La sexta película de las ocho que compondrán la historia completa de Harry Potter ofrece menos acción que sus precursoras y muestra cómo su protagonista principal sigue haciéndose mayor y continúa perdiendo la inocencia que lo caracterizaba mientras se acerca el desenlace final. Harry Potter y el misterio del príncipe, que llegará a las pantallas el próximo 23 de julio, es un film de más de dos horas y cuarto de duración en el que se muestra la evolución de los personajes siendo ya adolescentes. Ejemplo de ello es el peso que vuelven a tomar en esta película las relaciones sentimentales entre Harry y Ginny Weasley, así como entre Hermione Granger y Ron Weasley, los amigos del protagonista.

Tras un comienzo a través del cual el espectador sobrevuela el Londres actual acompañando a los “malos” de la película, la acción que caracterizó a sus predecesoras deja paso a la intriga y el misterio. Aunque antes de ello hay tiempo para un momento estelar que se desarrolla en el llamado Puente del Milenio, diseñado por Norman Foster y que conecta uno y otro lado del río Támesis. El largometraje tiene como protagonista también al compañero y a la vez enemigo de Harry Potter, Draco Malfoy, quien comienza a jugar un papel fundamental en los planes de Lord Voldemort. En la historia también tienen importancia el ambiguo profesor Severus Snape (Alan Rickman) y un nuevo maestro, especializado en pociones mágicas y que es interpretado por Jim Broadbent, quien ha participado en películas como Indiana Jones o Bridget Jones.

Todo ello configura una película “más compleja y más intensa” que las anteriores, según explicó su director, David Yates, tras la presentación en Londres. lo que la convierte en difícilmente comprensible para aquellos profanos en la materia que no hayan visto el resto de la saga o leído los libros de J. K. Rowling. Daniel Radcliffe, que vuelve a interpretar al aprendiz de mago, explicó que su personaje va “perdiendo la inocencia” película tras película. “Cuando Harry entró en este mundo era todo increíble y genial, muy puro. Pero a medida que ha ido avanzando la historia todo se ha ido desintegrando y se está dando cuenta de que el mundo de la magia tiene muchos más retos que el mundo en el que creció antes”. El rodaje de la próxima entrega ya está en marcha –la historia de Harry Potter está escrita en siete libros, aunque para el cine se va a dividir el último en dos films diferentes–, lo que hace que el fin de la saga esté cada día más cerca.

“La idea es seguir actuando, pero es verdad que es muy triste dejar esto. Ha sido un privilegio y he disfrutado mucho con ello”, admitió Radcliffe. Emma Watson, la actriz que encarna a la fiel amiga del aprendiz de mago, Hermione, señaló sin embargo que sus planes pasan por ir a la universidad, aunque le gustaría volver a rodar si surge la oportunidad. “No es que esté escapando ni nada por el estilo, me siento afortunada por haber participado en esta película”, destacó Watson, de 19 años, quien reconoció que el hecho de empezar a actuar con sólo 10 para la primera parte de la saga hizo que tuviera que “crecer más rápido que los niños” de su edad.