CINE › LA DESCONOCIDA, NUEVO FILM DE GIUSEPPE TORNATORE
› Por Horacio Bernades
Tornatore ritorna. Casi veinte años después de haber arrancado lágrimas planetarias en Cinema Paradiso, el cineasta siciliano vuelve con tutti en La desconocida, thriller de suspense que a lo largo de dos horas acumula sadismos varios, retorcimientos argumentales, golpes por debajo del cinturón y grosores de todo calibre. Como premio a todo eso, dos años atrás la Academia del Cine Italiano coronó a esta película con cinco David de Donatello, incluyendo los galardones a Mejor Película, Director y Actriz Protagónica.
El realizador de Stanno tutti bene no filmaba desde el año 2000, cuando su intento de reflotar el cine de las grandes divas –con Malena y la Bellucci– se fue tan a pique como poco antes lo había hecho esa apoteosis kitsch que fue La leyenda del 1900. Lo que Tornatore parecería querer refundar ahora es el giallo, equivalente itálico y sesentista de lo que los estadounidenses llaman pulp fiction: policiales baratos y sensacionalistas (de allí giallo, “amarillo”), con chicas lindas, desnudos, psicópatas y sangre, que Mario Bava y Dario Argento elevaron a la categoría de arte manierista. Más tremendista que amarillista, más efectista que manierista, el giallo de Tornatore tiene por protagonista a Irena, inmigrante rumana (la nativa de San Petersburgo, Xenia Rapoport, único David merecido), que tras ser usada como esclava sexual y gestacional por un sádico de culebrón (un calvo y gritón Michele Placido) termina ofreciéndose como mucama en casa de un matrimonio de joyeros.
La hija de los joyeros sufre de un curioso síndrome, que el film define como “inhibición del instinto defensivo”, y que hace que si se cae, no apoye las manos para atenuar el golpe. Mucho menos lo atenúa la banda de sonido, haciendo que cada vez que la nena se viene al piso se escuche como si fuera la caída de las Torres Gemelas. Todo lleva a pensar que lo que quiere Irena es desplumar a los dueños de casa. Pero su verdadera motivación es una de las muchas cartas que el realizador esconde en su ancha manga. Cartas falsas que incluyen no un muerto que resucita milagrosamente, sino dos (una de ellos es la actriz Piera Degli Sposti, autora de Storia di Piera).
Esa clase de trampas sería tolerable si La desconocida se asumiera como clase B sin escrúpulos, pero en lugar de eso, Tornatore juega al mismo tiempo las cartas del thriller hitchcockiano, el trash europeo de qualité, la tira con conciencia social (al estilo Vidas robadas) y el melodrama materno-filial. Lo cual no impide el despliegue de escenas de tortura, castigos infantiles, sangrientas pateaduras a seres indefensos, partos del infierno (con Angela Molina como partera), ensordecedores golpes sonoros en cada brutal corte de montaje y un Ennio Morricone cuya gran orchestra parecería querer convertir en culminantes cada uno de los 118 minutos que dura el film.
2-LA DESCONOCIDA
(La sconosciutta, Italia/Francia, 2006).
Dirección: Giuseppe Tornatore.
Guión: G. Tornatore, con la colaboración de Massimo De Rita.
Intérpretes: Xenia Rapoport, Michele Placido, Claudia Gerini, Clara Dossena, Angela Molina y Margherita Buy.
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