Sábado, 4 de junio de 2016 | Hoy
MUSICA › LOS SúPER RATONES VUELVEN A TOCAR TRAS LA MUERTE DE PERSON PROPERZI
Casi al tiempo que cumplía treinta años de carrera, el grupo marplatense sufrió la pérdida de su cantante y baterista, pero el material que él dejó será la base para el próximo disco. Antes, retomará las presentaciones en vivo esta noche en La Usina, con entrada gratuita.
Cae la tarde en la ya invernal Buenos Aires, y Almagro ofrece una imagen antagónica a la mezcla de guapos, idilio y poesía que con melancolía recordaba Iván Diez en el tango homónimo. En el cruce de Corrientes con Gascón, el caos, con la cumbia sonando de fondo en algunos de los locales comerciales del contorno, deja en evidencia nuevamente su capacidad para desarticular la calma cada vez que se le antoje. Además de las paradas congestionadas de pasajeros a la espera de subirse a cualquiera de los colectivos atiborrados a causa de la lluvia, las sirenas de un patrullero estacionado en una esquina denotan el vértigo del momento. El ciudadano de a pie trata de sacar sus conclusiones sobre su presencia, pero, por más que apele por el descaro y fisgonee por el perímetro, no entiende muy bien lo que sucedió. Hasta que salta una voz de la nada y explica: “Un taxista atropelló a un hombre que está tirado en el piso”. Y justo en ese entonces se puede observar a la víctima, sin medias, intentando reponerse.
Del otro lado de la vereda, y tras dejar atrás una obra en construcción que ya parece patrimonio histórico de la ciudad por la cantidad de tiempo que lleva allí, al entrar en la confitería de la esquina se lee en uno de los televisores “Temporal en Mar del Plata”, mientras se escucha el impacto de una taza llena cayendo al piso. Si hubiera que ponerle banda de sonido a toda esa escena, una de las canciones candidatas a reflejar el momento bien podría ser “Cómo estamos hoy, eh”, de Los Súper Ratones. Seguramente los integrantes del grupo no tendrán problema en aprobar su uso, y más si lo discuten juntos en una de las mesas del local. Bueno, todos salvo el baterista y cantante José Luis Properzi, más conocido como Person, quien falleció el pasado 3 de noviembre, tras batallar a lo largo de varios años contra el cáncer. Eso obligó a la banda a tomarse un hiato hasta esta noche, a las 21, cuando se reencontrará con los escenarios en el Auditorio de la Usina del Arte (Agustín Caffarena 1), en un evento de entrada gratuita.
“Esta fecha se dio porque nos la propusieron”, justifica Mario Barassi, vocalista y guitarrista de la agrupación, quien en la nota está acompañado por el guitarrista Oscar “Pingüino” Granieri y el tecladista Agustín Insausti. “No ensayamos mucho. Esto fue intenso porque se dio de forma inesperada. Aunque en mayo el Atlético de Madrid nos invitó a participar en un evento llamado Cultura en Rojo y Blanco (“Cómo estamos hoy”, eh sonó en el Vicente Calderón en 2002 para alentar al equipo), y eso, institucionalmente, fue lo primero que hicimos luego de la muerte de Person. A pesar de que hablo en plural, fui yo el que tocó en formato acústico. El duelo va a estar por siempre. Cada uno, en su ámbito, pasó por un torbellino emocional. Si bien al principio nos juntamos hasta para hacer catarsis, los primeros días lidiamos con esta sensación de tristeza y de vacío. Pero si nos ponemos emotivos y pensamos en lo que significó todo esto, no arrancamos nunca. Nos pareció una buena forma de empezar a tocar e incluso de retomar el nuevo disco”.
–¿Cuándo saldrá el nuevo disco?
Agustín Insausti: –La idea es entrar al estudio la semana siguiente del show.
