Una sociedad secreta de asesinos, killers que trabajan de hilanderos, gente común que cobra súbitos superpoderes, balas que cumpliendo el sueño de Daniel Passarella doblan en el aire, ejecuciones circulares con un único proyectil y un ejército de ratones explosivos hacen pensar que el comic que dio origen a Se busca habrá tenido un componente lúdico que la adaptación perdió casi por completo. En la línea de 300, que también estaba basada en un comic, lo que hace Se busca (la película) es proveer toneladas de adrenalina en estado bruto, con trabajadores pagos del crimen que parecen tomarse muy en serio su aura de místicos de la violencia, entre infernales balaceras, carreras rompecoches y trenes que descarrilan sobre precipicios.

La fábula que se narra es algo así como Después de hora en esteroides. Empleado pusilánime, Wesley (el excelente James McAvoy, protagonista de Expiación, deseo y pecado) se verá arrastrado a un mundo que se supone fascinante y pesadillesco, a partir del momento en que en un supermercado se le aparece cierta chica providencial. La chica no es otra que Angelina Jolie, cuya pose de chica mala encarna con exactitud la que la película adopta in toto. Miembro de una milenaria secta de asesinos llamada La Fraternidad, Angelina le explica a Wesley que su padre también era socio, convenciéndolo de vengar su muerte e introduciéndolo al grupo comandado por el vozarrón de Morgan Freeman. Como parecería que la pericia en el disparo se comunica por vía paterna como si se tratara de hemofilia, Wesley aprueba la introducción a La Fraternidad. Claro que primero deberá cursar un CBC consistente en largas sesiones de palizas, torturas y cuchilladas. Esta presunta prueba de hombría es llamativamente semejante a la que Edward Norton debía atravesar en El club de la pelea (con Jolie cumpliendo aquí el papel de iniciadora que su marido tenía allá).

Llena de balas que viajan hacia su destino en plano detalle, agujeros abiertos en decenas de frentes, rostros chorreantes de sangre, mucho ruido y mucha furia y los consabidos efectos-sorpresa argumentales, todo indica que el kazajo Timur Bekmambetov (cuya trilogía integrada por Guardianes de la noche, Guardianes del día y la próxima Guardianes del atardecer lo transportó a Hollywood) se ha tomado al pie de la letra la tesis patoteril que la película plantea, según la cual el único modo de dejar atrás la cobardía oficinesca es ponerse a matar y torturar gente. Hasta tal punto parece creer en ello, que cierra la película con el protagonista mirando a cámara y reprochándole al espectador que siga militando en el pobre bando de las ratas de oficina. “¿Vos qué hiciste hasta ahora?”, pregunta el tipo, desafiante y con las venas hinchadas, como si en lugar de un disparate de superacción fuera parte de una campaña de solidaridad social.

5-SE BUSCA

(Wanted, EE.UU., 2008)

Dirección: Timur Bekmambetov.

Guión: Michael Brandt, Derek Haas y Chris Morgan, sobre comic de Mark Millar y J. G. Jones.

Fotografía: Mitchell Amundsen.

Intérpretes: James McAvoy, Morgan Freeman, Angelina Jolie, Terence Stamp y Thomas Kretschmann.