Desde Mendoza

El vanguardista Espacio Cultural Julio Le Parc, de Guaymallén, es testigo de una escena trascendental, que tal vez delinee el curso de la música argentina: jóvenes productores, gestores culturales y músicos de todas las regiones del país debaten acaloradamente acerca del panorama actual del mercado de la música. Pibes y pibas que en su mayoría no superan los treinta años exponen sus experiencias, cuentan las realidades de sus territorios, reciben capacitaciones y comparten ideas, sueños y frustraciones. ¿El marco? El tercer Encuentro Federal de Sellos de Gestión Colectiva organizado por el programa Recalculando, dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación, que tuvo lugar el pasado fin de semana. “Recalculando es un programa de fomento, de acompañamiento; es decir, nosotros somos articuladores. Apoyamos y fortalecemos procesos que empiezan a darse en cada lugar y que nos parecen súper importantes”, apunta el coordinador del programa, Martín Mena. La intención de Recalculando, entonces, es facilitar las herramientas necesarias para que los sellos emergentes se tornen sustentables y logren profesionalizarse. Hoy se abre la convocatoria para los sellos que quieran formar parte del programa durante 2015 y hay tiempo de anotarse hasta el 19 de diciembre: la información detallada se puede consultar en cultura.gob.ar/acciones/ recalculando.

Mena cuenta que el programa nació a fines de 2011 y al principio organizaban algunos encuentros en un pequeño centro cultural de Buenos Aires. “En cada cita había una persona que venía a hablar sobre un tema en particular, pero notábamos que lo fuerte, más allá de la capacitación, era el encuentro, lo que pasaba cuando se juntaban pibes que estaban en la misma”, dice. “Nosotros fuimos creciendo a la par de ellos y empezamos a sistematizar una forma de trabajar, recabamos datos para tener una visión federal de la cuestión y empezamos a tener discusiones más profundas acerca de la industria musical.” Eso se vio reflejado durante el encuentro que se realizó en Mendoza, en el que participaron 19 de los 21 sellos que articulan con el programa. Si bien los procesos culturales suceden con una dinámica más espontánea, los creadores de Recalculando entienden que una tarea primordial del Estado es impulsar y motivar este tipo de iniciativas colectivistas. “Uno de los desafíos para el año que viene es que los sellos estén preparados para ser proveedores del Estado y para eso es necesario que realicen los trámites administrativos pertinentes”, dice Nicolás Madoery, responsable del vínculo con los sellos. Que las bandas y músicos puedan tocar en recitales organizados por el Ministerio de Cultura es una de las facetas de la profesionalización.

Organización de festivales, creación de redes, intercambios entre actores de diferentes provincias y producción de materiales discográficos, gráficos y audiovisuales son algunas de las tareas que los sellos fueron fortaleciendo durante estos años. Durante la primera jornada, cada colectivo hizo un balance de 2014 y se trazaron metas para 2015. “Uno de nuestros objetivos es la recuperación de un club ubicado en Tafí Viejo, un espacio hermoso para gestionar fechas”, contó el músico Cachín Selis, del sello Las Tías Records, de Tucumán. “Si queremos vivir de la música, tenemos que movernos por el país, no quedarnos en el mismo lugar”, consideró el cantautor Lautaro Feldman, del sello porteño Elefante En La Habitación. La cuestión territorial fue un aspecto central en cada una de las disertaciones. Mientras que para los bonaerenses es importante conquistar otras provincias, para el sello Venado Records, de Neuquén, es fundamental “apostar a lo local”. “Tenemos que fortalecer el trabajo local y no pensar tanto en traer bandas de Buenos Aires para tocar en los recitales que organizamos”, destacó Gervasio Conde, de Venado Records, que aglutina a artistas de rock pesado y stoner. “Muchos de estos colectivos se empezaron a juntar por la necesidad de conformar una escena, generar públicos y la convicción de que había algo fuera de Buenos Aires”, apunta Mena.

En Neuquén, una de las principales problemáticas es la falta de espacios para tocar. “Hay público, pero no lugares para hacer recitales. No hay, por ejemplo, un centro cultural”, contaron los chicos de Oír al Río, quienes encontraron una solución provisoria: realizar muestras y eventos en casas particulares. Los integrantes de Wanaku Colectivo, de Mendoza, también recurren a esta metodología casera. Si bien la mayoría de los sellos reúne a bandas y músicos que transitan por el rock, también hay propuestas vinculadas con el pop, la electrónica, el jazz, la experimentación, la canción de autor y el folklore, aunque la fusión predomina por sobre la pureza de estilos. De hecho, la mayoría les esquiva a las etiquetas y prefiere usar términos como “música alternativa” o mezcla de géneros.

Entre los logros recientes, el sello rosarino Polvo Bureau realizó el 25 de octubre la segunda edición del Festival Otro Río, con entrada libre. Con el apoyo de Recalculando, el festival contó con recitales de bandas y artistas de diferentes sellos, como Mi amigo invencible (Mendoza, Fuego Amigo Discos) y la tucumana Luciana Tagliapietra (Tucumán, Melopea); además de ferias, charlas y capacitaciones. Quienes también tienen experiencia en la gestión son los integrantes de Desde el Mar Discos, de Mar del Plata, que cargan en sus mochilas la realización de cuatro festivales. “La idea es salir de la lógica de los recitales de verano en la costa y mostrar que en Mar del Plata suceden cosas”, dijo Emi Méndez acerca del festival que se suele realizar fuera de temporada. Además participaron los sellos Racrac (Bahía Blanca), Discos Dojo (ciudad de Buenos Aires), Concepto Cero (La Plata), Opalo Records (Salta), Dice Discos (La Plata), Serial Música (La Plata), Caminar de Elefante (La Plata), Sublatir (Rosario), Quiero Discos (Tucumán), Repelente Discos (Rosario) y Pamp Music (Mendoza).

Las capacitaciones, talleres y charlas ocuparon un lugar central. El músico y gestor cultural Pablo Montiel coordinó un taller de gestión de proyectos: con la dinámica de un juego de rol, los más de cincuenta participantes se organizaron en grupos de trabajo y tuvieron que idear un proyecto viable. “La salvación es colectiva, no individual. La mirada del otro siempre suma, para reforzar o refutar nuestras ideas”, dijo el histriónico Montiel. A su turno, el músico y productor Fer Isella, coordinador del programa PAM y del área de música del MICA, brindó herramientas sobre derechos de autor, difusión, marketing digital y rol de los sellos de gestión colectiva. “Los sellos tienen que ser claros con la línea editorial, con lo que quieren transmitir. Una estrategia posible es contar con un artista como punta de lanza para graficar de qué se trata el sello. Un artista legitima”, aconsejó Isella y dio como ejemplo a Carlos Aguirre, creador del sello Shagrada Medra. “Es importante la identidad gráfica, conceptual y estética”, puntualizó. En tanto, Cecilia Salguero, cofundadora de la Red de Productoras de Córdoba, compartió experiencias y claves acerca de la realización de festivales. La ocasión también fue propicia para el lanzamiento de la Guía de gestión de proyectos musicales de Recalculando, que se publicará en marzo de 2015 con herramientas para entender el funcionamiento del sector: aspectos técnicos, legales, de comunicación, organizativos, de marketing y derechos de autor.