MUSICA › DAVID HINDS, CANTANTE DE STEEL PULSE
“Desde el primer día somos una banda muy politizada”
La banda británica de reggae que lidera Hinds toca esta noche en Obras, en su segunda actuación en el país. Repasará sobre el escenario su trayectoria de treinta años.
Por Roque Casciero
“Desde el primer día somos una banda politizada”, asegura David Hinds, cantante, guitarrista y líder de Steel Pulse, un combo de reggae formado en Birmingham, Inglaterra, en 1975. Y la frase cobra sentido si se piensa en las coordenadas de tiempo y espacio de esa aparición: el Reino Unido era un hervidero en el que pronto estallaría el punk (que apoyó mucho al reggae). Pero el interés de Steel Pulse en la situación social nunca implicó que perdiera atención por las melodías y las armonías, sin las cuales sería, según Hinds, “como Wyatt Earp sin su revólver”. “En un momento intentamos cambiar y ser comerciales para permanecer en el mainstream, pero descubrimos que no nos sentaba bien y volvimos a nuestras raíces”, reconoce el cantante. “Lo bueno de haber cambiado fue que descubrimos que éramos capaces de hacer otra cosa, aunque luego volvimos a lo que amamos hacer, que es tocar música roots. Pero me siento muy satisfecho cuando pienso que nuestro mensaje va a ser escuchado durante décadas en un contexto político y social.” Ese mensaje sonará esta noche en Obras, cuando Steel Pulse, en su segunda visita a Buenos Aires, haga un repaso de sus treinta años de trayectoria.
–Por lo que dice, usted es de los que creen que la música puede cambiar al mundo.
–¡Claro! Es que la música ya cambió al mundo. ¿Sabe qué? Quizá la gente no se dé cuenta de eso, pero los políticos saben muy bien que la música cambió al mundo. Es por eso que encontrás que Richard Nixon invitó a Elvis Presley a la Casa Blanca, o que invitaron a Stevie Wonder. Y lo vimos en la cumbre del G-8: Bob Geldof juntó a los músicos para tener una voz entre la gente del mundo sobre lo que está pasando en Africa, igual que hace 20 años. Creo que es más que obvio que la música ha cambiado a la gente. En países como Estados Unidos, que no están tan integrados como se cree, en los conciertos de reggae conviven el público blanco y el negro.
–Steel Pulse también fue invitado a la Casa Blanca.
–Fue muy interesante. En ese momento sentíamos que estábamos cada vez más cerca del estrellato, así que intentábamos cualquier ángulo posible para ser reconocidos por la industria en Estados Unidos. Fueron buenos tiempos. Y es como un mojón en mi carrera haber sido la primera banda de reggae en tocar en la asunción de un presidente.
–Además, el presidente era Bill Clinton, no George W. Bush.
–¿Sabe qué? Si Bush me invitara a su asunción, probablemente también iría. Es que a veces la revolución tiene que producirse desde adentro. Y creo que sería muy bueno poder ir a un lugar lleno de republicanos a dejar mi mensaje.
–¿Sabía que existía una escena de reggae en la Argentina?
–No mucho, hasta que en mayo conocí a Alika (ex miembro de Actitud María Marta) en una conferencia rastafari en Panamá. Entonces me familiaricé con lo que está sucediendo acá. Sólo había estado una vez en la Argentina y no pude ver mucho, así que no pensé que les interesara mucho el reggae. Pero fui a Panamá y encontré que había un montón de rastas de la Argentina, Venezuela, Chile... Fue toda una sorpresa.
–Como rastafari, ¿cómo le cae que bandas que no lo son hagan reggae?
–No tengo ningún problema con eso, mientras reconozcan que hacen reggae. Que muchas bandas hagan reggae producirá que la música se expanda más y se haga mejor. El reggae necesita una exposición mayor para que la gente lo regurgite, lo viva y lo exprese.
–Aquí, el hecho de ser o no rasta divide bastante a los seguidores del reggae.
–Eso es ignorancia, porque la música es música y no hay nada equivocado en que alguien que no es rasta haga reggae. Yo nací rastafari y lo que me dicta la experiencia es que mucha gente que se hace rasta quiere apropiarse de esa cosa nueva que descubrió y que nada se transforme. Eso me parece un error. ¿Qué tiene de malo utilizar la tecnología para llevarme a un nivel superior? Ese fue un problema que tuvo Bob Marley con los músicos que lo rodeaban, porque la visión de Marley era hacer crecer su música y exponerse ante el mundo. Bunny (Wailer) y Peter (Tosh) pensaban distinto y por eso siguieron otro camino. Pero si Bob no hubiera llevado el reggae al público blanco, hoy en día Bunny no estaría comiendo lo que come. Esa es la realidad. No sé nada sobre la comunidad rastafari argentina, pero puedo apostarle a que creen que nadie puede formar parte de la cultura que han abrazado si no siguen el ritual paso por paso. Y no tiene por qué ser así.