El largo cumpleaños de Atahualpa Yupanqui (100 velas) sigue su curso. A partir de hoy y hasta el domingo, tendrán cabida más festejos con dos sucesos, entre los casi 30 que se vienen dando desde fines de marzo unidos por una estética del recuerdo. En Abra Pampa, San Salvador y Salta, Mariana Carrizo, Tomás Lipán y Adrián Temer animarán un fin de semana esencialmente yupanquiano con recitales en las tres sedes, acompañados por charlas debate y proyecciones fílmicas; mañana, en Buenos Aires, otro conglomerado de artistas populares rendirá homenaje al gran creador en el Centro Nacional de la Música (México 564). Con entrada libre y gratuita, será el turno de la Bruja Salguero, Edith Rossetti, La Yunta, José Ceña y el Ballet Folklórico Nacional, todos coordinados por un maestro de ceremonia a tono: Marcelo Simón.

Esta será la última parada en Buenos Aires del programa “Yo tengo tantos hermanos”, coordinado por Silvia Majul y el mismo Ceña, y solventado por la Secretaría de Cultura de la Nación, que se viene desa-rrollando desde el 30 de marzo, cuando Suma Paz y Roberto Chavero –dos expertos en la cuestión, claro– charlaron y tocaron en Zapala, Neuquén, inaugurando el primer –y emotivo– acto a cien años del nacimiento del hombre. El cierre porteño no implica el del interior, donde aún hay actividades programadas para el resto del año, en sedes a las que el impulso aún no ha llegado: Entre Ríos, Chaco, La Pampa y Formosa. La parada norteña, la de este fin de semana, contemplará, además de los recitales, la proyección del documental El universo de la guitarra, en el que Yupanqui relata, durante una larga entrevista, el significado de la guitarra asociado al sonido del bosque o de la selva.

Las celebraciones, hasta hoy, llevaron el recuerdo de Don Ata a distintos rincones del país a través de diversas manifestaciones: muestra de fotografías, exposición de vinilos, conciertos, charlas, danza y presentaciones de libros. Tras el debut en Zapala, el periodista, músico e investigador Sebastián Domínguez brindó una rica conferencia sobre su poética (“Asuntos del alma”) en Pergamino –ciudad natal de Yupanqui– que prosiguió con la proyección del documental La Querencia y un recital a cargo de otro experto en la materia: Arturo Zeballos. Mediando abril, San Carlos de Bariloche recibió una muestra acabada (en guitarra) de Carlos Martínez. El 16 de mayo, Suna Rocha animó en Rosario el Encuentro de Músicos Independientes y una semana después, Coqui Sosa ofreció su espectáculo Destino del canto en Cipolletti, Río Negro, en el marco de otra iniciativa englobadora: el programa “Argentina de Punta a Punta”.

La última actividad fue a principios de este mes en Santa Fe, con las presentaciones de Arturo Zeballos y Sebastián Domínguez. La provincia de Buenos Aires, en tanto, fue sede de una multiplicidad de secuencias yupanquianas que fueron desde un recital que unió a Laura Albarracín, Franco Luciani, Carlos Martínez, Edith Rossetti, Alfonso Nassif, Suna Rocha y Tomás Lipán (en el marco de la Feria Internacional del Libro), hasta una charla debate con la presencia de periodistas especializados y del historiador Norberto Galasso, autor del libro El canto de la patria; de la proyección del film Zafra, de Lucas Demare, a la presentación de libros como Cartas a Nenette, de Víctor Pintos. También, durante el extenso cumpleaños, pudo verse Horizontes de piedra –con Yupanqui como actor–, basada en Cerro Bayo, la primera novela folklórica parida por la literatura argentina, ganadora del primer premio como mejor música de película en el Festival de Cine de Checoslovaquia, en 1956.

El Centro Nacional de la Música fue sede también de uno de los momentos cumbre del homenaje: la proyección del audiovisual Don Ata, de Ricardo Acebal, pleno de testimonios y paisajes de lugares que Yupanqui recorrió especialmente: Cerro Colorado, Pergamino, Tucumán, Entre Ríos y La Rioja, enlazados por el decir de su voz en el “El payador perseguido”, “El alazán”, “El arriero” y una banda de sonido sólo factible con su figura como eje: Waldo de los Ríos, Los Chalchaleros, Suma Paz, Víctor Velásquez, Alberto Cortez, Juan Carlos Baglietto y Divididos.

También intervinieron en las conmemoraciones Teresa Parodi, la escritora mendocina Eliana Abdala, Vitillo Abalos y un sinfín de émulos anónimos: aquel payador solitario y perseguido terminó, al fin, teniendo un millón de amigos. Demostrado.