SERIES › THE WALKING DEAD Y UN ANTICIPO EN EL MADISON SQUARE GARDEN
La sexta temporada de la serie que muestra la lucha contra los zombies comenzará esta noche y en la Argentina podrá verse en simultáneo con el resto del mundo (en paquete premium). Como parte de la Comic Con neoyorquina, el primer episodio se adelantó ante 18 mil fans.
› Por Roque Casciero
Desde Nueva York
La presentación de la sexta temporada de The Walking Dead fue histórica. Bueno, al menos lo fue en lo que a historia de la televisión se refiere: nunca antes una serie se había anticipado en el Madison Square Garden neoyorquino. Y fue ante 18 mil fans excitadísimos, que gritaban como si de repente un walker se propusiera comerles un brazo cada vez que en las pantallas aparecía alguno de los personajes más queridos. La magnitud del evento, cuyas entradas se conseguían a través de concursos, dio cuenta del alcance de la serie en todo el mundo. Es que este programa que se suponía de nicho –la temática zombie siempre lo había sido– logró a través de cinco temporadas mantener en vilo a millones de personas (20 millones sólo en Estados Unidos), que hablan de Rick Grimes o Daryl Dixon como si fueran familiares o vecinos.
Que la presentación del episodio especial de 90 minutos haya sido en Nueva York tiene sentido: en esta ciudad se desarrolla hasta hoy la Comic Con (NYCC), con lo que el mundo de las historietas, el cine de acción y la televisión se ha trasladado al enorme centro de convenciones Javits, en el costado oeste de Manhattan. Aquí se desata la fiebre de los seguidores de los comics, que caminan los pasillos disfrazados con esmero y acarreando bolsones enormes repletos de merchandising. En la zona de prensa, los actores, creadores y productores pasan por entrevistas colectivas que a veces duran ¡cuatro minutos! Todo es afiebrado, vertiginoso y excitante, especialmente cuando aparece ese esquivo muñeco que se buscó durante años o cuando en algún local anuncian ofertas durante media hora.
En un costado del Javits Center, los dibujantes hacen su arte o firman ejemplares de comics, mientras que en el piso de abajo los paneles concitan la atención de los seguidores de las series, porque por allí pasan los protagonistas. ¿Y qué mejor que The Walking Dead como emblema para esos dos mundos –los cuadritos y las pantallas– que suelen cruzarse cada vez más seguido? Las credenciales de cada uno de los 150 mil que entrarán en estos días a NYCC tienen imágenes de la serie de AMC. La de prensa, por ejemplo, viene con la frase “El nuevo mundo va a necesitar a Rick Grimes”.
Para los fans argentinos de este mundo post apocalíptico también será histórico poder ver el episodio inicial en simultáneo con el resto del mundo. Habrá que disponer del paquete premium de Fox a tal efecto: lo transmitirá la señal Fox1 a las 22.30 de hoy. Quienes tengan el cable básico deberán esperar hasta mañana a las 22, en el horario habitual de la serie. La temporada constará de 16 episodios, divididos en dos tandas de 8. Y, como siempre, ninguno de los personajes estará seguro en medio de las hordas de zombies ansiosas por devorárselos.
Eso fue, precisamente, lo que les recordó a los seguidores presentes en el Garden el creador del comic y la serie, Robert Kirkman, ante el abucheo de la multitud. “¡Vamos, háganlo más fuerte!”, desafió en broma. “Díganme quién es su favorito y va a ser el primero en morir.” Kirkman aseguró también que la sexta temporada de The Walking Dead será la más intensa que se haya visto en pantalla. Y seguramente mucho de eso tendrá que ver con el cambio de estrategia de Rick Grimes (Andrew Lincoln), quien decide que es tiempo de dejar de esperar a que los walkers ataquen a los sobrevivientes y salir a pegar primero.
Alerta de spoilers (mínimos y que los fans más hardcore ya conocen): el episodio inicial de la sexta temporada retoma exactamente donde había terminado la quinta, justo después de que Grimes matara de un tiro en la cara a un miembro de la comunidad de Alexandria. El tipo en cuestión había asesinado al esposo de la líder Deanna Moore. Y aunque los sobrevivientes del grupo de Grimes estén seguros en la comunidad, la amenaza inminente de los walkers se torna demasiado grande como para que el ex sheriff pueda quedarse quieto. El cambio de estrategia de Grimes domina el episodio, que está filmado con dos arcos argumentales en tiempos distintos (y hasta tres si se cuenta una suerte de “extra”), con el pasado inmediato en blanco y negro. Así se arma la trama de una suerte de contraataque, que en el final del episodio le pondrá los pelos de punta a los seguidores de la serie.
La proyección del episodio en Nueva York fue bajo estrictas normas de seguridad, con tipos de esos con los que a nadie le gustaría pelearse recorriendo los pasillos en busca de lucecitas de celulares encendidas. Y tenían menos pulgas que Rick si alguno se les retobaba... Sobre el escenario del Madison Square Garden estuvieron todos los protagonistas de The Walking Dead y varios de los actores a quienes los zombies despacharon fuera de la pantalla. Por supuesto, el que más llamó la atención fue Norman Reedus, que en la serie encarna a Daryl: entró en moto desde la otra punta de la arena, tal como lo haría su personaje, aunque trajeado para la ocasión. “No importa lo que hagamos el resto, Norman llega, se cambia, se sube a la moto y ya tiene los planos más copados de la serie”, se rió más tarde Lincoln. Y el propio Reedus, con su look de “no me baño hace un mes y por eso les gusto a todas”, aprovechó el amor incondicional de los fans para pedirles que le desearan feliz cumpleaños a su hijo, presente en el Garden.
Así transcurrió la presentación de la temporada luego de la emisión del episodio, en un clima de familiaridad extendida hacia todo el estadio cerrado. Hubo una trivia disputada entre los varones y las damas del elenco (tenían que adivinar cuáles eran las frases preferidas de los fans y cómo uno se daba cuenta de que Rick estaba enojado), se “instituyó” el Salón de la Fama de The Walking Dead (el primero en ingresar fue Scott Wilson, Helsher Green en las primeras temporadas), algunos fans famosos (como Simon Pegg) les hicieron preguntas vía video a los actores, y así... El final, acorde con los tiempos, fue con una selfie de todo el elenco, que la presentadora presentó como la más grande de la historia, porque pidió que cada asistente también se sacara una al mismo tiempo (con los actores en pantalla).
Nueva York está a años luz de la distopia planteada por la serie, pero por estos días no es nada extraño cruzarse zombies que salen de las bocas de subte rumbo al Javits Center. Toda esta locura terminará esta tarde, cuando NYCC cierre hasta el próximo año. O hasta que el brote de algún virus desate el apocalipsis y cada uno precise encontrar a su Rick Grimes interior para sobrevivir.
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