“El único cambio es que están Calle 13, Spinetta y Gieco, que no fueron de la partida en otros años. Se podría decir que los artistas apuntan a un público mayor en edad. Queremos que venga más familia al festival, que la familia venga con sus hijos y que los hijos adolescentes traigan a sus viejos. Sé que no está tan bueno ir a un recital con los viejos, pero que vayan un ratito.” Con esa humorada final, el productor José Pala-zzo invitaba en una videoconferencia a todas las familias argentinas a participar de la edición número 11 de Cosquín Rock. El más federal de los festivales de rock, que arranca hoy, logrará reunir, en la noche del sábado, a Charly García, Luis Alberto Spinetta, León Gieco y Skay Beilinson, además de desperdigar en dos escenarios y durante tres días a más de cien bandas de todos los estilos, con espacios especiales para el punk, el reggae y el heavy metal.

Con la mirada expresamente puesta más en los clásicos del rock argentino que en las novedades (todos los números principales están bien testeados en el formato festival desde hace años, pero igualmente son todavía actos relevantes por sus novedades), Cosquín Rock tendrá, además, otra particularidad: el antiguo predio en la montaña de la comuna San Roque, con las frecuentes quejas de los vecinos, quedó atrás. Este año, Cosquín se muda al Aeródromo de Santa María de Punilla. Eso sí, el cambio facilitará el multiespacio: habrá cine, una fiesta, una muestra de diseño y stands con diversas atracciones y cosas que comprar, todo eso que progresivamente se ha vuelto parte de los festivales del rock.

Tal vez la “sorpresa” (y hasta ahí nomás) sea la presencia de Calle 13, la banda puertorriqueña de hip-hop y música urbana. “Hay gente que no está contenta con que toquen y otra que sí, pero este festival siempre tuvo ese mecanismo de innovar. Fuimos desde lo rollinga ortodoxo hasta el metal ortodoxo, pero en una oportunidad compartieron escenario Almafuerte con Babasónicos y otro año estuvo Rata Blanca con Miranda!”, abría el juego Palazzo en la misma conferencia. “De hecho, Charly dijo que quizás esté tocando con Calle 13”, subió la apuesta el productor del festival y autor del reciente libro Cosquín Rock, su colección propia de anécdotas y miradas.

Al grupo comandado por los medio hermanos Residente y Visitante le tocará marcar el comienzo de los platos fuertes de hoy, cuando el Cosquín Rock inaugure su edición 2011. Luego de ellos, que tocarán a las 19.35, se extenderá una jornada bastante heterodoxa que incluye a los uruguayos La Vela Puerca (a las 20.45), Babasónicos, que darán uno de sus primeros conciertos en un buen tiempo (22.25), y un clásico de este festival, Las Pelotas, que cerrarán la jornada oficial a la medianoche. Quien haya participado alguna vez, lo sabe: cuando terminan los shows comienzan las peñas rock y una galería de actividades desconcentradas en los campings, las calles y los bares. Pero para quienes disfrutan más la “música de segmento”, habrá un escenario especialmente dedicado al punk, con la presencia de Carajo (autores de uno de los mejores discos del género según la encuesta 2010 del Suplemento NO de este diario), Attaque 77 y CJ Ramone, ex bajista del indispensable grupo punk de Queens.

El sábado ocurrirá una de las cumbres más grandes (históricas y posibles) en lo que a este tipo de festivales refiere: desde el atardecer se sucederán Luis Alberto Spinetta (a las 19.25), León Gieco, acompañado del grupo de rock pesado D-Mente (21.00), el ex Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota Skay Beilinson (22.20) y Charly García, apenas pasada la medianoche, con la posibilidad siempre latente de más de un cruce sobre el tablado. El escenario temático tendrá mañana los tres colores del reggae: Dread Mar-I, Los Pericos, Los Cafres, Fidel y Nonpalidece se sucederán entre las 19.45 y el cambio de día, facilitando baile y sonrisas.

A diferencia de otros años, en los que los artistas supieron dividirse en más de tres jornadas, este año el cierre llegará pronto: en el tercer día habrá un espacio especial para el heavy argentino, con Almafuerte, Logos y Horcas; y por el escenario principal pasarán los fiesteros Kapanga, los rioplatenses No Te Va Gustar (con un nuevo disco mucho más urbano para presentar), Las Pastillas del Abuelo y Ciro y Los Persas, el proyecto que Andrés Ciro lleva adelante luego de la disolución de Los Piojos.

“Estuvimos cerca de traer a Ska-P y Fear Factory, y me hubiese gustado traer a Megadeth, pero desgraciadamente no pudieron venir, y hoy las compañías internacionales, en su gran mayoría, están trayendo artistas a América latina, pero haciendo mucho eje en las ciudades de Brasil, por el Carnaval”, explicaba y lamentaba el organizador. Además, el país vecino también está haciendo esfuerzos más grandes de cara a plantarse como eje cultural de la región, en anticipo de la próxima Copa del Mundo de fútbol. Otro que no pudo estar por una afección en su voz fue Fito Páez, con el que la jornada del sábado ya hubiese sido bastante difícil de coordinar. “También nos hubiese gustado tenerlo a Calamaro, pero no va a tocar durante enero y febrero. Y, como siempre, La Renga sería un lujo, pero están en medio de una gira muy especial”, contó Palazzo sus deseos.

Los nombres menos obvios del festival serán los de Pocho La Pantera y Machito Ponce, facilitados por la fiesta Bizarren Musik Party, que tendrá especial protagonismo una vez terminados los conciertos, con su propuesta de diversión sin tapujos y su galería de freaks de la música argentina: “Si bien la fiesta se va a dar en los hangares, la idea es proyectarla hacia todo el predio”, precisaba Palazzo, a sabiendas de que el festival más federal de la Argentina debe inscribirse de una vez y por todas en la lógica multitarget y multiespacio de los eventos musicales masivos de la nueva década.