Viernes, 17 de septiembre de 2010 | Hoy
CINE › A LOS 72 AÑOS, RIDLEY SCOTT REPASA SU CARRERA Y ANUNCIA LAS DOS PRECUELAS DE ALIEN
Después de Robin Hood, el cineasta británico se abocó a generar dos proyectos alrededor de la película de ciencia ficción que lanzó su carrera en Hollywood. En esta nota habla de “hitos” y “pasos en falso”, aunque a estos últimos prefiere salteárselos del recuento.
Por James Mottram *
Ridley Scott, epítome del éxito autogenerado, habla sobre su carrera. Y, como es de esperar de parte del director de 72 años, no es de los que se tiran a menos. “Alien, el octavo pasajero es un hito”, dice de la película que propulsó su carrera en Hollywood. “Uno de los films de ciencia ficción realmente buenos. ¡Y Blade Runner también es muy buena!” Entonces llega a Leyenda, protagonizada por Tom Cruise en 1985, que fue un monumental fracaso en su momento. “Esa pensé que era (un hito), pero fue un paso en falso: simplemente empecé a hacer películas fantásticas 25 años antes de lo debido. Pero es una película muy buena.” Y sigue adelante, olvidando limpiamente Lluvia negra, Thelma y Louise y 1492: la conquista del paraíso, mientras recita su currículum. Peligro en la noche y Corazones de héroes “son realmente lindas peliculitas”, agrega, antes de saltear, comprensiblemente, Hasta el límite, para llegar a su fase más reciente. Encendido por la ganadora del Oscar Gladiador, Gangster americano y “la mejor película de guerra de los últimos años”, La caída del Halcón Negro, se permite una sonrisa irónica. “Lo estoy haciendo bastante bien, si se lo piensa.”
Aunque algunos podrían estremecerse ante esta fanfarronada tan poco británica, Scott, nacido en South Shields, es uno de los pocos directores ingleses de su generación en haber luchado con Hollywood y salir ganador. En la última década hizo nueve films, desde Gladiador hasta Robin Hood, de este año, que recaudaron unos buenos 300 millones de dólares en todo el mundo. De esas películas, sólo la fábula de los artistas del engaño Los tramposos y la ubicada en la Provenza Un buen año podrían ser consideradas de baja escala. “Gradualmente me he dado cuenta de que lo que mejor hago son universos”, dice él. “Y no debería tener miedo de eso.” Incluso cuando se ha caído del sistema, a la larga termina ganando. Twentieth Century Fox recortó más de una hora su drama Cruzada, de 2005, sólo para convertirse en un fracaso; una “versión del director” extendida fue lanzada más tarde en DVD y resultó aclamada. No era la primera vez. Scott reeditó Blade Runner (inicialmente para una “versión del director” de 1992) después de que pobres pruebas de pantalla para el original de 1982 lo obligaran a agregar una voz en off explicativa y un “final tonto”. Scott le dio el mismo tratamiento a Robin Hood. El lanzamiento en DVD y Blu-Ray saldrá en “versión del director”, con 17 minutos de filmación inéditos, al mismo tiempo que la edición regular. En parte, sin dudas, esto es para contrarrestar las críticas desparejas que recibió el film; Variety, por ejemplo, dijo que era como “un correctivo no disfrutable de las anteriores aventuras de Robin Hood en la pantalla”.
Como es típico en el ascendente Scott, es bastante despreciativo con respecto a estas “anteriores aventuras en pantalla”, en las cuales actores como Errol Flynn, Sean Connery y Kevin Costner interpretaron al fuera de la ley de Nottingham. “Se hicieron ochenta películas sobre Robin Hood. Es la clase de cosas que me divertía de niño, pero cuando las revisito no son muy buenas. Estoy tratando de pensar en la última buena.” Hace una pausa antes de salir con una elección sorprendente. “¡Las locas, locas aventuras de Robin Hood, de Mel Brooks! Recuerdo haber pensado que ésa era la mejor.” Al elegir a Russell Crowe como un honesto Robin Longstride, Scott claramente esperaba repetir algo de la magia que ambos conjuraron en Gladiador. Robin Hood es el quinto film que hicieron juntos, lo que convierte al áspero australiano en el protagonista preferido por Scott. “Es medio un amigote, en realidad”, dice el director acerca del actor, con el que comparte agente. “Es australiano y entonces tiene algo muy cercano a lo británico, particularmente del norte. Ellos eran convictos, después de todo.”
