Jueves, 6 de noviembre de 2008 | Hoy
CINE › HOY COMIENZA LA 23ª EDICIóN DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MAR DEL PLATA
Esta tarde habrá una doble apertura, primero un homenaje a Leonardo Favio con la proyección de su film-ballet Aniceto y luego el preestreno de The Hurt Locker, elogiado drama bélico de la realizadora estadounidense Kathryn Bigelow.
Por Horacio Bernades
Desde Mar del Plata
Con jazz, ballet, cine y los discursos oficiales de rigor, que tendrán lugar hoy a partir de las 20 en el Teatro Auditorium, quedará inaugurada la 23ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. El trío del pianista Jorge Navarro, el Ballet Argentino de Julio Bocca y los bailarines Hernán Piquín, Eleonora Cassano y Cecilia Figaredo pondrán las dosis de música y baile en la ceremonia conducida por los actores Gastón Pauls y Julieta Díaz. Luego harán uso de la palabra la presidenta del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales, Liliana Mazure; el presidente del festival, José Martínez Suárez, y el intendente de la ciudad de Mar del Plata, Gustavo Pulti. La ceremonia se cerrará con la proyección de The Hurt Locker, elogiado drama bélico de la realizadora estadounidense Kathryn Bigelow. Antes de eso, a las 18, en la misma sala se exhibirá, en carácter de homenaje especial, Aniceto, de Leonardo Favio, a la que se podrá asistir con entrada libre y gratuita.
Bigelow, Tommy Lee Jones y el guionista de The Hurt Locker, Mark Boal, principales invitados del festival (aunque en su transcurso pueden producirse visitas-sorpresa, no anunciadas oficialmente), estarán presentes en el Auditorium. La visita de Jones quedará justificada mañana a la tarde, con la proyección de Los tres entierros de Melquíades Estrada, que el actor de Sin lugar para los débiles dirigió y protagonizó tres años atrás, y que ya había sido exhibida en este mismo festival. Luego de la proyección, TLJ dará una charla abierta al público, también con entrada libre y gratuita. Con la sala del Auditorium por cabecera y un total de cuatrocientas películas previstas (entre largos, cortos y mediometrajes), el festival se extenderá hasta el domingo 16, teniendo como subsedes al Teatro Colón y los complejos de los cines Ambassador, Cinema, Paseo Diagonal, Espacio Incaa - 404, Olympia y Santa Fe.
Tal como se estila todos los años, las entradas tendrán un precio especial, equivalente a un tercio de lo que cuestan en los principales complejos porteños: 6 pesos la entrada general, 2 pesos menos para estudiantes y jubilados. En algunas de las salas mencionadas se podrán adquirir con anticipación. En otras (incluidas las del Auditorium), sólo el día de la función. Una desafortunada tradición marplatense, que volverá a generar largas colas, esperas y plantones perfectamente evitables.
Cerca de dos centenares de largometrajes, y algo más entre cortos y mediometrajes, se proyectarán todos los días, desde las 9 de la mañana hasta la 1 del día siguiente, en las quince salas destinadas al festival. La programación honra la tradición de eclecticismo que siempre –aun en los momentos más aciagos de la administración Mahárbiz– caracterizó al evento marplatense. Presidida por el veterano cineasta José Martínez Suárez en el primer año de su gestión (sucede en el cargo a su colega Miguel Pereira, que estuvo al frente durante un lustro) y con Fernando Martín Peña –ex director del Bafici porteño hasta diciembre 2007– haciendo las veces de director artístico, en esta edición el FicMdP vuelve al mes de noviembre, tras varios años de hacerlo en marzo. El hecho de estar demasiado pegado al Bafici (que se celebra en abril) motivó el regreso a la “vieja” fecha del penúltimo mes del año, que es la que el evento tuvo a partir de su restauración menemista, en 1996.
Claro que de este modo el comienzo del FicMdP se pisa con el final del maharbiziano festival puntano de los Rodríguez Saá, y a la vez queda demasiado encima del Festival de Cine Latinoamericano de La Habana, que todos los años tiene lugar en la primera quincena de diciembre. Con lo cual muchos invitados internacionales deberán elegir entre uno y otro. Pero ya se sabe que, como enseñaba un famoso estratega, lo óptimo es enemigo de lo bueno. Lo bueno es que, según se ocupó de remarcar explícitamente Carlos Rodríguez, secretario de Cultura del partido de General Pueyrredón, la intendencia marplatense ha vuelto a darle todo su apoyo al festival. Lo cual no había sucedido antes, precisamente. Con ciertos resquemores ante lo que consideraba “un festival porteño”, la anterior gestión marplatense llegó a avalar la realización de un festival alternativo, que se celebra en la misma ciudad (un “invento” llamado Marfici).
