Mañana a las 22, Warner Channel estrenará Arma Mortal. Nueva versión de la franquicia policial que brilló entre los ‘80 y los ‘90, con la más prototípica de todas las duplas de detectives. A diferencia de productos televisivos que se sirven de un original para reinterpretarlo (El Exorcista, Fargo, Hannibal y –como se explica en esta página– Westworld), aquí solo faltaría que Martin Riggs y Roger Murtaugh fuesen interpretados por Mel Gibson y Danny Glover. La historia, el contexto, las características del policía alocado y el timorato personificados por Clayne Crawford y Damon Wayans, son prácticamente los mismos. Incluso el logo es idéntico. Punto a favor: la dinámica entre ambos recuerda a las dos primeras entregas de la saga de films. Punto en contra: en otros resuena el timing en modo automático de las últimas dos de la saga.

Arma Mortal recurre al inicio de la historia. Riggs acaba de perder a su esposa en un accidente y es relocalizado en Los Ángeles. Su compañero será Murtaugh de nuevo en las calles tras una operación de corazón. Uno se coloca el fierro de un criminal en la frente, el otro anda midiéndose la frecuencia cardíaca a cada rato. La persecución en una pista de carreras ubica el tono desentendido del realismo y ciento por ciento adrenalínico. Por cierto, ese verosímil de tiros y chistes es lo mejor de la propuesta. ¿El jefe molesto? Chequeado. ¿El auto como epicentro de bromas y velocidad? Listo. ¿Corrupción de las cúpulas? Tal vez. En el clon no falta nada. O sí, los saxos como acompañamiento de la banda sonora y los inodoros volando por los aires.