La noticia puso en alerta a la comunidad educativa y artística: Claudio Espector, el coordinador del Programa de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles para el Bicentenario, el creador de este proyecto que forma a 20 mil chicos y chicas en 140 orquestas y 61 coros de todo el país –reconocido mundialmente–, fue despedido sin causa del Ministerio de Educación de la Nación. Ayer en conferencia de prensa, el reconocido director, acompañado por referentes del gremio docente y alumnos y profesores del programa que siguieron sus palabras emocionados, anunció que hoy presentará un recurso de amparo, ante la persecución y la discriminación que implica este despido.

Actualmente este programa, que implica no solo una formación en música de calidad sostenida sino también una posibilidad de inclusión social (ya que contempla llegar fundamentalmente a los chicos y chicas de sectores más vulnerables) está en serio riesgo no sólo por el desplazamiento de Espector y por el nombre que ya se baraja para sucederlo (el de Eduardo Ihidoype, quien ya hizo este reemplazo en un área similar en la ciudad, achicando sensiblemente toda la gestión a su paso). También por la estrategia que ya aparece clara, todo un déjà vu de los 90: “Bajar” los programas para que pasen de la órbita de Nación a ser responsabilidad de las provincias y de los municipios, una estrategia que ya ha mostrado que culmina, inevitablemente, en la “falta de recursos” que discontinúa las iniciativas. En este sentido apuntan los numerosos testimonios de docentes y directores de orquestas: algunos no cobran sus sueldos desde diciembre, otros tienen contrato de próximo vencimiento, a otros las escuelas ya les prohíben el ingreso a los ensayos con sus orquestas ante la falta de un papel oficial que diga que siguen estando a cargo. Todos comparten la misma incertidumbre, y a todos mientras tanto se les dice que “el programa continúa”, sin aclarar cómo.

“El despido de Espector es el comienzo del vaciamiento del programa: bajo el pretexto de ‘federalizar’, se delega el sostén económico a las provincias. Lo que se genera así es una gran inequidad. Es el mismo proceso que ya sufrimos en la ciudad de Buenos Aires, y que solo con la resistencia docente pudimos frenar en cierto grado”, advirtió Adriana Wechsler, referente de los programas socio educativos de Ctera. “La continuidad de estos programas no puede basarse en lógicas de ajuste. Y la continuidad implica docentes, recursos y políticas pedagógicas. Lesionar cualquiera de estos puntos significa lesionar derechos y conquistas sobre las que hemos avanzado en estos años”, destacó Silvia Almazán, secretaria de Cultura y Educación de Suteba, y advirtió que así como otros gremios comienzan a hablar de la posibilidad de un paro nacional, también los docentes podrían tomar esta medida si el proyecto se deja caer. “Este programa es soberanía pedagógica, es calidad e inclusión a la vez. Que se desarme de este modo es tan grave como que se desarme Conectar Igualdad”, definió a su turno Eduardo López, secretario general de UTE-Ctera, y anunció que hoy los abogados del gremio acompañarán a Espector a hacer la presentación ante la Justicia.

Un video que hizo moquear a muchos mostró luego el trabajo que viene llevando adelante el programa de orquestas y coros desde 2008 en todo el país. Allí aparecieron resumidas, con la fuerza de las imágenes de los chicos y del sonido de la música, algunas de sus características constitutivas: la alegría de formar parte, el asombro ante lo nuevo, la intensa formación de los docentes, el acercamiento a la escuela que provoca en las familias. “Me cambió la vida”, sintetizaba su potencia un chico. Otros hablaban desde París o Montreal, donde fueron a seguir sus estudios musicales luego de “descubrir” la música en estas orquestas. Entre otros logros de tan intenso trabajo se vio a las orquestas tocando y recibiendo halagos en México, interpretando el Himno Nacional Argentino en los paisajes naturales del país, o actuando para la Selección Nacional de Fútbol.

Espector contó el modo en que surgió este programa, desde que en 2005 comenzó a trabajar en capacitación docente en el Ministerio. “El asesinato del compañero Carlos Fuentealba marcó una bisagra en todo sentido. Porque después de eso, en la escuela en la que él trabajaba, en Neuquén, nació la primera orquesta. Y así nació este programa”, recordó. “Hoy con mucho orgullo podemos mostrar lo que hicimos en todos estos años. No porque seamos héroes, sino porque somos coherentes, y porque amamos lo que hacemos. Eso es lo que hoy es peligroso. Hoy cientos de chicos y chicas organizados tomaron las plazas de todo el país, porque salieron a tocar para contar que sus programas están en riesgo. Eso es lo que hoy quieren cortar. Antes se capacitaron, compartieron encuentros con chicos de otras provincias, viajaron, fueron tratados con el mayor cuidado. Eso es lo que hoy molesta. Porque estamos mostrando que no existe una educación berreta para los pobres, y una alta educación para los que tienen plata. Existe una sola educación, y es la que tiene que incluir a todos y todas”, alertó. Las paredes de Ctera, en la casona de San Telmo donde funciona la sede del gremio, daban el marco justo a lo que se estaba explicando. Desde allí Carlos Fuentealba, Stella Madonado, las banderas con el nombre de los docentes desaparecidos en la última dictadura cívico militar, ponían el tema en la historia.