El actor estadounidense Sean Penn concluyó una estancia de seis días en Venezuela, país al que viajó “como periodista”, con el fin de informarse sobre la situación social y escribir al respecto. El ganador de un Oscar por Río místico llegó el domingo pasado a Caracas y limitó sus declaraciones a unos breves comentarios en los que agradeció al pueblo venezolano y a su presidente, Hugo Chávez, la hospitalidad que le han brindado. Atento en todo momento a las solicitudes de quienes se le acercaban, el actor se prestó con amabilidad a dejarse fotografiar con decenas de ciudadanos que le pedían una imagen de recuerdo, pero se mantuvo apartado de la prensa, aparentemente ajeno a las expectativas generadas por su fama de estrella del cine. Penn dedicó parte de su estadía a visitar barrios pobres, algunas zonas agrícolas y conversar con diversos sectores sobre la situación de Venezuela. En un acto en el que Chávez inauguró un laboratorio de “bioinsumos”, se lo pudo ver tomando notas, alejado de las cámaras de televisión y escuchando la traducción que le hacía Andrés Izarra, presidente de la cadena Telesur, que lo acompañó en todo momento y le sirvió de intérprete. En la aldea de Pueblo Encima, Penn fue invitado de Chávez en uno de esos encuentros habituales del presidente venezolano con sus simpatizantes. En otro acto, esta vez en Caracas, el presidente venezolano dijo que el actor es uno de los estadounidenses “en busca de la verdad”, y señaló que viajó a Irak, Irán y ahora a Venezuela, “a ver la realidad con sus propios ojos, cansado de que le mientan”.