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¿Cómo filmar de nuevo lo que ya se filmó, de una vez y para siempre, hace más de treinta años? Puestos frente a lo que podría llamarse “teorema de Regan”, la respuesta de los productores, realizador y guionistas de El exorcismo de Emily Rose parece ser: “Filmamos todo igual que antes, pero revistiéndolo de un aire de seriedad existencial digno de una de Bergman, y además le damos estructura de película de juicio y le agregamos abundantes dosis de propaganda vaticana”. Que nadie teme aquí las comparaciones con El exorcista (El ciudadano de las películas de posesión, exorcismo y satanismo) queda evidenciado en la propia presentación de la película, cuando un visitante aparece frente a una casa siniestra, tomado de espaldas y con un ataché en la mano. Igualito al afiche del clásico de William Friedkin.
Supuestamente basada “en un caso real” (también en esto se parece a la mamá de todas las películas de posesión), ya de entrada es posible advertir que ésta es una de esas películas de terror que quieren pasar como que no lo son. No sólo la forzada seriedad, solemnidad y carga de angustia de todos los agonistas (acentuado todo ello por unos movimientos de cámara llenos de pompa y circunstancia) sino incluso el propio ambiente nevado en que transcurre hacen dudar de si es El exorcista o Luz de invierno la película-modelo aquí. Pronto se verá que tal vez el film de referencia sea Testigo de cargo, ya que el eje de la acción de El exorcismo... se centra en el juicio que se le lleva adelante al padre Moore (Tom Wilkinson), acusado de haber llevado a la muerte a la Emily Rose del título (Jennifer Carpenter, que desaprovecha las resonancias genéricas del apellido). El padre Moore ordenó discontinuar la terapia farmacológica que los médicos habían prescripto, tras diagnosticar como esquizofrenia los extraños episodios que le tocaron vivir a la muchacha. Y se supone que fue por ello que un ataque cardíaco terminó con la vida de la chica. Aunque el padre Moore opine distinto...
Mientras los flashbacks van narrando lo que le pasó a Emily, permitiendo mantener la película dentro del género “thriller de terror” (y en el déjà vu para quien haya visto El exorcista) es a partir de ese debate tribunalicio entre cientificistas y creyentes que El exorcismo... se va develando progresivamente como panfleto católico, dándole la razón al cura y quitándosela a médicos e impugnadores. Esta tesis toma cuerpo (para apelar a una metáfora pertinente a esta clase de películas) en el personaje de la abogada que encarna Laura Linney. Y que –proyección de lo que se espera que ocurra con el espectador– comienza como escéptica absoluta y termina como principal convencida. ¡Demonios!

5-EL EXORCISMO DE EMILY ROSE
The Exorcism of Emily Rose
EE.UU., 2005.
Dirección: Scott Derrickson.
Guión: S. Derrickson y Paul H. Boardman.
Intérpretes: Laura Linney, Tom Wilkinson, Campbell Scott, Colm Feore, Jennifer Carpenter y Mary Beth Hurt.