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Miércoles, 20 de agosto de 2008

CINE › “ENCUENTRO CON EL CINE COREANO”, EN LA SALA LUGONES

Un gigante que llega de Oriente

El ciclo, que se desarrollará desde hoy hasta el domingo 31, estará integrado por once largometrajes, en su mayoría inéditos en la Argentina. Se verán desde clásicos hasta producciones contemporáneas, exponentes de una cinematografía pujante y plena de matices.

En los últimos años, el gran tigre asiático ha despertado en países que ni siquiera figuraban en el mapa cinematográfico, como Tailandia, Filipinas o Malasia, ahora invitados regulares en el circuito de festivales internacionales. Pero el cine coreano sigue siendo una de las grandes potencias del continente, con una producción de una diversidad y una calidad incomparables. Para dar cuenta de ese fenómeno, el Complejo Teatral de Buenos Aires y la Fundación Cinemateca Argentina, con el auspicio y la colaboración del Centro Cultural Coreano en América latina y el Korean Film Council (Kofic), han organizado un ciclo denominado “Encuentro con el cine coreano”, que se llevará a cabo a partir de hoy y hasta el domingo 31, en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530).

El ciclo estará integrado por once largometrajes, en su mayoría inéditos en la Argentina, en copias 35mm enviadas especialmente a nuestro país por la Kofic, y resulta una excelente oportunidad para acercarse a una de las cinematografías más pujantes de la actualidad. El programa incluye tres films clásicos de los años ’50, ’60 y ’70 –entre ellos, el famoso largometraje Una flor en el Infierno, verdadero paradigma del cine social de posguerra de Corea–, y ocho títulos de la más reciente producción de Corea del Sur, representativos de las diversas tendencias del cine de ficción y documental de ese país. Asimismo, se exhibirá por primera vez en la Argentina Secret Sunshine (2007), el último largometraje del realizador Lee Chang-dong.

Hoy, el ciclo arranca con un triple programa. A las 14.30 va Los soldados que nunca regresaron (1963), uno de los primeros largometrajes del prolífico realizador Lee Man-hee, que se transformó en un gran éxito comercial en el momento de su estreno, ayudando a revitalizar el cine bélico coreano (repite el martes 26). A las 17 va Una flor en el Infierno (1958), de Shin Sang-ok. “Muy pocos films coreanos de esa era presentan la dura realidad con tanta honestidad como Una flor en el Infierno, el punto artístico más alto en la carrera del realizador Shin Sang-ok”, consignó el especialista Darcy Paquet (repite el lunes 25). Y también hoy, pero a las 20, se proyecta la citada Secret Sun-shine (2007), de Lee Chang-dong, uno de los más relevantes cineastas del nuevo cine coreano. La partitura musical de este film fue compuesta por el músico argentino Christian Basso, quien esta noche estará presente durante la función inaugural del ciclo. “El director de Peppermint Candy y Oasis –que hasta hace poco fue ministro de Cultura de su país, en coincidencia con el apogeo del Nuevo Cine Coreano– vuelve a sus personajes extremos, golpeados en lo más profundo por una tragedia. Hay una visceralidad, una furia en el film de Lee Chang-dong que no es frecuente en el cine de hoy y que sólo puede asociarse a algunos films de Rainer Fassbinder o Werner Herzog de los años ’70”, publicó PáginaI12 en el marco del Festival de Cannes (repite el domingo 24).

Mañana va Perro que ladra no muerde (2000). La opera prima de Bong Joon-ho es una ácida sátira social. “Uno de los retratos más agudos (y conmovedores) de la vida gris y anónima de los pocos favorecidos por la ciudad moderna, que asume la forma de un catálogo de pequeñas crueldades cívicas y domésticas”, escribió Quintín, cuando la película se presentó en la competencia del Bafici.

El viernes se exhibe Conduciendo con el amante de mi esposa (2007), de Kim Tai-sik, una película que se inscribe en la tradición del cine coreano capaz de bruscos virajes y audaces cambios de tono y de género. Para el sábado está previsto El rey y el payaso (2005), que a pesar de no contar con grandes estrellas en el reparto, de transcurrir en el período medieval y de tener como foco narrativo las artes tradicionales, se transformó en uno de los films más populares y taquilleros del cine coreano.

* A partir del miércoles 27 el ciclo continúa con Flores salvajes en el campo de batalla (1974), de Lee Man-hee; Si tú fueras yo (2005), de Park Kyung-hee; Nuestra escuela (2006), de Kim Myung-jun; Una semilla en la oreja (2005), de Lu Zhang; y Búsqueda prohibida (2006), Kim Dae-woo. Horarios y más información en www.teatrosanmartin.com.ar/cine

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El rey y el payaso, de 2005, es uno de los films más populares y taquilleros de la cinematografía coreana.
 
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