Lunes, 22 de abril de 2013 | Hoy
MUSICA › VOCES Y RECUERDOS PARA UN MERECIDO HOMENAJE A VIRUS
El documental Imágenes paganas, de Sergio “Cucho” Costantino, se proyectó al aire libre en el marco del Bafici. Y Virus tocó acompañado por invitados ilustres. El director de la película y músicos propios y ajenos dan cuenta de la importancia que tuvo y tiene la banda.
Por Mario Yannoulas
En la voz y la imagen de Velia Oliva algunos creen ver una síntesis acabada del fenómeno. Porque esa mujer cobijó a Virus en su útero. No fue mecenas, productora discográfica o dueña de un prestigioso boliche: fue simplemente una mamá, la mamá de los Moura, en aquella casa platense de la calle 12. Así lo vio Sergio “Cucho” Costantino, creador de la película Imágenes paganas, el documental ópera-rock que se proyectó al aire libre el viernes por la noche durante la 15ª edición del Bafici. “Son testimonios reveladores, emotivos, fue la gran sorpresa con la que me encontré. Vengo trabajando desde hace años y soy estudioso de Virus, pero a la madre no la había filmado nadie. Fue lo último que hicimos, porque le faltaba una cuota de amor a la película, que es muy rockera”, le explicó el cineasta a este diario. La proyección del film, que fue gratuita, se coronó con una presentación en vivo del actual sexteto, con importantes músicos invitados como Charly García –que protagonizó una curiosa versión de “Wadu Wadu” a dúo con Marcelo Moura–, Vicentico –“Tomo lo que encuentro”– y Chano, de Tan Biónica –“Pronta entrega”–.
El espíritu de Federico Moura sobrevoló las espaldas del Museo Nacional de Bellas Artes, porque la película logra bucear en la profundidad del fenómeno de los ’80 hasta ahuyentar ese halo de frivolidad que el imaginario le atribuye. En la figura de Federico aparece la ambigüedad como herramienta artística, la del músico que al callar su homosexualidad no oculta sino comunica, y en la de su hermano Jorge, militante del ERP desaparecido durante la última dictadura militar. Ese nivel de conciencia les permitió ser la única banda que decidió no participar del Festival de la Solidaridad Latinoamericana que organizó el gobierno de facto cuando la guerra era causa nacional. “Nos prohibieron en todos lados, corría riesgo nuestra vida. Hoy dedicarles un tema a las Madres es fácil, había que hacerlo en ese momento. Pero como ésa hubo muchas, que fueron las cosas más importantes que hicimos y que quizás antes no se conocían. La banda siempre mantuvo códigos, dejó de lado tentaciones. Fede era gay, las compañías le decían ‘Las minas mueren por vos, no digas nada’. Y él lo tomó al revés, como una causa. Cuando veo el matrimonio igualitario, me doy cuenta de que hizo un montón por esto”, le confiesa Marcelo Moura a Página/12.
“Pasaron 34 años y la música todavía suena en las galerías. Todo fue por preservar un ideal, un objetivo, que es hacer lo que uno siente. Eso hace que los caminos sean largos, pero el camino corto es peligroso”, sigue el cantante. Mientras se proyectaba el documental, fueron declarados Embajadores de la cultura de la Ciudad de Buenos Aires por el gobierno porteño, título que se suma al de Ciudadanos Ilustres de su La Plata natal. “Lo que más me importa es haberme dado cuenta de que la gente va entendiendo lo que hizo Virus. Como el telebeam en el fútbol: el offside era enorme. Nos adelantamos demasiado a la época, y están entendiendo recién ahora. Y eso que hay mucha gente joven, que ni siquiera lo conoció a Federico.” “No sé si adelantados o fieles exponentes de la vanguardia de ese momento –replicó Ale Sergi antes de sumarse a ‘Luna de miel’–. Abrieron cabezas de una manera muy sutil, muy delicada. El modo de canto de Federico, la lírica, cómo cambiaron su imagen con el tiempo... De no haber existido Virus, el rock argentino que más me gusta tampoco existiría.”
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