“Nunca entenderé a la gente”, le dijo alguna vez Elaine Benes a Jerry Seinfeld. Y el protagonista de una de las mejores y más crueles sitcoms de todos los tiempos sentenció: “La gente es lo peor”. Puede que los protagonistas de You’re the worst (Vos sos el peor) vengan de la misma horma que aquellos otros. Jimmy (Chris Geere) y Gretchen (Aya Cash) son todo un cúmulo de cualidades negativas. Hasta podría decirse que la mayor diferencia con Elaine y Jerry es geográfica, ya que estos dos viven en Los Angeles. Pero no. El reciente estreno de FOX Comedy (lunes a las 23, a raíz de dos episodios consecutivos) lleva a los tórtolos a atravesar las etapas de una relación. Algo a lo que la dupla neoyorquina se había negado por ideología.

El comienzo de You’re the worst se dio en una boda –¿dónde si no?–, con el flechazo de estos dos sujetos más bien odiables. De allí en más, durante sus diez episodios, se darán tópicos (amistad, comida, celos, miedos) y progresiones (del sexo ocasional al compromiso) con el enamoramiento (casi a pesar) de Jimmy y Gretchen. Hay diálogos punzantes y una puesta en escena moderna, al menos para cierto estándar social estadounidense. Otras comedias como Men At Work y The Exes –ambas por Comedy Central, los martes a las 20 y a las 20.30, respectivamente– también indagan sobre el apego tóxico. El reiniciar la soltería en un caso y sobre aprender a convivir con el divorcio en el segundo. Lo que distingue a la creación de Stephen Falk (Weeds, Orange is the New Black) es su apuesta a desanudar el corset de los amoríos ficcionales atravesando a conciencia sus clisés. Un caso: Jimmy conoce a los padres de la mentirosa compulsiva que es Gretchen y en el medio de la reunión de compromiso, les suelta con toda su lascivia brit: “Lo siento por ustedes. Nunca sabrán el brillante y hermoso desastre que es su hija”. El actor inglés asegura que las comedias románticas son como un terreno seguro y que el gran distintivo de You’re the worst es su mirada fresca y realista sobre el amor. “Es impetuosa y por momentos ruda”, opina Geere.

–Su personaje es, al menos en un principio, narcisista y autodestructivo. ¿Cuán interesante es interpretar a alguien así?

–Es fantástico. Es como la voz de la sinrazón. Creo que la mayoría de las personas mantiene para sí misma sus pensamientos negativos sobre la sociedad y los demás. Y este tipo dice lo que piensa, por lo que fue muy divertido de interpretar.

–¿Dónde se nota el sello de Stephen Falk en la serie?

–Stephen es muy inteligente. Está muy al día de los pensamientos de las personas. Los chistes están muy bien colocados, no siguen un estándar típico de la tevé. Escribe desde el corazón, rápido y gracioso. Les da muchas dimensiones a los personajes. He leído muchísimos guiones y Stephen es por lejos el mejor guionista con el que he trabajado.

–¿Qué pensó al leer el guión del piloto?

–Mi parte estaba pensada originalmente para un actor estadounidense. Estaba preparando el tono, pero propuse intentarlo con acento británico. Lo sentía más apropiado y gracioso al natural. A Stephen Falk le pareció excitante intentar con ese cambio de dirección. Luego me eligieron en el casting y el resto es historia.

–¿Cómo generaron la química con Aya Cash?

–No nos cansamos de agradecer sobre ese punto. La química que logramos en pantalla es lo mejor que podría suceder, porque los actores sabemos que eso no se puede crear. Está o no está, y por eso es tan divertido trabajar con ella. Creo que va camino a convertirse en uno de los grandes nombres.

–La serie retrata una relación de un modo diferente, incluso haciendo foco sobre lo malo. ¿Por qué cree que para el público es atractiva esta apuesta?

–Cualquier programa tiene que generar identificación. Aquí hay personajes que cometen errores. Hay situaciones incómodas que son muy comunes en estos días. Salir con alguien en una primera cita no es fácil. Es muy duro seguir y vivir juntos, porque están los sentimientos y las ganas de adaptarse. Todos hemos pasado por esto y aquí se dicen cosas que seguro uno ha pensado al estar con otra persona. Lo bueno de esta serie es que no sigue el típico formato de comedia romántica. En cierto modo, se toma la estructura habitual de una comedia romántica y se trastrueca. Lo que más quisiera es que la serie pueda representar cómo son las relaciones en la actualidad.