Viernes, 2 de febrero de 2007 | Hoy
MUSICA › ROBIN CAMPBELL, DE UB40
El guitarrista explica así que el grupo lleve treinta años sin cambiar su formación.
Por Roque Casciero
Hay una pregunta de rigor para todo músico que vuelve a tocar a la Argentina: ¿tiene algún recuerdo especial de su visita anterior? Es entonces cuando la mayoría de los entrevistados menciona la carne, el malbec o las chicas, o se excusa porque durante las giras la memoria se le convierte en una coctelera. Pero Robin Campbell, guitarrista de UB40, contesta con seguridad, a pesar de que la última vez que pisó Buenos Aires fue hace más de una década: “Tocamos en la cancha de River Plate, así que fue un gran show para nosotros, muy excitante. Fue en 1994, un momento en el que teníamos un álbum muy exitoso, así que la gira también fue un suceso. Por eso tengo recuerdos muy agradables de ese tour sudamericano, que fue fantástico”. Esa fue la segunda visita del combo británico de reggae pop: la primera, en 1989, había sido para tocar en Vélez, el mismo lugar donde el jueves 8 cerrará el Summer Fest. Los otros shows de UB40 en la Argentina serán este sábado en Pinamar (gratis, organizado por DirecTV), el 6 en Córdoba y el 10 en Rosario.
UB40 surgió en 1978, cuando un grupo de amigos de Birmingham se propuso formar una banda para hacer reggae. Ninguno de ellos tenía instrumentos ni sabía cómo tocarlos, pero al cantante Ali Campbell le pagaron cuatro mil libras esterlinas como compensación por lo que había cobrado durante una pelea en un bar. El combo se bautizó con la sigla del formulario para los desempleados ingleses y le funcionó como antídoto, porque desde entonces sus integrantes jamás estuvieron desocupados. Han publicado 23 álbumes y vendido más de 55 millones de copias, un número que no alcanzó ningún otro artista de reggae (¡ni siquiera Bob Marley!), especialmente gracias a sus covers dulzones de “Red Red Wine” y “(I Can’t Help) Falling in Love with You”. Esos hits, y otros como “Rat in the kitchen” y “I Got You Babe”, seguramente sonarán en los shows argentinos. “Serán una mezcla entre los temas clásicos, que sabemos que la gente quiere escuchar, más algunos que nosotros queremos tocar y algunos de nuestro último disco (Who You Fighting For?), del que estamos muy orgullosos. Mientras tengamos un disco nuevo y podamos juntarlo con las canciones clásicas, se nos hace muy fácil armar una lista de temas”, afirma Robin Campbell.
–Llevan casi treinta años juntos y no cambiaron de formación: toda una rareza en el mundo del rock...
–Eso es porque ya éramos un gang, un grupo de amigos, antes de ser una banda. Y es una diferencia muy importante. La mayoría de las bandas están compuestas por tipos que se juntan para hacer música y por ahí no se conocen, son extraños. Nosotros somos amigos desde chicos y cuando hicimos la banda éramos una comunidad muy unida: conocíamos a las novias de los demás, los padres... Cuando eso sucede, los problemas de la banda se pueden ver de un modo positivo y se pueden resolver más fácil. La mayoría de los problemas de los grupos son por ego, pero para nosotros es difícil sacar el ego a relucir porque nos conocemos desde chicos. Además, no tenemos diferencias musicales porque siempre nos guió el mismo objetivo: tocar reggae.
–Con ese objetivo en la mira no les ha ido nada mal. ¿Sienten que todavía les quedan cosas por hacer?
–Hicimos todo lo que queríamos, sólo que queremos hacer más. Siempre hay otro disco exitoso por publicar, otro país que queremos visitar. Estamos muy contentos de hacer lo que hacemos, porque es realmente un lujo tener un trabajo que amamos. No sé, tal vez podríamos ganar un Grammy, porque fuimos nominados pero nunca ganamos, o ir a tocar a China... Pero estamos más que contentos y orgullosos con lo que hicimos, y queremos seguir haciéndolo.
–Su último disco es como una vuelta a las raíces de UB40, mezclado con el sonido que los hizo famosos.
–Lo que sucedió fue que nos metimos en un estudio y grabamos del mismo modo que cuando hicimos nuestro primer disco. Hicimos zapadas, tocamos juntos, tocamos las canciones antes de grabarlas. Nosotros solíamos trabajar de ese modo, pero con las computadoras y con la pereza, empezamos a hacer discos sin estar todos en el mismo lugar al mismo tiempo. Así que se puso un poco impersonal. Los últimos discos no sonaban realmente a UB40, así que volvimos a las bases, a como lo hacíamos cuando empezamos. Y escribimos y grabamos juntos. Fue fantástico, realmente volvimos a disfrutar de hacer un disco. Nos devolvió el entusiasmo. Eso hizo una gran diferencia, tal como puede escucharse en el disco. Ahora sonamos como una banda que vuelve a disfrutar de serlo.
–El título del disco es más político que los anteriores.
–Sí, es cierto, pero siempre dijimos lo que queríamos y tendemos a centrarnos en estos temas. Ocasionalmente, hacemos canciones de amor, que por lo general son covers. Cuando hacemos nuestras propias letras, tenemos la tendencia a que sean politizadas. Con respecto al título, simplemente creímos que era muy bueno y muy relevante con respecto a lo que estaba sucediendo en ese momento.
–Usted ha explicado que ni siquiera estaban diciendo que la guerra estaba mal, sino que querían que la gente se preguntara acerca de los motivos de la guerra.
–Absolutamente. Queríamos ser una especie de antídoto contra la propaganda. Cuando hay una guerra, siempre se nos dan diferentes razones, y la de ésta fue “armas de destrucción masiva”. Lo que nosotros queríamos era que los jóvenes se cuestionaran si iban a luchar por su país o por otros intereses.
–En 2008 cumplirán 30 años juntos. ¿Planean algo especial?
–No habrá nada especial. Recién empezamos a trabajar en nuestro próximo álbum y apenas lo terminemos volveremos a salir de gira, como siempre. Esta visita a la Argentina son unas breves vacaciones de nuestro trabajo en estudio. Desde poco antes de las fiestas estamos zapando, exactamente como en Who you fighting for. Es un proceso muy lento, porque somos muy perezosos.
–Es la segunda vez que menciona la pereza. ¿Eso le molesta de la dinámica interna de UB40?
–(Se ríe.) Es cierto que todo se hace muy lento. Por naturaleza los músicos no se levantan temprano y buscan las razones para acostarse tarde. Sí, somos muy perezosos y podríamos trabajar más rápidamente, pero no somos tan entusiastas como antes. Es más difícil juntar a todos cuando tenemos familias, hijos... ¡Algunos hasta tienen nietos! Nos movemos a un paso más relajado, pero cuando salimos de gira es como si volviéramos a los 20. A veces me siento culpable por la pereza, pero no tanto (risas).
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