Joyce DiDonato es una gran cantante. Es, sin duda, una de las más destacadas mezzosopranos de coloratura surgidas en los últimos años. Brilla, como las mejores de su cuerda, en el repertorio barroco y, por supuesto, en las protagonistas rossinianas. Pero, además, tiene eso que nadie sabe definir muy bien y que convierte a un artista en estrella. Y es que si escucharla es, de por sí, una experiencia inolvidable, verla lo es aún más. Hace dos años actuó por primera vez en Buenos Aires, para el ciclo del Mozarteum Argentino. Y ahora esa sociedad de conciertos la trae de nuevo, en dúo con el pianista David Zobel, para presentarse en dos recitales en el Teatro Colón.

Este lunes 18 y el miércoles 20, la cantante recorrerá un repertorio ideal para su lucimiento pero, también, de notables valores musicales, comenzando por la cantata Ariadna en Naxos, de Franz-Joseph Haydn, una obra extraordinaria y raramente escuchada. Otra joya será “Morte col fiero aspetto”, de la serenata Marc’Antonio e Cleopatra, de Johann Adolph Hasse. El programa, que será el mismo en ambos recitales, incluye dos de las arias más importantes de la producción de Georg Friedrich Händel, “E pur cosi in un giorno... Piangerò la sorte mia”, de la ópera Giulio Cesare in Egitto, y “Dopo notte, atra e funesta”, de Ariodante. La bella “Dopo l’oscuro nembo”, perteneciente a la olvidada Adelson e Salvini, de Vincenzo Bellini, “Il canto della sera”, de Francesco Santoliquido, y dos canciones de Gioacchino Rossini (“Beltà crudele” y “La danza”) precederán a uno de sus momentos más célebres : “Nacqui all’affanno... Non più mesta”, de la ópera La Cenerentola.

Elegida por la prestigiosa revista inglesa Gramophone como Artista del año, en 2010, Joyce DiDonato había debutado en el Festival de Salzburgo ese mismo año, en el papel de Adalgisa, en Norma, de Bellini. Varias de sus grabaciones, por otra parte, han sentado nuevos precedentes en la interpretación del repertorio que ella aborda. Colbran: Rossini Muse, dedicado a Isabella Colbran, para quien este autor escribió los grandes papeles en su cuerda, obtuvo el Gramophone en la categoría Recital y Diva Divo, obviamente consagrado a lo que cantaban los castratti, obtuvo el Grammy. Fue asimismo merecedora del Premio Echo Klassik a la Mejor Cantante del Año, tras su debut como Rosina en la Deutsche Oper, en 2010. Entre sus últimos lanzamientos discográficos se destacan ReJOYCE, en que reúne algunos de sus hits, desde arias de ópera barroca y bel canto hasta obras de Strauss y Rodgers & Hammestein, y Drama Queens, dedicado a arias de Händel, Vivaldi, Orlandini y Porta. El pianista con quien llega en esta ocasión, el francés David Zobel, obtuvo el Master en Música como Pianista Acompañante en la Juilliard School de Nueva York, en 1996 y ha ganado la Beca Fullbright, así como el Sony ES-Award a la Excelencia Musical, como repertorista.