El consumo mundial de música grabada cayó sólo un 3 por ciento en 2011, el descenso menos pronunciado en ocho años, hasta lograr unos ingresos globales de 16.646 millones de dólares. El estudio elaborado por la Asociación Internacional de Productores Fonográficos (IFPI, por sus siglas en inglés) recuerda que las ventas bajaron un 8,9 por ciento en 2010, cuando la industria musical se vio perjudicada en buena parte por los efectos de la piratería.

Aunque estos efectos persisten, 2011 ofreció motivos para el optimismo, al registrar la caída más tenue desde que en 2004 empezara la contracción del mercado musical en el mundo. Estados Unidos se mantiene como primer consumidor del mundo, con un leve descenso de ventas del 0,1 por cuento en 2011, mientras que el álbum 21, de la cantante británica Adele, fue el más vendido del año, con 18,1 millones de copias.

La ligera recuperación del mercado el año pasado se debió al incremento de un 8 por ciento, hasta 5229 millones de dólares, de las ventas en soporte digital. Este aumento se combinó con un descenso menos marcado que otros años de las ventas en soporte físico (CD), que fue de un 8,7 por ciento, hasta 10.170 millones de dólares, frente a una caída del 13,8 por ciento en 2010. Las ventas digitales supusieron un 31 por ciento del total el año pasado, frente a un 29 por ciento en 2010.

Los ingresos por derechos de emisión en medios de comunicación crecieron un 4,9 por ciento hasta recaudar 905 millones de dólares y de sincronización, que aumentaron un 5,7 por ciento, hasta 342 millones de dólares. Tras varios años de marcado descenso, las ventas de música en Estados Unidos se recuperaron en 2011 hasta alcanzar unos 4372 millones de dólares, que supone una ligera caída del 0,1 por ciento, de los cuales un 51 por ciento fue en soporte digital.

El segundo consumidor del mundo es Japón –pese a que las ventas descendieron en ese país un 7 por ciento, hasta alcanzar 4087 millones de dólares, por una caída de las digitales–, y Alemania se mantiene en tercera posición tras superar en 2010 al Reino Unido, que figura en cuarto lugar. De los veinte principales mercados del mundo, hubo siete países que aumentaron sus ingresos respecto del año precedente, entre ellos Brasil, México, Corea del Sur y la India. En España, donde las caídas son continuas desde 2001, la disminución en 2011 fue más discreta que en ejercicios anteriores, con un retroceso limitado al 3,3 por ciento, gracias al repunte del 21,1 por ciento de las ventas digitales y la mejora por ingresos en comunicación pública, como emisiones por radio y televisión. Sin embargo, las ventas en soporte físico cayeron un 10,7 por ciento. La incidencia de la piratería es superior en España que en otros países, dado que, según las estadísticas, un 43 por ciento de internautas accede ilegalmente a contenidos musicales, frente al 24 por ciento en el resto de Europa.

En cuanto a los artistas más populares en 2011, la galardonada Adele marcó un record con 18,1 millones de copias vendidas de 21, que superan con creces los 13,9 millones que Eminem vendió en 2002 con The Eminem Show. El segundo artista de más éxito en 2011 fue Michael Bublé con Christmas, seguido de Lady Gaga con Born this way y los británicos Coldplay con Mylo Xyloto. Pese a la persistente caída de las ventas, los expertos creen que el creciente desarrollo de distintos modelos de negocio digital (como descarga legal de álbumes y canciones o sistemas de suscripción) y la aprobación en varios países, entre ellos el Reino Unido y España, de legislación contra la piratería permiten ser moderadamente optimistas sobre el futuro del sector.