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El reconocido actor Carlos Alberto Roffé, de 62 años, protagonista de películas como El acto en cuestión y Animalada, falleció el sábado, a causa de un problema vascular que lo obligó a internarse y a operarse de urgencia, aunque sin éxito, en una clínica porteña. “Su muerte fue algo totalmente inesperado”, dijo Estela Moyano, su esposa, quien adelantó que los restos de Roffé no fueron velados y serán inhumados hoy a las 14.30, en el Panteón de Actores del cementerio porteño de Chacarita. La mujer del actor de Boda secreta, El viento se llevó lo que, Un mundo menos peor y tantas otras películas de Alejandro Agresti, agregó que “murió a las 5.10 del sábado. Fue una sorpresa, porque no sufría de ninguna enfermedad y estaba bien. Pero el viernes tuvo un problema que requirió una operación”. Amigos de Roffé señalaron que “al parecer le explotó la arteria aorta y perdió varios litros de sangre. No se sabe por qué, pero el jueves fue a un cumpleaños y el viernes comenzó a sentirse mal, por lo que lo llevaron a un hospital y allí lo operaron y falleció”. Nacido el 1º de agosto de 1943, Roffé estudió actuación con Carlos Gandolfo e incursionó en el cine a fines de los ‘60, protagonizando pequeños cortometrajes experimentales de César D’Angiolillo, Carlos Galettini y Guillermo Szelfke, entre otros miembros de la ya extinta Asociación de Cine Experimental.
“Era un actor de carácter, que con el tiempo fue generando un estilo y una personalidad propia muy fuertes”, indicó Szelfke, amigo personal de Roffé, a quien conoció y aprendió a querer durante interminables noches de tertulia que compartieron con otros artistas en el café La Paz de Buenos Aires. La actriz Mirta Busnelli, amiga y compañera de Roffé en El acto en cuestión y Boda secreta, dijo que “como compañero de trabajo era un tipo con el que me llevaba muy bien, era muy creativo, me hacía sentir muy cómoda y me producía mucha alegría trabajar con él”. La actriz agregó que “tenía mucho sentido del humor y quería mucho su trabajo. Yo lo quería mucho y también las películas que hice con él, porque significaron un encuentro próspero para mi carrera. Me gusta y me río mucho cuando las veo”. “Para mí –agregó– Roffé tenía un aspecto que remitía a cierto aspecto de la idiosincrasia criolla y porteña. Siempre me lo imaginaba en un bar, con un cigarrillo en la boca y conversando con amigos.”
Muy reconocido como actor secundario en numerosas películas, Roffé sólo había protagonizado en cine El acto en cuestión, que Agresti –un cineasta amigo para quien él era su actor preferido– filmó en Holanda en 1993, y Animalada (2000), de Sergio Bizzio, donde encarnó a un estanciero locamente enamorado de una oveja. Recientemente había interpretado a un taxista malhumorado en el cortometraje Mala sangre, de Pablo Fendrick, un proyecto que en 2004 ganó el work in progress del Buenos Aires Festival de Cine Independiente (Bafici) y que iba a convertirse en un largometraje que él protagonizaría.
Entre otros films, Roffé trabajó en Valentín, Una noche con Sabrina Love, La cruz, Buenos Aires viceversa y El amor es una mujer gorda, todos de Agresti, en Plata quemada de Marcelo Piñeyro, El impostor de Alejandro Maci, y Eva Perón, de Juan Carlos Desanzo, y en el corto Cien pesos, de Gustavo Taretto. En televisión, sus últimos trabajos más importantes fueron en Criminal, la tira protagonizada por Diego Peretti, y en Tumberos y Disputas, dos series dirigidas por Adrián Caetano, a la vez que cubrió un rol en Los Simuladores, de Szifrón. En teatro trabajó durante varios meses en Loca, con Inés Estevez y Fabián Vena.