André Marques llegó por primera vez a Buenos Aires como integrante del grupo de Hermeto Pascoal. Más adelante sorprendió con su trío Curupira. Esta vez actuará, en cambio, con un grupo más ambicioso. “Había una idea de sonar más orquestal”, cuenta a Página/12 el músico brasileño. “Pero mantener una orquesta, obviamente, es muy complicado. Este sexteto permite una versión abreviada pero en la que hay mucho de esos arreglos en los que se busca una sonoridad más amplia”. En el principio, dice, “estaba lleno de ideas; salía recién del conservatorio y eran ideas teóricas, por supuesto. Entonces apareció un vendaval llamado Hermeto. El me cambió totalmente la manera de pensar. Con él todo pasa por la intuición. En esa época yo vivía en San Pablo y él estaba en Río así que ensayábamos una semana sí y una no. En la que sí, lo hacíamos todos los días seis horas cada día. Allí aprendí todo lo que sé.”

El grupo, con el que se presentará hoy a las 20, en la sala Caras y Caretas (Sarmiento 2037), está conformado por él en piano, flauta y melódica, Diego Garbin en trompeta y flugelhorn, Fábio Oliva en trombón, Fúlvio Moraes en batería y percusión, Guilherme Fanti en guitarra y Marcel Bottaro en contrabajo. Y del mismo concierto participará, con su propio material pero también juntándose con el sexteto, el trío del pianista argentino Hernán Jacinto junto a Fernando Silva en contrabajo y cello y Pipi Piazzolla en batería. La presentación forma parte del Proyecto Pájaros, que busca generar un espacio compartido para reunir y establecer relaciones entre músicos, gestores culturales, programadores y otros participantes relacionados con el universo musical, y crear otros canales y formas posibles de difusión de músicas creativas. Del colectivo participan también, entre otros, la venezolana Cecilia Todd, la colombiana Marta Gómez, el chileno Nano Stern y los argentinos Coqui Ortiz, Ana Archetti, Andrés Beeusaert, Andrés Pilar, Exequiel Mantega y Luna Monti.

“Lo que yo escuché primero fue su trío, Curupira, y me encantó”, afirma Jacinto. “Nuestros estilos son sumamente diferentes y, sin embargo, hay algo que los une. No sabría decir exactamente qué, pero en la manera en que encaramos la música nos sentimos absolutamente hermanados”. Jacinto ha tocado con muchísimos músicos de géneros muy diversos, incluyendo a Luis Alberto Spinetta, Rubén Rada, Hugo Fattoruso, Danilo Pérez, Paul Wertico, Darryl Jones, Javier Malosetti, Fito Páez, Christian Gálvez, Mono Fontana, Juan Quintero, Carlos Aguirre, Andrés Boiarsky, Emme, Ben Monder, Illya Kuryaki, Lito Vitale y La Bomba de Tiempo. “Tal vez por eso esperé mucho para sacar mi primer disco –Lua, publicado en 2011 por el sello BAU—; me dediqué a aprender, a escuchar a otros, a tocar con ellos, que es la manera de conquistar nuevos horizontes”. A la hora de reconocer maestros no duda: “Danilo Pérez, a quien conocí de muy chico y me dio consejos fundamentales, y Javier Malosetti.”

Marques señala que en Brasil no es tan común la música que da cuenta de las múltiples culturas que habitan ese país. “Yo me dedique a investigar muchísimo una cantidad de ritmos y formas melódicas. Por fuera de los lugares más comunes hay muchísimo por descubrir.” Para él está muy presente aquello de pintar la propia aldea para ser universal. Jacinto, que no trabaja, por lo menos de manera consciente, con elementos folklóricos, reconoce, no obstante, que “cuando tocamos en otros países nos dicen que lo nuestro suena muy argentino”. Marques reafirma la cuestión. “Es así, a mí me parece que la música de Hernán no podría ser hecha en otra parte del mundo que aquí.” Sus actividades continuarán con una actuación en La Plata, el martes próximo, un taller de ritmos brasileños que brindará en La Nave Cultural, en Mendoza, y un concierto en el Espacio Cultural Julio Le Parc, de esa ciudad, ambos el jueves 26, y conciertos y talleres en Santiago de Chile, desde el viernes hasta el domingo.