MUSICA › MACY GRAY FINANCIó LA GRABACIóN DE SU QUINTO DISCO, THE SELLOUT
La cantante que se hizo famosa por “I Try” ya pasó los 40, la edad en la que, según ella, el mercado de la música ubica a las artistas cerca del geriátrico. Sin embargo, replica: “Mientras no te rindas, siempre vas a encontrar el lugar donde mostrar tu arte”.
› Por Elisa Bray *
Mientras se holgazanea en el lobby de uno de los hoteles más importantes de Londres, es difícil saber qué esperar de un encuentro con la cantante Macy Gray. Por supuesto, ella sale tarde –y no se disculpa– de su habitación, después de haberse quedado hasta tarde haciendo de DJ en el exclusivo club Mahiki, uno de sus lugares favoritos de la ciudad. Con sus anteojos oscuros puestos, una no puede decir si ella la mira durante la conversación, pero arriesgaría a decir que no. De todos modos, lo primero que golpea es esa voz. Suena igual que cuando canta, aunque un poco más agudo que lo esperado, una voz rasposa que no suena como la de nadie más y que provocó que tomara por asalto los charts hace once años con el hit “I Try”. Esa canción le permitió ganar un Grammy por encima de Christina Aguilera, y se convirtió en la banda sonora de una película de Hollywood. Su álbum siguiente, The Id, fue otro éxito número 1, pero desde entonces las cosas nunca llegaron al pico inicial, ni siquiera con su nuevo álbum, titulado optimistamente The Sellout.
Recientemente Gray escribió un artículo para el website norteamericano The Huffington Post acerca de cómo las artistas mujeres no tienen esperanzas de éxito en la industria de la música cuando llegan a los 40. En él, citó a la ejecutiva poderosa de un sello que rechazó su quinto álbum: “No sé cómo hacer para poner en la radio a una mujer de 40. Si tuviera 20 o 25, este disco sería increíble”. Después, Gray rumió sobre los prejuicios de la industria de la música, preguntando: “¿Y quién podría echárselo en cara? Todo el mundo sabe que una artista de 40 años ‘está para el geriátrico’. Mientras que un presidente de 46 es ‘el chico nuevo de la cuadra’, una cantante de más de 30 está a unas pocas canciones de distancia de la casa de reposo de la música”.
Gray, nacida como Natalie McIntyre, tiene ahora 42 y ya va por su quinto álbum. Entonces, ¿cómo se las arregló para seguir en el negocio? “Existe esta idea de que sólo los adolescentes compran discos y miran videos, así que creo que la industria se está acostumbrando sólo a darle de comer a un público más joven, y por lo tanto los artistas más grandes están pasando un momento difícil”, dice ella. “Pero yo creo en la perseverancia y creo que si te quedás en la tuya, tu público va a encontrarte y podrás seguir adelante. Es algo sobre lo que tengo que ser muy tenaz y quererlo mucho. Y realmente pienso que si sos músico, mientras no te rindas siempre vas a encontrar el lugar donde mostrar tu arte.”
No es un mal consejo de parte de alguien que tuvo que ir en persona a golpear las puertas de los productores “hip” con lo que quería trabajar en su quinto álbum, sólo para que ellos no volvieran a llamarla. Debe haber sido duro e inesperado después de haber vendido 15 millones de discos y de trabajar con nombres de la talla de Santana y Justin Timberlake. Pero ella no iba a aceptar la derrota. “Seguí con aquellos que sí me llamaron. No es nada, está bien. Los rechazos son muy populares en el mundo y el secreto está en simplemente ir a golpear la puerta siguiente, como esas personas que venden aspiradoras casa por casa. Simplemente tenés que seguir haciendo y eventualmente alguien dirá ‘sí’”.