Aunque está orgulloso de sus raíces norteñas, Scott raramente se ha involucrado en proyectos ubicados en Gran Bretaña, lo que convierte a Robin Hood en una rareza en su carrera. Y aunque él y Tony Scott, su hermano menor y también cineasta, compraron la parte mayoritaria de los estudios Shepperton en 1995, Ridley parece apartado de la industria cinematográfica británica. Ciertamente, es difícil imaginar que haya derramado muchas lágrimas con el reciente anuncio de que el UK Film Council será desmantelado. Desde que hizo su debut con Los duelistas, en 1977, Scott nunca ha sido la clase de director británico que anda mendigando financiamiento. El cineasta empezó su carrera en la BBC, trabajando como diseñador de producción y timoneando episodios de Z Cars y Adam Adamant Lives! Se fue en 1967 y, en menos de un año, formó Ridley Scott Associates (RSA), una compañía dedicada a producir comerciales de alta calidad. El cineasta estima que ha dirigido más de 2700 avisos, de los cuales recuerda con cariño el de Hovis. Esto le permitió ganar una libertad financiera que ayudó a que floreciera su carrera cinematográfica. “En un sentido fue una ventaja enorme, porque pude tomarme mi tiempo para elegir los temas para mis películas. No dependía de tener que trabajar.”
Poco después de fundar RSA, reclutó a su hermano Tony (cuyo debut fue la película de vampiros El ansia, de 1983) con la promesa de riquezas. “Le dije: ‘Venite conmigo y te vas a conseguir ese auto bueno’.” ¿Que era cuál? “Una Ferrari. Seriamente peligrosa.” Esta voluntad de mantener todo en familia ha asegurado que RSA, que ahora tiene a más de 50 directores en su nómina trabajando en oficinas en Nueva York, Los Angeles, Hong Kong y Londres, todavía prospera. Los tres hijos de Scott –Luke y Jake, de su primer matrimonio, y Jordan, del segundo– cortaron los dientes en RSA. El cineasta, quien se ha divorciado dos veces y ahora pasa su tiempo con la actriz costarricence Giannina Facio, se acredita en buena medida el hecho de que sus descendientes se hayan convertido en directores. “Ellos me ven hacer lo que hago. Me ven en mi estudio a las 5.45, trabajando en un guión. Así que ven que es una pasión, no un trabajo. De eso, ellos han tomado esta pasión.” Mientras que Jordan estrenó su debut con Cracks el año pasado, Jake recientemente terminó su segundo opus, Welcome to the Rileys, con la estrella de Crepúsculo Kristen Stewart. ¿Alguna vez Scott les da consejos? “¿Me está cargando?”, escupe. “No me atrevería.”
Quizá no tenga tiempo suficiente. Scott Free Productions, la productora de cine y televisión que formó con Tony en 1995, se ha diversificado últimamente a hacer películas fuera del círculo familiar. Sólo este año, al margen de Robin Hood y del próximo thriller de Tony Unstoppable, ha estado detrás de Brigada A - Los magníficos y la dramedy irónica Cyrus. Con la energía de un hombre de la mitad de su edad, Scott dice que no tiene intenciones de parar la máquina. “Creo que no hay nada peor que la inercia. Podés estar inerte y estudiar tu ombligo, y gradualmente caerte de la silla. Creo que la clave está en seguir volando.”
La expectativa por su próximo proyecto está convirtiéndose en fiebre: será una precuela de Alien en dos partes, filmada en 3D. Scott nunca pidió hacer una secuela de Alien; ese honor fue para James Cameron, antes de que dos secuelas y dos spin-offs de Alien vs Predator secaran a la franquicia. Pero con el co-creador de Lost, Damon Lindoff, puliendo el guión de la primera precuela, se puede ver al competidor que hay en Scott, desesperado por poner su marca otra vez en la serie de películas que lo hizo despegar. “Jim ha subido la barra y tuve que involucrarme”, dice. “No se la va a llevar de arriba.” Ubicada 30 años antes del original de 1979, y por lo tanto sin lugar para la Ripley de Sigourney Weaver, estas precuelas explorarán los orígenes de los mortales aliens. “El film será realmente duro y fuerte”, apunta. “Es el lado oscuro de la Luna. Estamos hablando de dioses e ingenieros. Ingenieros del espacio. ¿Fueron los aliens diseñados como una forma de armas biológicas? ¿O como biología que limpiaría planetas?” Es una movida fuerte, una que podría arruinar la contribución anterior de Scott a la serie, si sale mal. Pero Scott ama las apuestas, ya sea tomar la secuela de El silencio de los inocentes, Hannibal, o resucitar a un género pasado de moda con Gladiador. “Todos se rieron por lo bajo porque pensaron que iba a hacer una película de toga y sandalias”, recuerda. Dado el éxito que tuvo desde entonces, Scott fue quien rió último.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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