Mario Barassi: –Antes aparecerá Vía Properzi, que es un trabajo compuesto por maquetas suyas de los últimos cinco años, y de las cuales algunas de ellas iban a ser parte del décimo disco de Los Súper Ratones. Debido a que no podía entrar al estudio, su idea expresa fue que los temas quedaran así como están para dárselo a su hijo. Fue un pedido de última voluntad para él. Pero, al mismo tiempo, quería que fuera un material oficial. Por lo que nuestro aporte fue más bien ejecutivo. Es un álbum solista y el intento era que saliera en vida. Hasta un mes antes teníamos la esperanza de estar en el estudio grabando el nuevo disco de la banda.
–¿Su próximo álbum incluirá temas de Person?
M.B.: –Nos dejó el legado de que tomáramos sus maquetas, porque ya estaban trabajadas, para darle la impronta a la nueva etapa de Los Súper Ratones. Y entonces fue cuando nos dio el coraje para seguir. Desde que empezamos a poner fecha para llegar al estudio, se fue posponiendo a causa de su enfermedad. En ningún momento se estaba representando la idea de que iba a partir. El le estaba poniendo todo al tratamiento y nosotros también. Son cosas que uno no se imagina, que la progresión vaya a ser tan rápida. En el último momento, en el último tramo, donde los estudios le daban que ya no había esperanza, ahí cambió completamente la situación nuestra y la de él en particular.
–Ante su ausencia, ¿las flamantes canciones se siguen aferrando a la idea inicial o cambiaron de perspectiva?
A.I.: –Tienen algo de misterio para nosotros.
M.B.: –En esta etapa no somos esa banda que tenía todo ensayado antes de ir al estudio. Si bien tenemos idea de lo que vamos a grabar, irá naciendo en la medida que lo hagamos. Cambió todo. Cuando tuvimos las últimas conversaciones, Person también lo veía como una nueva etapa. Yo, en particular, hablé bastante con él sobre eso. Me dijo que hiciera mías sus canciones porque estaba en nosotros darle esa impronta a lo que viene. Por ahí suena muy fácil decirlo ahora, pero es muy difícil de expresar con palabras semejantes conversaciones.
–La vida sigue, ¿no?
A.I.: –Cuando suceden esas cosas, tenés que adaptarte a lo que está sucediendo. Es increíble pensar el momento en que él hablaba de lo que quería que quedara cuando no estuviese.
M.B.: –Es una sensación muy rara que cada uno experimentó a su manera.
–¿Cómo vivieron esa naturalización de la muerte?
A.I.: –Ahora que volvimos a hablar de esto en las notas, se hace duro. Hay unos silencios y un modo personal de cada uno del grupo al momento de tratarlo. Nos reímos y nos acordamos de cosas para hablar porque te moviliza.
–¿Y ese proceso estará reflejado a nivel compositivo?
M.B.: –Creo que sí, porque somos muy permeables a lo que nos sucede. En nuestro caso, el estado de ánimo y esta cuestión existencialista va a estar reflejada indudablemente en el proceso de grabación. Pero también pasaron siete meses. Aunque parezca poco, es mucho para una banda como Los Súper Ratones, que históricamente se caracterizó por ser muy viajera y muy de estar tocando.
A.I.: –Fue un parate necesario para nosotros para masticar las cosas, tras un sartenazo como ése.
–Por más que sus canciones son una oda al pop festivo, la historia de Los Súper Ratones está atravesada por el drama porque la coyuntura impuso sus giros conceptuales. ¿Qué creen que pasará en esta ocasión?
Oscar Granieri: –Siempre fue un montón de adversidad. Fue un poco luchar contra algo que te lleva a salir adelante.
M. B.: –Si Los Súper Ratones fueran una persona, seguramente ya estaría experimentando la crisis de los 30. Cuando tuvimos problemas que parecían banales, a mitad de los ‘90, relacionados con contratos discográficos, nos recluimos dentro de una habitación y volvimos a ser la banda de los ‘80 que se subía a los trenes en Mar del Plata para venir a Capital a vivir la aventura adolescente. Y viéndolo de ese lado, hoy por hoy se incorpora lamentablemente un elemento de tragedia casi cinematográfico que hace que la historia del grupo se cuente de otra manera.