Tras haber tenido que abandonar su sello después de que su último disco, Big, funcionara peor en términos comerciales en el Reino Unido que sus álbumes anteriores (ella le echa la culpa a que hubo “demasiados cocineros en la cocina”), Gray se dispuso a hacer The Sellout por las suyas, financiándolo ella misma. Eso significó que estaba libre de cualquier intervención de cualquier sello, e incluso la relativa carencia de superestrellas involucradas en el álbum (Bobby Brown y Velvet Revolver son las dos estrellas invitadas), es para su beneficio, porque le permitió retornar a lo que mejor hace, reflejado en el suave R&B de la pegadiza “Lately”, y construir sobre su sonido el boogie machacón de “Kissed It”.
“Es probable que Big tuviera más intervención de otra gente que cualquiera de mis discos y no sentí que fuera totalmente mío. Por lo general, cuando tenés un sello, ellos se meten mucho con tu disco. Se lo hacés escuchar y te dicen ‘nos gusta, pero necesitás un poco más de esto’. Así que te metés en esta rutina de tratar de agradarle a tu sello, lo cual definitivamente afecta a tu proceso creativo y a la honestidad de éste. En The Sellout tomé todas las decisiones en el sentido de qué grabación iba a ser incluida en el disco y cómo iba a sonar, y dije lo que quería decir. Más allá de lo que opine el resto, es muy puro, honesto y realmente natural.” Para alguien con muchos consejos para dar, ¿qué consejo útil recibió en el camino? “Mi viejo me dio el mejor consejo. La primera vez que vino a verme en un concierto me dijo: ‘A veces simplemente dejá que suene la música, no tenés que cantar sobre cada segundo de sonidos’. Muchos cantantes cantan de más, llenan cada espacio, y cuando él me dijo eso aprendí a darles espacio a las cosas. Y eso hace una enorme diferencia, especialmente en vivo.” Y respecto de consejos de otros en la industria musical, y cantantes mayores antes que ella: “No fueron buenos consejos”, desestima ella. “La gente dice cosas. Pero nada que yo pueda usar, o vaya a usar. Nah.” Después de todo, cuando ella aceptó el consejo de competir en Bailando con las estrellas fue la primera celebridad mujer en ser echada de la serie 2009.
Gray siente que hay demasiados consejos dando vuelta que se le fuerzan a la gente, le guste o no a ésta. Ese es el tema de su nuevo single, “The Sellout”. “Un montón de libros son acerca de cómo podés cambiarte a vos mismo y adelgazar o ser más piola, y cuando pensás constantemente en cambiar podés perder de vista lo que tenés y lo que sos. En un punto tenés que arreglarte con lo que tenés. Simplemente creo que hay demasiada presión sobre nosotros para que seamos diferentes de lo que somos. Pero definitivamente me llevó un largo tiempo darme cuenta de eso, seguro.”
Con su 1,82 metro, o incluso más con su peinado marca registrada, Gray siempre iba a llamar la atención en la multitud. Es por eso que sus ropas se las hace a medida un diseñador, aunque ella admite que también es por su raro gusto en cuanto a moda. “En realidad es muy práctico. Soy alta y no uso talle seis, y vivo en Los Angeles, así que hay mucho material que no puedo encontrar, porque no lo hacen de mi medida. Es raro porque en Estados Unidos el talle promedio es 14, pero el talle del que más ropa fabrican es el 8.”
Cuando su gira por el Reino Unido para promocionar The Sellout haya terminado, Gray volverá a su casa de Los Angeles, donde oficia de madre de tres adolescentes. Pero, por ahora, está aquí para devolverles algo a los fans, algunos de los cuales han permanecido con ella desde aquel primer disco. “Quiero hacer música que haga sentir bien a la gente. Es para los fans y para gente como yo, que ha crecido y tiene hijos, y tiene problemas de amor y con su carrera. Quiero hacer discos con los que esa gente se identifique y que puedan ayudarla con sus cosas. Sé que voy a hacer discos por el resto de mi vida y que algunos de mis discos van a gustarle a mucha gente y otros no le van a gustar a nadie. Y eso es fantástico.”
* The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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