Son dos agrupaciones en formato trío y dos buenas propuestas dentro de la música popular argentina actual, que ya han comenzado a cosechar reconocimientos en forma de premios, y también de un público que sigue con avidez sus conciertos. A las chicas de Aymama y los chicos del Trío MJC los unen las afinidades electivas, pero también las originales miradas propias que parten de la música de raíz: tango, folklore, canciones “de acá”. Con estos tríos como protagonistas, el auditorio de la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines, en Belgrano 1732, volverá a ser escenario de una fecha especialmente preparada para la ocasión, la última del ciclo Los viernes música, que Página/12 ofrece a sus lectores en forma gratuita.

“Hemos hecho cosas juntos como invitados en nuestros respectivos shows, pero será la primera vez que formalmente compartamos escenario los dos tríos encabezando un espectáculo”, advierte Pablo Jaurena, bandoneonista del grupo que se completa con Jorge Martínez al piano y Mauro Ciavattini en vientos (de sus apellidos surgen las iniciales del trío, ganador del Premio Consagración del último Festival de Cosquín). “Habrá muchos matices en la dinámica –adelanta–. Además de las partes obligadas en donde cada trío tendrá su espacio para su propuesta, cada uno de nosotros participará como invitado en algún tema con Aymama: ‘Trasnochados espineles’, ‘Paso a paso’ o ‘El otro país’. Y luego por supuesto juntaremos los dos tríos para hacer temas como ‘Mama luz’, de Ciavattini, o ‘Ahicito’”.

Las Aymama –Mora Martínez, Florencia Giammarche y Paula Suárez, percusión, guitarra, piano y voces– ya son casi como “de la casa” en los ciclos de Página/12: “Realmente lo sentimos así. Las experiencias anteriores fueron muy buenas y diferentes cada una. Las primeras veces nos presentamos solas y después nos sentimos un poco anfitrionas: compartimos una fecha con los queridos Hermanos Núñez, de Misiones, y ahora con el Trío MJC, de Córdoba”, repasa Martínez. “En cada presentación nos encontramos con un público atento, agradecido y participativo que hace que una se vaya con una enorme alegría por haber compartido esa noche.”

Otro punto en común de estos tríos es el de su gestación como grupos independientes, con la autogestión y la intuición como motores de sus trabajos. En el caso de MJC, la propuesta suma la “dificultad” de ser un grupo de música instrumental, una estética poco privilegiada en la escena actual, sobre todo en el folklore, que han sabido remar en base a talento. Esta “militancia” se vio reflejada, por ejemplo, en un espacio que fue creciendo en el Festival de Cosquín, donde propusieron desde una banda sinfónica a una orquesta típica de tango: ocho años atrás comenzaron ganando allí el Pre Cosquín –para artistas emergentes–, y este año se llevaron el premio Consagración, mayor galardón del festival. Giras por Europa, conciertos sinfónicos en Brasil y la Argentina, un disco grabado en Colombia o el trabajo pedagógico con la Red de Escuelas de Medellín terminan de conformar un camino fecundo que recorrieron, además, sin necesidad de mudar sus residencias de Córdoba. “La olvidada”, de los Hermanos Díaz, “El camino”, de Chango Spasiuk, o aquel clásico “El burrito cordobés” serán parte del repertorio del trío para este concierto, junto a los temas propios de MJC.

–¿Qué afinidades unen a estos tríos?

Pablo Jaurena: –Hay un punto de partida en común, por lo que significa mantener una propuesta de grupo y no un proyecto solista. Ambos apostamos a sostener en el tiempo una propuesta que privilegia la búsqueda de un lenguaje y un sonido propios, elaborando una música que pueda llegar a la mayor cantidad de público posible, sin subestimar a ese público, y sin ser de las estéticas masivas que predominan en festivales, por ejemplo. En síntesis, hay un compromiso similar en la forma de abordar la música argentina.

Mora Martínez: –Además llevamos más o menos el mismo tiempo de existencia, alrededor de siete años. Los seis pertenecemos a una misma generación, alrededor de los 30, y coincidimos en que, si bien hemos tenido a lo largo de nuestras vidas diferentes experiencias musicales, a la hora de armar nuestro proyecto propio, todos elegimos la música argentina como lenguaje para expresarnos. Los chicos, tango y folklore, y este último es el punto de encuentro entre los dos grupos. El hecho de admirarnos mutuamente hace que sea una alegría esta juntada, que nos den muchas ganas de encontrarnos y más todavía de compartirlo con la gente.

–Más allá de esta fecha, ¿qué próximos proyectos tienen?

M. M.: –En lo inmediato, seguir presentando Paso a paso (su último disco) en Tucumán. Además el 18 de octubre vamos a participar del Encuentro Nacional de la Nueva Expresión y el 22 de noviembre, Día de la Música, lo vamos a festejar en Hasta Trilce, en el barrio de Almagro, con muchos de los músicos que grabaron en el disco como invitados.

P. J.: –Nosotros queremos grabar otro disco de tango. Tenemos pendiente la segunda parte de El viento los amontona, algunos invitados y una buena cantidad de composiciones propias en el formato de nuestro nuevo proyecto de orquesta típica. Y seguimos con conciertos por el país y proyectando algunos viajes para el próximo año. En eso andamos.