Sábado, 14 de agosto de 2010 | Hoy
MUSICA › EL FESTIVAL DE TANGO Y TRES PROPUESTAS QUE ABREN EL GéNERO A LAS NUEVAS GENERACIONES
El encuentro, que empezará hoy en distintas sedes, reserva un lugar para que también disfruten los chicos. Guillermo Fernández y Demoliendo Tangos presentarán El tango es puro cuento. Habrá espectáculos de Brian Chambouleyron y del Momusi.
Por Karina Micheletto
Dicen que el tango espera. Que llega después de los 30: cuando ya se ha sabido en carne propia de los desengaños de la vida, según indicaba aquella frase de Pugliese, devenida en lugar común. ¿Y qué pasa si el tango, en lugar de esperar, avanza, va a buscar? En algo de eso consiste la idea de la sección para chicos del Festival de Tango, que comienza hoy (ver aparte). Esta edición trae tres propuestas que abren el género a las nuevas generaciones, y lo más interesante: no se trata estrictamente de música para chicos. Es más bien música para ser compartida por oyentes de diferentes edades. Esa que resulta la mejor música para chicos, y para grandes.
La primera de las propuestas se presenta esta misma tarde, en la inauguración del festival. El tango es puro cuento se llama el espectáculo que idearon el cantor Guillermo Fernández y el dúo Demoliendo Tangos, integrado por el bandoneonista y actor Luis Longhi y el pianista Federico Mizrahi. Con tango, milonga, vals, y también murga y candombe, los tres plantean las historias dominadas por cierta nostalgia de escenas de la infancia, pero también una cuota contundente de acidez y humor irónico, aun a partir de situaciones no del todo felices. El trabajo no es sólo música: a futuro se editará en disco-libro, porque cada uno de los temas de El tango es puro cuento está deliciosamente ilustrado por artistas como Tute, Alfredo Sábat, Peni, Max Aguirre y Gabriel Sainz, entre otros.
Hoy habrá dos funciones de El tango es puro cuento, a las 15 y a las 17, en la sede incorporada como “punto de encuentro” del festival, en las instalaciones que alguna vez pertenecieron al banco El Hogar Argentino (B. Mitre 575). La puesta, pensada como un espectáculo multimedia, se completa con la actuación del grupo de danza contemporánea Tempotango, dirigido por Ignacio González Cano. Y la muestra completa de obras como las que ilustran esta nota quedará exhibida en este lugar, hasta el 29 de agosto.
No es tango para chicos: son los recuerdos de chico, contados para los grandes y para los chicos, explica Guillermo Fernández. Un tango en el que la nostalgia, esa materia fundante del género, mezclada con convenientes dosis de humor y fantasía, provoca imágenes contundentes como las que dibuja “Yo y mi solitaria”: “Solo, me quedé solo, se fueron todos, desesperadamente abandonado. Solo, menospreciadamente solo, en esta soledad fatal, esta locura de estar, solo. / Solo, me quedé solo, sin un pan duro, se fueron todos al laburo. Paria, me siento un paria, con mi lombriz solitaria, tan solitaria como yo. / Si yo pudiera cocinar, una tortilla o milanesa, un asadito, un choripán, unos ravioles bolognesa...”. Esta poética tanguera se sigue desparramando en temas como “Confusión” (“La conocí en el kiosco comprando las figuritas, ella pidió cerealitas, coca-cola y bonobón”), “Gente rara los artistas”, “Pan”, “Crema del cielo”.
“Le estamos cantando al chico más chico, pero también al chico que todos tenemos dentro. Es un proyecto dirigido a varias generaciones –detalla Fernández–. De hecho, para hacerlo arrancamos desde nuestros propios recuerdos: el famoso ¿te acordás...? Y así buceamos en lugares, olores, momentos divertidos de cuando éramos chicos, contándolos como lo haríamos con nuestros hijos, pero también buscando sacudir a nuestros amigos.” Muchas historias llegaron después de muchas copas de vino, cuenta el cantor, por eso tienen su cuota abierta de delirio. Y aunque el disco aún no fue editado, ya tuvo la aprobación del público más exigente: la hija de Fernández, de 12 años, y el de Longhi, de 4.
Habrá más para chicos y grandes en el festival: mañana a las 15, en el mismo lugar y siempre con entrada gratuita, llegará Brian Chambouleyron. El cantor y guitarrista hace tango “para grandes”, pero también tiene una extensa trayectoria centrada en el público infantil (formó parte de Caracachumba, de Ruidos y ruiditos, hizo espectáculos como El gato con botas, de Hugo Midón). Ahora presenta Pequeña historia del tango, junto a la bandoneonista Eva Wolff y los bailarines Guillermo Cerneaz y Greta Hekier. Cruzará su condición de cantor de tangos con su actividad como músico para chicos, echando mano de distintos personajes, máscaras y juegos.
El próximo sábado, finalmente, llegará la propuesta del Momusi, el Movimiento de Música para Niños, que reúne a varios artistas y agrupaciones. La agrupación preparó para mostrar en el Festival Pa’ los pibes y las pibas, un selección de tangos, valses, milongas, candombes, a los que suman poesías y danza, a cargo del grupo Sonsonando y las intérpretes María Teresa Corral y Graciela Pesce, y con la coordinación de Daniel Viola. Las milongas “Yo quiero ser un pokemon” o “Te dije mamá, te dije”, el tango “Yo así no juego más” y el vals “Manuelito” formarán parte de la propuesta. El que no llegue a asistir a estas funciones del festival puede guardar la salida para más adelante: los domingos a las 11, en el Teatro 25 de Mayo (Triunvirato 4444), el Momusi seguirá presentando espectáculos gratuitos para chicos de distintas edades, como parte de un ciclo que mantiene desde 1999 en el Centro Cultural San Martín.
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