Musha, Peteco, Cuti, Kali, Roberto. Sus nombres sueltos no dan demasiadas pistas. Su apellido, en cambio, es casi un slogan de la chacarera. Los cinco integrantes del prolífico tronco familiar santiagueño se han reunido en el proyecto “Los Carabajales”, reeditando la que alguna vez fue la formación del grupo Los Carabajal, pero desde una mirada que apuesta a un nuevo repertorio, según se escucha en el disco que acaban de editar. La presentación porteña en sociedad será en un ciclo que comienza hoy a las 21 en La Trastienda (Balcarce 460), y que continúa los siguientes miércoles de marzo.

La idea, cuentan sus integrantes, surgió en un programa de televisión de homenaje a la historia de Los Carabajal. Roberto tiró la idea, y el resto no lo dudó. Hasta se sacaron una foto grupal con sus celulares para testimoniar el nacimiento del proyecto. Al mando de la producción y la selección del repertorio, Peteco eligió “mirar hacia adelante”. “Me ha parecido que teníamos que retomar aquel sonido del conjunto que teníamos hace treinta años, pero sin ponernos nostálgicos. Porque Los Carabajal siempre han marcado tendencia con el repertorio, y eso es lo que hemos intentado seguir haciendo”, explica. Por eso temas como “La bastonera”, “Huella de ida y vuelta”, la bellísma “Oración del remanso” –que aunque ya tiene muchas versiones, aclaran ellos, provocó la necesidad de una más por parte de los santiagueños–, o “Si me voy antes que vos”, de Jaime Roos, aparecen en el nuevo repertorio.

“Si nos reunimos ahora fue, fundamentalmente, por una necesidad espiritual. Todos hemos ido tomando nuestros propios caminos, pero hay una historia común muy fuerte. Quisimos dejarla plasmada, y hacernos cargo de esa historia”, define Musha la intención de Los Carabajales. “Y además es una historia que hemos construido con mucho sacrificio, pero con mucha felicidad, porque hemos hecho siempre lo que sentimos. Este es un momento de madurez que nos permite despojarnos de las vanidades que pueden tener los seres humanos, para decir: estos somos nosotros, acá estamos, unidos.” “Era muy importante no fallar en el repertorio”, agrega Peteco. “No buscar la ocurrencia: ‘Se me ocurre que esto puede pegar’. Esa nunca ha sido nuestra forma”. Claro que, además de los temas del disco, en las presentaciones en vivo no podrán faltar esos temas que ya son himnos como “Domingo santiagueño”, “Como pájaros en el aire”, “Entre a mi pago sin golpear” o “Desde el Puente Carretero”. Temas que forman parte de la historia de Los Carabajales: así los llaman en Santiago, en plural, sobredimensionando la cantidad de representantes, de tantos que parecen haciendo música generación tras generación.