpretado por Epps. Las cosas se complicaban en ese angelical pueblo de Misouri por el interés del gobierno en el acontecimiento paranormal. Vaya si lo sabe Bellamy, que deja su escepticismo de lado y comienza a actuar tras haber tenido su propio obituario. En el primer episodio de la actual temporada, su personaje despierta en un campo, igual que lo había hecho Jacob, y, ejem, el Dr. Jack Shepard de Lost. Más allá de estas referencias que sirven para pisar en tierra segura, Epps asegura que esta temporada buscarán incomodar “un poco” a la audiencia, “que no puedan anticipar tanto hacia dónde va”.
Resurrection, producto de la ABC estadounidense, es una adaptación de la novela The Returned, escrita por Jason Mott. La ficción abandonó cierto aire New Age y profundizó el recurso del suspenso. ¿Podrán los humanos superar la idea de perder a sus seres queridos nuevamente? ¿Son fantasmas, zombies, “humanos”? ¿Cómo soportar que nuestra propia madre fallecida nos dé un cachetazo cuando sabemos que ya no existe? ¿Qué busca ese departamento gubernamental secuestrando a los retornados? Dilemas que plantea la serie.
–¿Cuál fue su reacción al leer el guión del primer episodio de la nueva temporada?
–Guau (se ríe). No lo veía venir y pensé lo excitante que iba a ser tomar este camino completamente diferente a la primera temporada.
–¿Este cambio es un relanzamiento para Resurrection?
–Creo que vamos en una buena dirección. El comienzo de la primera temporada fue idílico en cierta manera, era esencialmente un drama familiar. Era menos sobre el fenómeno que sobre cómo afectaba aquello a la familia de Jacob y a todos en el pueblo. En la segunda temporada ya tenemos todo eso en nuestra cabeza. La mayoría de los personajes ya reaccionaron en la primera temporada, ahora es el momento de actuar.
–¿Cuánto cambia la relación de su personaje con el de Jacob ahora que ambos han atravesado el mismo camino, por así decirlo?
–Buena pregunta. Su relación se vuelve más cercana, crece. Se comienzan a revelar cosas de Jacob y ahora Bellamy entiende más gracias a la conexión. Y también se conoce el pasado de Bellamy. Es como una evolución natural hacia donde debería encaminarse.
–Debe ser muy singular el momento de verse con seguidores del programa y que le pregunten hacia dónde virará la historia. ¿Cómo son esos encuentros? ¿Hasta dónde puede contar? ¿Cómo se las arregla para no spoilear demasiado?
–Es un tema gracioso. Porque efectivamente sé hacia dónde va todo. Me interesa ver las reacciones y sorpresas. Ese es el fundamento del entretenimiento. Es visual pero es personal, y la gente se apasiona muchísimo con programas que los conmueven. Basta verlo en las redes sociales donde se cocinan las grandes discusiones. Yo me siento, observo, y me relajo (se ríe).
–Usted ha interpretado muchos papeles en cine y tevé pero Resurrection, particularmente en esta temporada, se siente como un protagónico, ¿lo siente así?
–En realidad no porque todo lo encaro con el mismo grado de pasión. Sea un secundario, como figura o cofigura, siempre se trata de lo que uno quiere aportar a nivel creativo. Aunque sean proyectos muy diferentes. Resurrection lo es con Dr. House, por ejemplo, no sólo por la temática sino también por el estilo. Hasta Dr. House no había sido parte de una serie televisiva de esa manera. Resurrection es otro escalón del viaje.
–¿No cree que en cierta manera Eric Foreman de Dr. House está conectado con J. Martin Bellamy de Resurrection?
–Son dos personas completamente diferentes aunque ayuden a otros. Foreman era mucho más conservador y mucho más terrenal. Bellamy tiene todo por explorar, no está ni muy acá ni muy allá. Es más secreto como personaje.
–Y no tiene a ningún médico que le esté rompiendo la paciencia.
–¡Exacto!
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