Hoy a las 22, Comedy Central estrena la vigésima temporada de South Park. Así que Stan, Kyle, Eric y Kenny están a un año de poder comprar de manera legal cerveza en un bar. Como si la ley les importara a sus protagonistas animados. “South Park es una pintura creativa que examina y parodia las cosas más extrañas que suceden en el mundo adulto de los Estados Unidos: cuatro chicos intentan darle un poco de sentido”, sentenciaron en el muy respetable informativo 60 Minutes. ¿Algunos hitos del cuarteto mágico e inadaptado del pueblo ficticio de Colorado? Uno de ellos se unió a la Cienciología (“porque era divertido y gratuito”), lo cual hizo enojar bastante a Tom Cruise y a Isaac Hayes (que abandonó su rol como Chef) en “el mundo real”. Cartman quiso iniciar un segundo Holocausto. Estuvieron a favor y en contra de la guerra en Irak. Caricaturizaron a Mahoma, pero ese capítulo no lo pudieron emitir. Hicieron que Buda fuese adicto a la cocaína y que George Bush defecara sobre la bandera de Estados Unidos. Es decir, ofendieron a todas y cada una de las creencias y poderes establecidos, solo para descubrir que Dios era una araña intergaláctica gigante. Sus creadores, Trey Parker y Matt Stone, aseguran no haber encontrado aún un tema intocable. Ahora que sus criaturas están a un tris del mundo adulto, ¿qué harán? En el primer episodio de la nueva temporada J.J. Abrams va a modernizar el himno de su país, su profesor de colegio seguirá en campaña presidencial y Cartman se volverá el troll más repudiado de Internet. Los tiempos cambian.