El escritor belga Hugo Claus, varias veces candidato al Premio Nobel, murió ayer a los 78 años, tras haber pedido que se le practique la eutanasia, cuyo ejercicio es legal en Bélgica. El autor de La pena de los belgas (1983) sufría el Mal de Alzheimer; su esposa Veerle De Wit, mediante un correo electrónico, explicó a los amigos de Claus que éste pasaría “de la mejor manera posible los momentos de lucidez” que le quedaban y que tomaría “una decisión por sí mismo en el momento oportuno”. Nacido en Brujas el 5 de abril de 1929, Claus fue criado en una pensión religiosa de Courtrai, Bélgica, donde rápidamente demostró su pasión por la literatura. Pintor, autor de libros de poesía, obras de teatro y de unas treinta novelas, Claus era un artista completo y perturbador, conocido por su inconformismo y su sentido de la desmesura y la provocación. Su fama mundial comenzó a labrarse con la traducción en francés, inglés y japonés de su novela De Metsiers (1950), convertida en un éxito de ventas internacional. Entre sus novelas más conocidas figuran, además, La caza de los patos (1953), Andrea o la novia de la mañana (1956), El hombre de las manos vacías (1957) y El pez espada (1989). También se impuso como pintor y participó en el lanzamiento y exposiciones del grupo de vanguardia expresionista Cobra (1949), con el que formó parte de exposiciones colectivas en París y Bruselas y cuyo objetivo era rebelarse contra el surrealismo y buscar una manera experimental y espontánea de pintar, sin carga teórica.

En este grupo tuvo como compañeros a los pintores Karel Appel, Alechinsky, Asger Jorn, hasta que el grupo se disolvió, momento en el que cambió su residencia de París por Roma, donde vivió tres años. En paralelo con su actividad como pintor, Claus se estrenó como dramaturgo con 24 años, con Andrea o la novia de la mañana. Tras residir en París y Roma, en 1959 realizó un largo viaje por Estados Unidos en compañía de Fernando Arrabal, Italo Calvino y Claude Simón, durante el cual escribió el guión de cine El cuchillo y sentó las bases de su posterior novela El deseo. Su etapa viajera incluyó también un período en Ibiza y un viaje por Tailandia, siendo esposo de Sylvia Kristel, la actriz que encarnó a Emmanuelle y con la que tuvo a su hijo Arthur en 1975.

Autor prolífico, su carrera abarcó varias películas, numerosos libros de poesía, cuarenta obras teatrales –algunas propias y adaptaciones– y novelas con las que ha obtenido fama mundial. Dentro de su producción teatral sobresalen Investes (sobre Séneca), La tierra de oro, La prostituta española y Viernes, por la que recibió el Premio Nacional Belga de Teatro. De sus guiones cinematográficos, se distingue El león de Flandes, sobre la célebre novela del ideólogo nacionalista del siglo XIX Hendrick Conscience. El conjunto de su obra refleja una profunda curiosidad por las reacciones humanas en momentos de tensión extrema, lo que sitúa a Claus en la vanguardia de la narrativa europea y lo identifica con la pintura precisa de situaciones límite. Así lo reconocieron numerosos premios europeos, desde el Pasolini (por sus múltiples facetas artísticas) al Gran Premio de Literatura de la Comisión Europea y la medalla honorífica de Bélgica.