Como es costumbre, el siempre diverso público de Mar del Plata (integrado por cinéfilos clásicos y modernos, espectadores medios e hiperespecializados, jubilados y toda clase de tribus juveniles) podrá transportarse hasta un viejo melodrama con Libertad Lamarque (La ley que olvidaron, del “Negro” Ferreira, 1938, incluida en el apartado Homenajes) o entregarse a verdaderas orgías bizarras, como la francesa A l’interieur, que según advierte el propio catálogo del festival puede llegar a herir la sensibilidad... de los cultores del gore más extremo (va en la sección que ostenta el mejor nombre: Trashnoches). Los nostálgicos podrán rever Doctor Zhivago, los veteranos del Lorraine revisar de un solo saque la llamada “escuela polaca” de los años 60 (Munk, Kawalerowicz, Polanski, Skolimowski) y aquellos con sed de novedad, adentrarse en la terra incognita que propone la sección Americana, dedicada a películas del recentísimo cine ultraindie estadounidense.
Habrá quien se relama con las de superacción (la tailandesa Chocolate, la coreana El bueno, el malo, el loco, ambas en Trasnoches) y estará el que prefiera el costado más ligado al cine no narrativo y el videoarte, representado por las películas del estadounidense Dominic Angerame, el francés Jean-Claude Rousseau o el argentino Rubén Guzmán. La grilla del FicMdP es lo suficientemente vasta y abarcativa como para permitir que cada espectador “mapee” su propio recorrido, reconvirtiéndolo en un festival de películas premiadas en otros festivales (provenientes de Cannes, Venecia, Toronto y San Sebastián), en uno de autores consagrados (Kitano, Skolimowski, Wajda, Varda, Oliveira, Assayas, Kim Ki-duk y siguen las firmas), de documentales (habrá secciones enteras dedicadas a ese campo, y un montón de docs en el resto del festival) o de vanguardia (las películas de Albert Serra, Werner Schroeter, Brillante Mendoza, Jukka-Pekka Valkeapää).
Otros posibles festivales incluidos en el FicMdP son el de cine latinoamericano (uno de los fuertes del encuentro), de cine político (las de Jorge Sanjinés, las del Movimiento Obrero y Democrático de Roma), de animación (los cortos de la checa Michaela Pavlátová), de cortos (dos competencias dedicadas al tema), de cine musical (la sección Soundsystem y películas desparramadas por toda la grilla). O cualquier otro que cada espectador sea capaz de diseñarse.
Pero ya se sabe que las naves-insignia de todo festival de cine son sus secciones competitivas, en este caso tres. Dieciséis títulos componen la Competencia Internacional (ver detalle aparte), incluyendo las dos representantes locales, que –en los papeles, al menos– no pecan del menor convencionalismo. Primer film de ficción de Mariano Cohn y Gastón Duprat (recordados inventores del programa Televisión abierta), El artista propone una reflexión sobre lo falso y lo verdadero, a partir de la relación entre un artista plástico chocho y un enfermero oportunista. Opera prima del quilmeño José Campusano (correalizador de Bosques, un muy interesante mediometraje que también se había visto en Mar del Plata), Vil romance narra un romance homosexual en ambientes marginales, sobre un trasfondo tirando a podrido. Filmadas en digital, ambas fueron ampliadas a 35 mm, con apoyo del festival y de las empresas Kodak y Cinecolor.
Números fuertes de la Competencia Oficial prometen ser las dos concursantes niponas, Aruitemo aruitemo (la nueva de Hirokazu Kore-eda, el de After Life y Nadie sabe) y Tokyo Sonata, del gran Kiyoshi Kurosawa (Cure, Charisma, Bright Future). El cant dels ocells, opus dos del catalán Albert Serra (autor de Honor de cavallería, que compitió aquí el año pasado) y la mexicana Desierto adentro son otras a las que convendrá prestar atención. Dos mexicanas destacan también en la Competencia Latinoamericana, que presenta diez integrantes y otorga un premio de 80.000 pesos a la ganadora. Lake Tahoe, la nueva de Federico Eimbcke (el de Temporada de patos) y Los bastardos, del revulsivo Amat Escalante (presentada en Cannes) deberán vérselas, entre otras, con las argentinas Salamandra, de Pablo Agüero (también estuvo en Cannes), y Gallero, segunda película de Sergio Massa, realizador de la prometedora El amarillo (que pudo verse en Mar del Plata y el Bafici).
Integrada por nueve títulos en formato digital (ver aparte) y con ampliación garantizada a 35 mm para las dos ganadoras, en la Competencia Argentina se alinean Artico (tercer largo del realizador de Extraño, Santiago Loza), Las hermanas L (“comedia psicosexual” codirigida por cuatro realizadores, entre ellos dos de los de UPA!), Música para astronautas, film de ficción de Ernesto Baca, realizador de la experimental Samoa, y el documental Imagen final, donde Andrés Habegger (Historias cotidianas) parte en busca del asesino de Leonardo Henrichsen, el camarógrafo que durante el golpe de Pinochet filmó su propia muerte, a manos de un militar.
Teniendo en cuenta que a todo esto se sumarán charlas, diálogos abiertos, seminarios y presentaciones de libros, darse una vueltita por Mar del Plata en estos días no suena a un mal programa. Para nada.
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