Con algunos inconvenientes originados por el paro de pilotos y técnicos de Aerolíneas Argentinas –que complicaron la llegada de algunas estrellas–, arrancó ayer la vigésima primera edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Después de que la ceremonia inaugural de anoche disipara las primeras incertidumbres, locales y visitantes esperan con ansiedad el plato fuerte de hoy: las clases magistrales gratuitas que Tim Robbins y Susan Sarandon ofrecerán a las 11 y a las 12.15, respectivamente (ver recuadro).

Desde las 19.15 de ayer, productores, cineastas, actores y público comenzaron a llenar la sala Astor Piazzolla del Teatro Auditorium. A las 21 comenzó la ceremonia conducida por Cecilia Roth y Adrián Suar, que será retransmitida el sábado por Canal 13 y que, además de distinguir a Sarandon y Robbins (éste último, cuando tomó la palabra, se refirió críticamente a la guerra de Irak), tuvo un espacio para rendir homenaje a Juliette Binoche, Ricardo Darín y las películas La historia oficial e Iluminados por el fuego, entre otras. Los discursos de Jorge Alvarez (titular del Incaa) y Miguel Pereyra (presidente del festival) llegaron después, dando la campanada oficial que precedió a la proyección del film La salvaje y azul lejanía, deWerner Herzog. Quedó así inaugurado el programa que pondrá en cartelera más de 200 largometrajes de los cinco continentes.

Durante el transcurso de la tarde, los organizadores habían otorgado a periodistas de todo el mundo las últimas acreditaciones para presenciar el festival que se celebra desde 1959 y que ha logrado erigirse como el único de categoría A de América latina. En las veredas eran muchos los curiosos que desde temprano se aglomeraban en las inmediaciones buscando a algún famoso, aunque hasta bien entrada la noche sólo lograron ver un ir y venir de desconocidos. “A ver si este año traen a gente más joven y no a los vejestorios de siempre”, se animó una chica, mientras saltaba sobre el hombro de su amiga buscando a alguna celebridad.

De a poco se hicieron ver algunos invitados de lujo, como Fernando Birri, la abuela de Plaza de Mayo Estela de Carlotto y Jorge Coscia. Luego de trasponer una gigantografía del logo del festival, que reúne un fotograma y un lobo marino y que hace de puerta al teatro, los invitados debieron caminar por una alfombra que esta vez no fue roja sino azul, ya que emula al mar.

Algunos de los visitantes más destacados vivían así el tramo final de un día ajetreado: a causa del paro dispuesto por los distintos gremios aeronáuticos en Aerolíneas Argentinas, la organización tuvo que disponer vuelos charters y remises para trasladar a los invitados hasta el lugar del evento. De esta manera fueron llegando el matrimonio Sarandon-Robbins y la actriz francesa Juliette Binoche, entre otros.

Después, a las 21, llegó la hora del espectáculo. El público que no logró ingresar al teatro vio la ceremonia a través de dos pantallas gigantes colocadas sobre la terraza del teatro. El momento más emotivo de la ceremonia fue durante el homenaje a La historia oficial, ganadora del Oscar de la Academia de Estados Unidos hace veinte años y único film argentino en recibirlo. Por otra parte, Mirtha Legrand se hizo presente para entregar una distinción a su hermano, el director José Martínez Suárez. Ricardo Darín fue reconocido con el Astor de Oro, por ser “el actor por excelencia que representa a la Argentina en el mundo”, según los organizadores.

En la fiesta también estuvieron presentes el ministro del Interior, Aníbal Fernández; el obispo emérito de Morón, Justo Laguna, y el intendente local, Daniel Katz. Cerca del final, se presentó al jurado de la muestra oficial, integrado por Hans Hurch (Austria), Fabián Bielinsky (Argentina), Eduardo de Gregorio (Argentina), Paz Alicia Garciadiego (México), Juliane Lorenz (Alemania), Asumpta Serna (España), Meenakshi Sheede (India) y Krzysztof Zanussi (Polonia).