Viernes, 26 de diciembre de 2008 | Hoy
CINE › LA INDUSTRIA DE HOLLYWOOD TUVO UN AñO DE SORPRESAS
Batman, Iron Man, Indiana Jones y Hancock consiguieron lo que se les negó a figuras convocantes: todos los grandes estudios tuvieron fracasos donde esperaban recuperar la fortuna invertida.
En Estados Unidos, los superhéroes impusieron su ley en las taquillas en 2008, un año que entrañó decepciones para figuras de relieve como Eddie Murphy, Nicolas Cage y Kevin Costner, y en el que el público les dio la espalda a grandes producciones en las que la industria puso grandes expectativas, como la segunda parte de Los expedientes secretos X y Meteoro. En cambio, Batman, Iron Man, Indiana Jones y el políticamente incorrecto Hancock de Will Smith arrasaron en todo el mundo: y únicamente cintas animadas como Wall-E y Kung Fu Panda o la comedia romántica Sex and the city, fueron capaces de mantener el ritmo impuesto por las películas de acción.
La secuela del hombre murciélago en El caballero de la noche, con alrededor de 1000 millones de dólares recaudados, fue la triunfadora absoluta, convirtiéndose de paso en una de las películas más taquilleras de la historia, una lista que aún encabeza Titanic (1997), que supo ingresar más de 1800 millones de dólares. Las decepciones del año fueron lideradas por 20th Century Fox, unos estudios que vieron cómo gran parte de sus proyectos eran ignorados por el gran público, a pesar de la inversión en promoción y en rostros conocidos. Meet Dave, con el popular actor afroamericano Eddie Murphy, estrenada en julio y distribuida en más de 3000 salas en el territorio de Estados Unidos, no llegó a cubrir los gastos de producción con los 50 millones de dólares que ingresó, de los que solo un 23 por ciento correspondieron a entradas estadounidenses. Un fracaso compartido por City of Ember, protagonizada por Bill Murray y producida por Tom Hanks, que llegó en octubre a las carteleras: hasta la fecha, su recaudación no ha alcanzado los 13 millones de dólares en todo el mundo.
Menos dramático fue el caso de la nueva aventura de los agentes del FBI Mulder y Scully, que evitaron los números rojos gracias a la legión de seguidores de sus X-Files: I Want to Believe que existen fuera de Estados Unidos. Babylon A.D., protagonizada por el taquillero héroe de acción Vin Diesel (Las crónicas de Riddick, XXX), tuvo que ser rescatada también por los espectadores internacionales para cuadrar sus balances después del mal resultado en su propio país. Es que, en rigor, ninguno de los grandes estudios de Hollywood se libró de pasar un trago amargo en las taquillas. Meteoro – La película (Speed Racer) fue la gran oveja negra de Warner Brothers, que se convirtió en la contracara de la exitosa El caballero de la noche. Ni su llamativo reparto (Susan Sarandon, John Goodman, Christina Ricci), ni el regreso de los directores de The Matrix (1999) –los hermanos Wachowski– ni sus efectos especiales, lograron convencer a los espectadores como para recuperar la inversión de 120 millones.
Universal tropezó con George Clooney y Renée Zellweger y su Leatherheads, Paramount sufrió los resultados de The Love Guru del comediante Mike Mayers (El mundo según Wayne, Austin Powers), a Columbia se le atragantó 88 Minutos de Al Pacino y Buena Vista (Disney) padeció el Swing Vote de Kevin Costner. El pobre resultado de ese film, al igual que la versión de Oliver Stone sobre la vida de George W. Bush, W (Lionsgate), fueron la prueba de que en un año de comicios presidenciales especialmente fuertes, los ciudadanos quisieron desconectarse de la política en el cine.
Tampoco fue infalible la fórmula empleada por los estudios de contratar a grandes estrellas para asegurarse la recaudación: la pareja supuestamente infalible de Robert De Niro y Al Pacino pasó con más pena que gloria por Estados Unidos con Las dos caras de la ley (Overture), igual que Leonardo DiCaprio y Russell Crowe en la película dirigida por Ridley Scott Body of Lies o Edward Norton y Colin Farrel por Pride & Glory (ambas de Warner). También fracasó Nicolas Cage con su Bangkok Dangerous (Lionsgate), mientras que Richard Gere (Nights in Rodhante) y Keanu Reeves (Street Kings) mantuvieron el tipo como reclamo comercial. Al cabo, en el mercado de valores de Hollywood cotizaron al alza nombres como Robert Downey Jr, Will Smith, Shia LaBeouf y Brendan Fraser. Audiencia y espectadores volvieron a demostrar su predilección por los protagonistas masculinos, ya que solamente tres títulos liderados por mujeres se colaron entre los 15 más taquilleros: Sex and the City, con Sarah Jessica Parker; Mamma Mia!, con Me-ryl Streep, y Buscado, con Angelina Jolie. Y entre los éxitos más inesperados de 2008 quedaron la prehistórica 10.000 B.C., el monstruo de Cloverfield y los perros de Un chihuahua de Beverly Hills.
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