Desde Los Angeles

Además del muérdago y el vino, la típica Navidad estadounidense parece haber consistido en pochoclo, lentes 3-D y una tribu de extraterrestres azules que abrazan árboles. Así parece demostrarlo el éxito del film de ciencia ficción Avatar, que ayudó a Hollywood a conseguir su fin de semana más lucrativo desde que empezó a llevarse la cuenta de los records. La película de James Cameron se mantuvo al tope de los rankings por segunda semana consecutiva, vendiendo 75 millones de dólares en tickets, mientras que los cines de Estados Unidos y Canadá reportaron que el total de taquilla entre el viernes y el domingo superó los 278 millones. Esa cifra supera con comodidad el anterior record para un fin de semana, los 260,5 millones conseguidos en julio del año pasado, cuando debutó Batman: El caballero de la noche. Aun considerando la inflación, representa la mayor marca en 72 horas de la historia, según consigna Hollywood.com, un sitio sobre la industria cinematográfica que recopila datos que arrancan en 1985.

Ir al cine es parte del ritual de Navidad para muchas familias norteamericanas y los estudios de cine a menudo aprovechan esos días de fiesta para inundar el mercado con nuevos títulos largamente anticipados. De todos modos, este año fue excepcional, ya que tres títulos completamente diferentes consiguieron lo que se considera un “estatus inmediato de blockbuster”. En su segunda semana de exhibicióm, Avatar (que se estrena en la Argentina este viernes 1º de enero) fue seguido de cerca por Sherlock Holmes, la película de Guy Ritchie que desafió las críticas recibidas con una saludable taquilla de 65,4 millones de dólares. En tercer lugar quedó la película infantil de animación Alvin and the chipmunks: the Squeakquel, que totalizó 50,2 millones.

Los analistas de cifras de taquilla dicen que estos extraordinarios números fueron alimentados por una mezcla de buena suerte –la Navidad cayó un viernes, con lo que el feriado entró en el reporte de 72 horas– y el hecho de que Avatar está realizada en 3-D, lo que llevó a que hubiera un 50 por ciento más de espectadores que buscaron verla en cines especiales. Las cifras también reflejan una tendencia de larga data. Este año, Hollywood enfrentó una economía en problemas con un record de venta de entradas. Aún faltan tres días para terminar el año y los tickets ya pasaron la barrera de los 10 billones por primera vez, lo que le da crédito a una teoría que se remonta a la Gran Depresión, la de que los estadounidenses con problemas de bolsillo ven al cine como una salida barata.

Aunque los realizadores están haciendo ingentes esfuerzos para conseguir financiación para proyectos más raros, las películas que tienen mayor encanto para el mercado masivo han demostrado un poder perdurable. The blind side, película con Sandra Bullock que se centra en el mundo del fútbol americano, aún está sexta en los charts un mes y medio después de su estreno, con un total de 185 millones recaudados.

El suceso global de Avatar la convierte en una candidata de peso en la carrera para los Oscar 2010. El film le llevó a James Cameron una década y sus efectos especiales de última generación, junto al salario de las 1200 personas que trabajaron en ella, contribuyeron a que 20th Century Fox afrontara enormes costos de producción: entre 350 y 500 millones de dólares, dependiendo de las estimaciones a las que se les crea. La apuesta parece haber pagado con creces.

La mayoría de las proyecciones sugieren que Avatar se convertirá en el cuarto título en la historia en llegar al billón de dólares. De cualquier modo, no parece que vaya a amenazar el status de la película más taquillera: Titanic, el hit de Cameron de 1997, se llevó todo en los Oscar y llegó a recaudar más de 1,8 billón de dólares.

De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.