Ayer HBO emitió el primer capítulo de la última temporada de The Newsroom (domingos a las 21 por HBO). “No estamos en el epílogo, sino en el final de la primera parte”, sentenció en un momento un personaje anticipando el cierre de la historia. Quedan cinco episodios más sobre los de-safíos personales y profesionales del periodista Will McAvoy, interpretado por un sagaz Jeff Daniels (ganador del Emmy por su papel en la serie) y del equipo de producción de su noticiero. Creada por Aaron Sorkin (The West Wing), son de esperar diálogos filosos, personajes nobles en circunstancias que no lo son y algunos chistes anglocéntricos.

Esta vez la trama de la Atlantis Cable News comenzó con el atentado terrorista en la maratón de Boston y el debate sobre la labor periodística que suscitó el caso. En fin, el no chequeo de fuentes y la competencia que representan las redes sociales para la prensa tradicional. The Newsroom también abordará temas plenamente ficticios, como la posible compra y pelea por el control de ACN y el futuro matrimonio de los protagonistas. Y hay otros “casi ficticios” como la repercusión de documentos confidenciales que la señal recibió de una misteriosa fuente del gobierno (¿alguien dijo Edward Snowden?). La serie guarda una extraña virtud. Desde la idealización de la labor periodística queda en evidencia la construcción de las noticias que hay en los noticieros reales (con sus dardos a CNN y especialmente a Fox). Y como la ficción tantea casos recientes (antes había sido con la reelección de Obama y el Tea Party), se juega con lo que pasó, lo que no se sabe es cómo llegaron a ser noticia. Entonces, ¿se sabrá realmente?