Con una programación atractiva, que conjuga una acabada muestra del jazz que se produce a orillas del Paraná con algunas de las figuras más significativas de lo que –con un irresistible golpe de frenesí– se podría llamar “Jazz Argentino”, esta noche comienza a definirse el último capítulo del 11º Festival de Jazz de Rosario “Santiago Grande Castelli”, que toma el nombre de una de las figuras emblemáticas de la música rosarina. El teatro Príncipe de Asturias del Centro Cultural Parque de España será el escenario para el segmento final de una manifestación rica en propuestas y articulada en espacios.

La cantante Roxana Amed y su grupo y los rosarinos de Moksha Trío abrirán la noche, con personales visiones de los cruces posibles entre jazz y rock. Estará además la Orquesta de Jazz de la Escuela Municipal de Música de Rosario, que mostrará los resultados del trabajo realizado a lo largo del año, con Mariano Otero como compositor residente. Se trata de una experiencia que comenzó en la pasada edición del festival –en la ocasión el invitado fue Ernesto Jodos– y que más allá de proyectarse como momento de intercambio y crecimiento para los jóvenes músicos que integran la orquesta, logra un notable nivel artístico.

Mañana, los protagonistas serán Swing Manouche Trío, el cuarteto del saxofonista Julio Kobryn –ambos de Rosario– y el trompetista Juan Cruz de Urquiza, que mostrará su nuevo disco (Vigilia, que en Buenos Aires está presentando todos los sábados de noviembre, en Thelonious). Para el sábado se anuncia la presencia del Santa Fe Jazz Ensamble, Jorge Migoya –multiinstrumentista argentino residente en Francia, arreglador de trabajos de Gustavo Beytelmann y el Cuarteto Cedrón– y La Big Band de Acá, con el saxofonista Rubén “Chivo” González, uno de los exponentes legendarios del jazz de Rosario. En el cierre del domingo actuará Mutasapo, una banda local cuya búsqueda pasa por el jazz contemporáneo, y el trío del pianista Adrián Iaies, uno de los músicos más prolíficos y creativos de la escena actual.

Organizado por Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario y el Centro Cultural Parque de España, el festival rosarino se articula en esta edición en distintas etapas. Comenzó el 14 de octubre pasado, con un concierto que reunió a figuras como el contrabajista norteamericano Hill Greene, para multiplicarse luego en una serie de conciertos en bares que conformaron el circuito jazzero de la ciudad. Ya en su etapa principal, el fin de semana pasado, el Teatro de la Comedia concentró propuestas como la de la pianista Paula Shocron, el grupo Escalandrum, el pianista cubano Luis Lugo, los cordobeses del Eduardo Elía Cuarteto, el noneto del paranaense Carlos Aguirre y los locales de la Tradicional Jazz Band, Cinegraf y Ruggeri-Palena Jazz Trío, entre otros. Lo de este fin de semana se proyecta como un cierre de gran nivel artístico, el broche justo para un festival plenamente afirmado. Y si a esta altura el Festival de Jazz de Rosario es una vidriera de jerarquía que desde el interior del país suma lo propio al buen momento del jazz que se hace en la Argentina, brinda una excusa para reivindicaciones que por estos días llegan desde la ciudad del Monumento a la Bandera: “A pesar de las malarias futboleras, tenemos con qué dar envidia”.