Martes, 8 de septiembre de 2009 | Hoy
CINE › EN LA MUESTRA DE VENECIA, MICHAEL MOORE CORTó LOS LAZOS CON HOLLYWOOD
El director de Fahrenheit 9/11 llegó al festival italiano para mostrar su película Capitalism: A Love Story, que es parte de la competencia oficial, y se enfrentó a los ejecutivos de Paramount. “Guardo dinero desde Sicko para poder autofinanciarme”, dijo.
Por Arifa Akbar *
El documentalista Michael Moore –quien ha hecho una fortuna atacando la obsesión de Estados Unidos por las armas, su sistema de salud y la guerra de Irak– no es un hombre que vaya a callarse y sacarse la gorra. De hecho, lejos de retener su lengua, procedió a morder la mano que lo alimenta y atacar a los jefes de su propio estudio. En el Festival de Venecia, en un rapto que podría significar el fin de su carrera en Hollywood, Moore apareció en una sala llena de ejecutivos de la compañía cinematográfica que financió su última película y los ridiculizó como el perfecto ejemplo del capitalismo corporativo que critica en su film, para luego apuntar que ahora es tan autosuficiente como para hacer películas por su cuenta.
Moore, cuyo film Capitalism: A Love Story (Capitalismo: una historia de amor) está en la competencia oficial del encuentro de cine, se paró frente a los ejecutivos del gran estudio Paramount y se rió abiertamente de ellos. “¿Por qué estas compañías me dan dinero a mí, un tipo diametralmente opuesto a todo lo que ellas defienden?”, dijo. “Una de las hermosas fallas del capitalismo es que usarán la soga que les dieron para colgarse si con eso pueden hacer un mango. Cada película que hice en los últimos veinte años dio beneficios. No hay ni una docena de personas que pueda decir eso. Estoy en un club muy deseable”, señaló. Pero Moore, cuya película es una ácida crítica a los banqueros de Wall Street –a los que describe como “apostadores”–, dijo que no hará otra película financiada por Hollywood. “Tengo la sensación de que a los hombres de dinero de Hollywood no les importa lo que pienso o siento... Entonces pensé: ‘¿por qué no hago una película que me garantice nunca más tener que pedirles un centavo?’”
“Creo que ésta es la última vez que me darán dinero. Ellos no tienen ideología, sólo les importa el dinero. Puedo imaginar la conversación: ‘Mirá lo que dijo sobre nosotros’, dice un hombre. Y otro dice: ‘Pero mirá cuánta guita hicimos’”, afirmó el cineasta, quien agregó que hace rato ahorra sus millones para que, cuando Hollywood finalmente se vuelva en su contra, esté en condiciones de financiar sus propios documentales. “Guardo dinero desde Sicko para llegar a este presente”, dijo. “Haré mis propias películas, y ahora tengo el dinero para hacerlas.” Su documental Fahrenheit 9/11 –que sostiene que George W. Bush llevó a cabo una guerra en Irak “basada en una mentira, y que él sabía que era una mentira”– fue realizado con un presupuesto de alrededor de dos millones de dólares, y consiguió una recaudación mundial de 120 millones, un sorprendente logro para el género.
La película de Moore es una de las seis estadounidenses en carrera por el prestigioso León de Oro, que se anunciará el próximo fin de semana. En los últimos años, el Festival de Venecia viene incrementando la presencia del glamour de Hollywood en la alfombra roja. La amplia selección de películas estadounidenses trajo este año a figuras como Nicolas Cage, Eva Mendes y George Clooney, que se mostraron en el Lido.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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