–Más allá de la desventura que padecieron, pasaron muchos años desde la aparición de su último disco ¿Por qué se dilató tanto?
M.B.: –Es verdad que se trata del disco que tiene el mayor lapso de nuestra carrera, porque el último (llamado Súper Ratones), si bien salió en 2008, comenzó a tener vida propia en 2009. No nos olvidemos de que el año pasado fue muy particular, porque fue cuando se acentuó la enfermedad de Person, que había aparecido en 2012, y la banda tuvo que ajustarse a la circunstancia.
A.I.: –Y también estuvimos tocando mucho. En 2012 sacamos el último corte de ese álbum, “Lo demás es lo de menos”, e hicimos el video, y ya sabíamos que tenía fecha de caducidad. El nuevo trabajo pensábamos sacarlo en 2013 o 2014. Si bien 2013 fue una época de adaptación, al año siguiente ya estábamos más acomodados. Sin embargo, tras esperar tanto tiempo, y como en 2015 se cumplían las tres décadas del grupo, aguantamos hasta entonces para sacar nuestra décima producción. Era un número redondo.
–¿Cómo vivieron la celebración de los 30 años de su fundación?
A.I.: –No soplamos velas.
M.B.: –Más que nada, fue la celebración de que Person aún pudiera estar con nosotros.
–¿Pensaron en separarse tras la muerte de Person?
M.B.: –Ni siquiera lo hablamos entre nosotros, ni lo consideramos. De la misma manera que se nos pasa por la cabeza continuar indefinidamente. Es algo que uno no se pregunta. Nos da placer hacerlo, y cuando nos juntamos sólo pensamos en el próximo show y en la gira.
–¿Quién será el nuevo baterista?
M.B.: –Sebastián Reinholz (ex Menos Que Cero y Circopam) es nuestro baterista actual. Cuando se sumó en 2015, y antes de que supiéramos lo que estaba por pasar, Person me comentó que le encantaría que él, que además de ser amigo es un músico genial, grabara algunas de las canciones del nuevo disco. Luego de los dos shows que dimos en 2015, uno con Estelares en Parque Patricios, y otro en el Senado, quedó incorporado. No hubo transición. Simplemente, se fue Person.
–¿Y cómo encararán el liderazgo de la banda?
A.I.: –Si bien todos vamos a tener que hacer más cosas y ocupar más lugar, para mí le queda a Mario ese rol porque es la voz cantante.
M.B.: –Ni siquiera lo hablamos. Creo que va siempre de la mano de quién es el que canta y habla. El grupo nació con un concepto muy Beatles o Beach Boys, debido a que todos somos cantantes y compositores. Y el que se ganaba el derecho de ser el frontman era el que traía la canción o cantaba la parte principal. El liderazgo supuso más una cuestión de engranaje en la que cada uno era bueno para hacer determinadas cuestiones, y eso engrandeció a la banda y nos diferenció de otros grupos del rock argentino, donde hay un cantante y compositor principal.
O.G.: –Somos una banda en la que todos somos líderes. Seguramente desde fuera la cosa se vea distinta, pero dentro siempre nos vimos como iguales. Más allá de las aristas que cumple cada uno.
–A pesar de que se pararon con mucho estoicismo frente una situación dramática, ¿cuál es su actitud para con el futuro?
M.B.: –A Vicentico le preguntaron una vez sobre el futuro de los Cadillacs, a lo que él respondió: “Empezamos tocando para 40 personas, nos pasaron cosas, y probablemente terminemos tocando para 40 personas”. Así que me tiene sin cuidado lo que sucederá. Luego de tantos años, nos sentimos de esa manera. Me parece que es una buena oportunidad para comenzar.
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