CINE › LA PRESENTACIóN DE HISTORIA DE LA NACIóN LATINOAMERICANA
Realizado por Jorge Coscia, Marcelo Altmark y Jorge Miño, el documental se basa en el libro de Jorge Abelardo Ramos, autor de la frase “somos un país porque no pudimos ser una Nación y somos argentinos porque fracasamos en ser latinoamericanos”.
› Por Oscar Ranzani
Desde San Juan
Si hay un espacio donde no podía faltar un documental sobre la historia de América latina, ése es el Festival Internacional Unasur Cine. Con el eje en la integración de la diversidad latinoamericana, esta muestra presentó el primer capítulo de una serie de cuatro que recorre la historia del continente, desde la Conquista hasta los grandes desafíos que afronta hoy la unión continental, atravesando las transformaciones sociales, el proceso de balcanización, la crisis de los proyectos liberales y el surgimiento de movimientos nacionales antiimperialistas. El documental Historia de la Nación Latinoamericana fue realizado hace cinco años por el actual secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, junto con Marcelo Altmark y Miguel Miño y está basado en el libro homónimo de Jorge Abelardo Ramos, que ahora se reedita. Coscia lo leyó a los diecisiete años y fue clave en su formación: “Resume lo que se denomina un pensamiento latinoamericanista de Patria Grande escrito en un momento donde pocos imaginábamos que íbamos a vivir en estos tiempos del siglo XXI un proceso de recuperación de la integración latinoamericana, como lo plantea Ramos en el libro”, explica el funcionario a Página/12.
Historia de la Nación Latinoamericana está compuesto por cuatro bloques documentales de 70 minutos de duración, que marcan momentos fundamentales de Latinoamérica: “El continente de los leones calvos”, “Paso de los vencedores”, “De la Patria Grande a la Patria Chica” y “Estados Unidos de América del Sur”. Altmark explica la decisión de dividirlo en cuatro capítulos: “Volcar toda la historia en una cantidad de tiempo que se necesitaba para poder desarrollar el relato implicaba varias horas. Los distintos capítulos conforman distintos bloques y, a través del libro y del relato que va haciendo Jorge, se fue configurando toda esta historia. Pensamos en cuatro porque era la duración que estimábamos. Cada uno de los capítulos abarca cuestiones temáticas que van avanzando en la historia latinoamericana”, señala el codirector.
Cuando Altmark se refiere al relato que va haciendo Coscia tiene que ver con la estructura narrativa que adoptó el documental. Es que el actor Claudio Risi le puso su voz al texto de Ramos, conformando una doble arquitectura del relato: la voz textual (la que lee pasajes del libro) y, en paralelo, la voz en off de Coscia que sintetiza el libro a través diversas interpretaciones. Lógicamente, el libro de Ramos “fue la base de todo el proyecto en general”, señala Altmark, quien reconoce que no fue fácil trasladar lo escrito a las imágenes. “Eso llevaba un enorme esfuerzo, sobre todo porque había muchas partes donde no había ningún tipo de material audiovisual. Entonces, había que crearlo y fue lo que más trabajamos”, detalla.
Los cineastas tomaron como eje una frase de Ramos: “Somos un país porque no pudimos ser una Nación y somos argentinos porque fracasamos en ser latinoamericanos”. En ese sentido, Coscia observa que toda la historia de la nación latinoamericana se puede resumir como la historia de la balcanización de América latina. “Es la historia de los orígenes, de los procesos de independencia en toda la región de América latina y el Caribe, y es la historia de cómo luego de la Independencia comienza esa poderosa fuerza centrífuga que transforma a una gran comunidad nacional en términos culturales, si bien con una diversidad notable en muchos aspectos. Ramos describe muy bien que conformamos una nación en tanto el concepto de nación difiere del de país, porque país es un pacto político, una conformación política, mientras que Nación es una conformación mucho más compleja cultural que lleva siglos.” En ese sentido, Coscia menciona el caso de Yugoslavia, donde intentaron construir un país con varias culturas nacionales y fracasaron. “Nuestro caso es al revés: podemos decir que somos una unidad desintegrada. Por más particularidades que tenga América latina, no son mayores las diferencias entre un argentino y un colombiano que entre un jujeño y un porteño. Esa unidad que hace que uno vuele doce horas en un avión, se despide en un idioma y es recibido en el mismo idioma o en una lengua amigable como el portugués es un caso único en el planeta”, considera el secretario de Cultura, quien entiende que el libro de Ramos –y lo que refleja el documental– “es la historia del fracaso de la construcción nacional y que, de alguna manera, aporta en estos tiempos porque para remediar un mal hay que conocer el mal y las causas que lo generaron”.
El capítulo que se vio en Unasur Cine es “El continente de los leones calvos”, cuyo eje se sitúa temporalmente en la etapa previa a la Conquista y sobre la Conquista en sí. Altmark explica que la resultó interesante observar cuáles fueron los primeros españoles que llegaron a América. “Es muy interesante ver la composición social que tenían los primeros españoles que llegaban a la Conquista de América. Se relata en el documental y también Ramos en su libro que había analfabetos, criadores de cerdos. Y esa gente vino y conquistó imperios fabulosos, con avances culturales inmensos, pero ésa era la composición social. Entonces, lo que vemos en esta primera parte son los primeros años de la Conquista, cómo llegan”, indica Altmark.
Coscia agrega en relación con el primer capítulo que aquello que determina el común denominador cultural es el hecho de que la Conquista no fue llevada adelante por España sino por la corona de Castilla. “A pesar de que acá venían andaluces, vascos, era la corona de Castilla la que otorgaba los derechos de adelantado y luego de virrey.” Siguiendo esa línea, Coscia observa que América latina tiene menos diversidad cultural que España que tiene cinco idiomas: “La nacionalidad vasca, la catalana, la gallega, la valenciana y la heredera de Castilla. Es mayor que la nuestra”. Y comenta que el libro también explica que, al ser castellana la Conquista, esto formó una suerte de uniformidad cultural.
En relación con los tiempos actuales, Coscia entiende que está conformada la identidad latinoamericana. “Europa es una desintegración cultural unificada. Intentan con la Unión Europea unir Alemania con Grecia y estamos viendo cómo todo está en riesgo de explotar, de volar, porque los griegos no son lo mismo que los alemanes y a los griegos y a los españoles les cuesta seguir el ritmo económico de las grandes potencias, Francia y Alemania. Pero ellos lograron una unidad con moneda común y con una suerte de bandera común, pero siguen siendo una desintegración cultural unificada.” En cambio, América latina es “una unidad cultural desintegrada”. Y Coscia lo argumenta así: “Nosotros conformamos una amalgama muy poderosa, donde hay diferencias (y la diversidad es una riqueza), pero el común denominador es poderosísimo. Y esto perdura y en los últimos tiempos ha adquirido un sello muy fuerte. De pronto, ha renacido el sueño de la integración de la mano de proyectos con una concepción ideológica nacional y popular que siempre viene de la mano de lo latinoamericano”.
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